La sesión número 46 del juicio del procés también sirvió para saber que “el español es más rico en perífrasis”. Más rico que el catalán, concretamente. Pasar de los interrogatorios a los testigos para escuchar a los expertos peritos permite profundizar en conocimientos sobre diversas materias. El Tribunal Supremo asiste desde esta semana a testimonios técnicos, ya sean cuatro altas funcionarias de Hacienda para apuntalar la malversación de la Generalitat o cuatro arquitectos que no se ponen de acuerdo respecto al coste que hubiese tenido alquilar los 2.300 colegios electorales del 1-O. Y en medio de todo eso, compareció Gema Rigau, filóloga de lengua catalana y protagonista absoluta de la jornada
No era una experta cualquiera, sino la presidenta de la Comisión de Gramática del Instituto de Estudios Catalanes, la autoridad legalmente reconocida para velar por el buen uso del catalán. “En paralelo a la RAE”, explicó. Rigau declaró a petición del abogado Javier Melero, representante del exconseller de Interior, Joaquim Forn. El letrado basa su estrategia de defensa en demostrar que los Mossos d’Esquadra actuaron de manera independiente sin recibir órdenes de su cliente al que la Fiscalía le pide hasta 16 años de cárcel por rebelión.
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— Julio Muley (@juliomuley) May 23, 2019
En ese sentido, consta en el sumario un informe de la Guardia Civil contrario a sus intereses. Los agentes incautaron un documento de la Comisaría General de Información de los Mossos escrito en catalán y lo tradujeron. En el original había una frase que decía lo siguiente: “L’1 d’octubre s’ha de celebrar el referéndum...”. Los investigadores lo interpretaron como que los Mossos venían a instar a la celebración de la consulta ilegal. Pero la filóloga Rigau expuso su opinión.
La profesora y sus alumnos
Bastó una sola pregunta para que la 'profesora' se explayara ante un 'aula' ocupada por la élite de la judicatura española y algunos de los mejores abogados de Barcelona, que escuchaban atentamente. El presidente del tribunal, Manuel Marchena, que habitualmente corta a quien haga falta para ir a lo concreto, permitió a la filóloga extenderse en didácticas explicaciones, giros y ejemplos prácticos. La clase magistral provocó la sonrisas en la bancada de los abogados ante el extenso repertorio de la declarante.
Llegó incluso el punto en el que el propio abogado Melero le leyó la frase en disputa y ella reaccionó con cierto júbilo como si fuese incapaz de contener la emoción ante una oración bien construida. Ambos daban la apariencia de profesora felicitando al alumno por haber completado bien un ejercicio. A la clase se sumó incluso la acusación. “¿Es el futuro imperfecto del indicativo?”, preguntó el fiscal Fidel Cadena. “En castellano se celebrará o se va a celebrar porque el futuro que tenía lo perdieron”, le ilustró la filóloga.
La teoría del "falso amigo"
Todo para concluir, según sus conocimientos, se trataba de un “falso amigo, una palabra que aparezca en dos lenguas, pero su significado no coincide”. En conclusión, a su juicio los Mossos no estaban instando a nada, sino haciéndose eco de un hecho futuro. Sin más
Antes que ella, acudieron dos peritos, también de las defensas que analizaron un centenar de informes médicos sobre los agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil que actuaron durante el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Según han dicho, solo 33 de ellos tuvieron lesiones provocados por agresiones de los 101 casos que alegan las acusaciones. No obstante, alegaron que únicamente pudieron estudiar las lesiones de 60 informes, de los cuales 52 los realizaron "médicos colegiados" y los restantes los elaboraron el servicio médico de emergencias de Cataluña.