ERC ha vuelto a romper la unidad del independentismo con la abstención en la Mesa del Parlament para admitir a trámite una ILP sobre una Declaración Unilateral de Independencia (DUI), chocando frontalmente con el voto favorable de JxCat. Los votos de PSC y Ciudadanos han tumbado definitivamente la propuesta, que ya venía con un informe desfavorable de los letrados del Parlamento autonómico.
En los últimos meses, los republicanos se han alejado aún más de JxCat y su estrategia de ser una única voz en el independentismo. La primera ruptura se produjo en octubre de 2018 por los votos de los políticos presos. ERC rechazaba que se contabilizaran los cuatro votos de diputados de JxCat, Carles Puigdemont, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez en el pleno del Parlament, por lo que la mayoría independentista era superada por el resto de formaciones de la oposición. Tampoco quedaba constancia del voto de Toni Comín, por lo que los independentistas tenían 65 escaños, empatando con la oposición. No ha sido hasta las elecciones tanto europeas como generales cuando el Parlament ha recuperado a algunos diputados independentistas.
ERC tampoco ha querido sumarse a las propuestas de Puigdemont, como formalizar la Crida como partido político y aglutinar a todas las formaciones separatistas. También ha rechazado ir en coalición a las elecciones europeas, que finalmente ganó JxCat en Cataluña.
La nueva confrontación entre ERC y JxCat se ha producido de nuevo en la Mesa del Parlament a cuenta de la propuesta de Unidad para la Independencia, que ha pedido hacer de nuevo una Declaración Unilateral de Independencia. El presidente del Parlament, Roger Torrent, se ha abstenido junto con la secretaria cuarta, Adriana Delgado. "Una ILP no sirve para declarar la independencia, lo dice la ley catalana y tiene todo el sentido que lo diga así", ha afirmado Sergi Sabrià, portavoz de ERC, para excusar a sus compañeros de partido y cargar contra la intención de los de Quim Torra, que no es otra que repetir un 1-O.
"La Mesa del Parlament no es un órgano de censura", ha reprochado Josep Costa, vicepresidente de la Mesa y miembro de JxCat. "Puede copiar el texto, pegarlo, poner JxCat y presentarla en el registro", le ha replicado Sabrià durante su comparecencia.
Para ERC, la recogida de firmas que sí valió para hacer desaparecer los toros en Cataluña no es suficiente para conseguir la independencia. ERC "trabaja cada día para declarar la independencia y ejercerla", pero se opone a realizar "gestos de cara a la galería ".
ERC y JxCat se enzarzan ante un posible 1-O
Los republicanos, alejados de la estrategia de la línea dura del independentismo, tratan de construir su propia vía para "trazar un camino conjunto y hacer posible otro 1-O, que nos permita ganar definitivamente".
En cuanto al aspecto técnico y jurídico, Sabrià ha considerado que "políticamente no tiene sentido hacer una DUI a día de hoy". "Se trata de conseguir la libertad de manera definitiva, lo que no nos permitiría hacer esta iniciativa legislativa popular", ha explicado.
La visión de JxCat es muy distinta y más radical, como lo era antaño ERC, pidiendo a la Mesa al menos debatir la cuestión. "La ley es clarísima, la posibilidad de admitir esta ILP no es interpretable", ha respondido Sabrià a esta pretensión. En este sentido, ha emplazado a los de Carles Puigdemont y Quim Torra presentar una proposición de ley con el mismo texto de la ILP. "Josep Costa tiene la posibilidad de tomar la ley y copiarla, pegarla en un papel que diga JxCat y hacer el debate a partir de ahí", ha apuntado Sabrià.
La CUP se ha posicionado en la misma línea que JxCat, pidiendo el debate en el seno del Pleno, "más allá de cuestiones formales". Maria Sirvent ha afirmado que ni se han mirado el contenido de la ILP y, por tanto, no se han significado sobre el sentido de su voto, "porque estábamos a expensas de si se admitía o no a trámite".
El informe demoledor del letrado del Parlament
Pese a que se cumplen los requisitos de la ILP, el informe del letrado mayor del Parlamento de Cataluña, Joan Ridao, permite la admisión al pleno del Parlament, pero indica que hay "algunas carencias que se pueden corregir durante la eventual tramitación legislativa".
"El ejercicio de la iniciativa legislativa popular es una proyección inequívoca del derecho fundamental a la participación política", respaldado por la Constitución española.
"La ILP no se ciñe al ámbito estricto de las competencias de la Generalitat y no busca la fundamentación en la Constitución o el Estatuto" con el objetivo de conseguir la independencia. "Estos aspectos inciden en la forma de Estado y de Gobierno, además de repercutir en la definición del sujeto de la soberanía", ha señalado. "Cualquier alteración sobre estos elementos requiere una reforma constitucional", ha resumido.
Un pacto oculto entre Sánchez y ERC
"Ciudadanos ha paralizado este nuevo intento de volver a meter a Cataluña en el bucle de las declaraciones de independencia", ha afirmado Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos, tras la inadmisión. A su juicio, la ILP pretendía "forzar un cambio en el ordenamiento jurídico de Cataluña". "Estas intentonas de declaraciones unilaterales" promovidas por Torra y Òmnium Cultural, como la campaña "lo volveremos a hacer", "nos desestabilizan y empobrecen", ha dicho Carrizosa. "Ni van a volver las empresas ni vamos a parar la hemorragia de fuga de empresas mientras haya un Gobierno irresponsable".
Eva Granados, portavoz del PSC, ha celebrado la decisión de la Mesa. Tras estudiar la ILP, ha pedido ser consecuentes, sin cometer los errores del 1-O, pidiendo la convocatoria de elecciones a Quim Torra.
"Se ha paralizado el debate de la independencia de Cataluña", ha considerado Santi Rodríguez, portavoz del PP en la Cámara. "No se podía tramitar, pero existía la duda de que los independentistas lo permitieran", ha señalado. Afinando más, Rodríguez ha señalado que la inadmisión puede ser parte de un pacto oculto entre Pedro Sánchez y ERC para facilitar la investidura, en línea con lo dicho este martes por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que se ha ofrecido para ser el "mediador" entre el Ejecutivo y los independentistas.