Junts ya desafía a ERC para que decante la balanza a favor de Carles Puigdemont o sino ir a una repetición electoral. Los republicanos, que siguen maltrechos tras el batacazo de las elecciones catalanas donde se quedaron con escasas 20 sillas de las 33 que tenían, se han convertido en el partido que tiene la llave para el desenlace de la gobernabilidad en Cataluña. A medida que se acerca el día de la constitución de la Mesa del Parlament, que tendrá lugar el 10 de junio y que dará lugar a la candidatura del presidente de la Generalitat, los de Carles Puigdemont elevan la amenaza de que la investidura de Illa sería un retroceso funesto para la autodeterminación y los hitos logrados del independentismo.
Los de Carles Puigdemont se niegan a resignarse en el juego de geometría que puede llevar a Illa a ser el próximo presidente de la Generalitat y en las negociaciones ya están ofreciendo posiciones relevantes a los republicanos en la Mesa para poder decantar la balanza y que el segundo órgano de la cámara sea "antirrepresivo" y se aleje del "unionismo" del PSC que, entre otras cosas, votó en contra de la ILP para la autodeterminación hace unos meses. Una prueba para Junts de que una Mesa con el PSC seria la implantación de un "cordón sanitario" a todas las propuestas secesionistas y la imposibilidad de que se garantizaran las funciones de los cargos políticos fugados.
En este último punto, Junts juega a poner la 'espada' en el cuello de ERC para la defensa del soberanismo y les está presionando para que, siendo el partido bisagra, no den un paso atrás e invistan a Puigdemont. "¿Un partido independentista esta dispuesto a asumir el coste político de apoyar a otro que deconstruye el autogobierno?", les preguntaba, retóricamente, Toni Comín, este miércoles en una rueda de prensa. La decisión del Constitucional de anular el voto telemático de Lluís Puig es un paso más que refuerza el discurso de Junts en contra del PSC, dado que la Justicia se ha decantado en contra de esta medida parlamentaria al aceptar un recurso de los socialistas catalanes.
Los bloques se alejan aún más, de esta forma, con Junts queriendo retejer la alianza con ERC y la CUP para que Puigdemont vuelva a ser president de la Generalitat y culminar el 'procés' después de las elecciones europeas. Por otro lado, Salvador Illa ha enfriado en las últimas semanas su sintonía con los republicanos ante el endurecimiento del tono de los dirigentes de ERC, que han expresado que harán valer sus 20 diputados para que se cumplan sus condiciones, que pasan por un referéndum pactado y la financiación singular, y ya hablaban de repetición electoral.
Forzar una repetición electoral con una "lista única"
A medida que se acerca la sesión de investidura y aún por ver cómo se aplica la recién aprobada amnistía, los de Carles Puigdemont ya intentan forzar una repetición electoral convenciendo a los republicanos para ir en una lista única. La opción de ir en una amplia coalición independentista para tener más fuerza en el electorado era una opción que ya había expresado el mismo Puigdemont cuando anunció que se presentaba a las elecciones desde Elna.
Ahora, con el tiempo a contrarreloj, los postconvergentes ya juegan a pulso con ERC para hacer viable esta opción. Lluís Llach al frente de la ANC es el que está impulsando más esta opción en los republicanos en medio de una militancia desorientada y abierta en canal tras el 12-M. El mismo Toni Comín ha sido muy claro: "Para ERC y la CUP lo mejor es enfrentarse a una hipotética repetición electoral en una lista conjunta, ya que ir por separado puede debilitarles más". A pesar de que las conversaciones entre ambos partidos siguen siendo discretas en este sentido, desde el escaparate ERC saca balones fuera. La portavoz Raquel Sanz ha recalcado que ni se han planteado presentarse en una lista única independentista.