El arranque de la campaña electoral en Ciudadanos ha estado marcado por una consigna tras conocer el resultado de la macroencuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS): los 63-69 diputados que le atribuye este sondeo son el punto de partida que anima a redoblar esfuerzos y dar la campanada el 20-D. "El CIS es nuestro suelo" ha sido una de las frases más repetidas por los candidatos de C's en estos primeros compases de la contienda. Euforia, por tanto, contenida y conjura para seguir arañando votantes a los dos partidos tradicionales, desgastando ya más al PSOE que al PP, como apuntan las tripas de dicha macroencuesta.
Las dos semanas que faltan hasta la cita con las urnas son tiempo suficiente, según piensan en el equipo de Albert Rivera, para mejorar esa horquilla que da el CIS. Sobre todo, subrayan, teniendo en que cuenta que diferentes sondeos privados han situado ya a Ciudadanos como segunda fuerza, superando al PSOE de Pedro Sánchez, con una representación de hasta 96 parlamentarios en el mejor de los escenarios. Fuentes del partido consultadas por Vozpópuli sostienen que en estas circunstancias, en torno a los 90 escaños, quedando por encima del PSOE y a escasa distancia del PP, Rivera podría intentar formar gobierno.
No obstante, los asesores de Rivera no se conforman con una irrupción así y recalcan que, viendo la tendencia del partido, con un crecimiento tanto en las encuestas como en militantes y simpatizantes, "no nos ponemos techo". No obstante, en el círculo más próximo al líder de C's y candidato a la Moncloa creen que si Rivera se postulara a una eventual investidura, tanto PP como PSOE buscarían un pacto entre ellos, es decir, blindarían el bipartidismo "para que nade cambie".
Rivera nunca ha descartado poder formar gobierno pese a no ser el partido más votado en las urnas
A lo largo de los últimos meses, Rivera siempre ha mantenido que "no estaremos en un gobierno que no presidamos". Pero este argumento, concebido desde una posición secundaria, ha ido dejando paso, sobre todo tras las elecciones catalanas del 27-S, al convencimiento interno de que C's puede ganar las generales del 20-D, primer objetivo de la formación naranja. Esta "evolución", de hecho, obligó a la dirección naranja a replantearse su estrategia de campaña. En este contexto, Rivera nunca ha descartado poder formar gobierno pese a no ser el partido más votado en las urnas. El pasado 22 de noviembre, en una entrevista en el programa El Objetivo de La Sexta, el presidente de C's aclaró que no apoyaría (cuestión distinta es abstenerse) la investidura del candidato del PP o del PSOE y señaló que la pregunta, a su juicio, es "si Sánchez o Rajoy apoyarían a Ciudadanos". "Si somos segundos o primeros, tendrán que mojarse", sentenció.
A medida que C's se ha ido viendo más fuerte en los sondeos y a nivel de afiliaciones, ha evitado cerrarse a la máxima de dejar que gobierne al partido más votado. Y eso que en los momentos clave, ha optado por hacerlo, como muestran los casos de Andalucía (PSOE) y Comunidad de Madrid (PP). C's apoyó a Susana Díaz porque las opciones eran, según Rivera, poner al PSOE en manos de Podemos o ir a otras elecciones. El sí a Cristina Cifuentes llegó tras la firma de un acuerdo anticorrupción y la dimisión de los consejeros Salvador Victoria y Lucía Figar.
El pasado mayo, hubo dirigentes de C's como su portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, que afirmaron ser partidarios de que gobierne la opción con mayor respaldo en las urnas. Sin embargo, la dirección del partido nunca fijó tal norma. Nunca exigió a sus concejales por escrito que dejaran gobernar a la lista más votada. El texto-guía de posicionamiento ante votaciones de investidura en municipios y comunidades, que aprobó el Comité Nacional de Acuerdos Postelectorales no incluyó tal concesión a la primera fuerza política entre las "reglas generales" a seguir por sus ediles.
El coordinador de dicho comité, el diputado José María Espejo-Saavedra, explicó entonces a Vozpópuli que la única deferencia que C's tendría con la formación más votada sería "reconocerle la legitimidad para iniciar las conversaciones y poner sobre la mesa sus propuestas a fin de llegar a acuerdos. Nada más", precisó. Habrá que ver ahora si Rivera concede o no tal legimidad al PP en caso de que C's sea segunda fuerza el 20-D, cerca de los populares.
Sáenz de Santamaría exige más claridad a C's
Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, ha señalado que su partido sí apoyaría a Ciudadanos a la hora de formar gobierno en el supuesto de que la formación naranja ganara las elecciones. Así lo manifestó el jefe del Ejecutivo el pasado jueves en una entrevista en 13TV, donde hizo hincapié en que dejar mandar al más votado es una medida que va incluida en el programa electoral del 20-D, en lo relativo a la elección de los alcaldes.
En la misma línea, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió este viernes a los partidos que aclaren si respetará que sea la fuerza más votada la que asuman el poder. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la número dos de Rajoy dio importancia a "los compromisos y la palabra dada", en referencia a lo expresado por su jefe. "Cuando uno dice esto es lo que voy a hacer, es significativo, y el presidente lo ha hecho", apostilló.