La "mano tendida" de Carlos Mazón para intentar solucionar el problema de la falta de recursos hídricos revela en realidad que la 'guerra' del agua ha vuelto con toda su crudeza. El pacto entre el presidente valenciano y su homólogo murciano, Fernando López Miras para defender con "criterios técnicos y rigor" el trasvase Tajo-Segura no encuentra eco en el Ejecutivo de Pedro Sánchez y sí una oposición frontal del presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, según han confirmado fuentes del Gobierno valenciano a Vozpópuli.
López Miras y Mazón sellaron ayer una postura común de ambos gobiernos autonómicos para que se ponga fin “a los recortes ideológicos de los caudales” del trasvase “por su perjuicio al sector agrario, a la economía y a las familias de ambas regiones a las que se les está negando un derecho esencial para su bienestar y prosperidad”, incidió el presidente de la Generalitat.
Igual que en 2003
Los conceptos que se han utilizado son los mismos que los empleados en 2003 cuando medio millón de personas salieron a manifestarse por las calles de Valencia al grito de 'Agua para todos'. Dos décadas después las reivindicaciones siguen siendo las mismas: "solidaridad hídrica" e "igualdad de trato" en un gran pacto nacional por el agua.
Lo que han cambiado son los protagonistas. En la citada movilización eran Eduardo Zaplana y Ramón Luis Valcárcel los presidentes valenciano y murciano, respectivamente, que clamaban por una solución frente a un Gobierno de España que entonces encabezaba José María Aznar y que un año después ya ostentó José Luis Rodríguez Zapatero.
El líder socialista fue quien se encargó de herir de muerte el Plan Hidrológico Nacional, mientras que Castilla-La Mancha ya estaba presidida por José Bono.
El paso de los años ha situado a José Luis Olivas, Francisco Camps, Alberto Fabra, Ximo Puig y Carlos Mazón al frente del Gobierno valenciano. A Bono le sucedieron José María Barreda, Dolores de Cospedal y actualmente Emiliano García-Page.
A Ramón Luis Valcárcel le sucedieron Alberto Garre, Pedro Antonio Sánchez, María Dolores Pagán y Fernando López Miras. Mientras que en estos veintiún años a Aznar le sucedieron José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.
Ninguno de esos protagonistas ha podido avanzar en la mejora de la situación y planificación hídrica nacional porque cada reivindicación territorial ha tenido la respuesta negativa de otra región.
Las fuentes consultadas por este medio aseguran que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no ha avanzado en el grupo de trabajo de expertos de cada autonomía para determinar el futuro del trasvase Tajo-Segura.
Reunión de expertos, decepcionante
El primer encuentro fue "muy decepcionante" aseguran las mismas fuentes y no se pudo progresar en nada, ya que el Ministerio se limitó a escuchar y a advertir que la posición de cada Autonomía es "respetable" pero que la decisión sobre la conducción de agua se tomará de manera unilateral por el Gobierno de España.
A día de hoy se está a la espera de una segunda reunión a la que los expertos designados por cada Autonomía deben llevar "una propuesta" que será escuchada pero que no es vinculante para el departamento que dirige Teresa Ribera.
Page, al ataque
El punto de partida de Castilla-La Mancha y de las tres regiones destinatarias del agua del trasvase (Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía) es diametralmente opuesto. Emiliano García-Page advirtió ayer que no van a ceder en su pretensión de aumentar el caudal ecológico del río Tajo y esgrimió las sentencias favorables que obtuvo su Gobierno.
Para Page, los murcianos y los valencianos (que suman 7 millones habitantes) son un poco despilfarradores con el agua y acusa a López Miras y a Mazón de no vivir en la actualidad y estar "anclados en los trasvases".
La realidad es que, pese a que tanto la Región de Murcia como la Comunidad Valenciana son líderes en España en reutilización de agua, no han conseguido esa "solidaridad" que pretenden ni desde Castilla-La mancha ni desde Aragón, que se opone a un trasvase de agua desde el Ebro.
Al igual que sucede con la infrafinanciación, el déficit hídrico sigue décadas después en el mismo punto de partida y de discusión con diferentes líderes, de diferentes partidos y en diferentes épocas. Las fuentes consultadas por este medio aseguran que "no tenemos esperanzas" de que en esta legislatura la situación actual de fractura se pueda revertir.
muerto
lo que tendrian que hacer MAZON Y LOPEZ es prohibir la entrada de los manchegos en sus comunidades para que no gasten agua en verano en duchas baños etc etc .y que veraneen en su comunidad y gasten su agua .