El ambiente entre las dos candidatas del PP de Madrid para el Ayuntamiento y la Comunidad no ha sido como para hablar de una luna de miel entre Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. Pero en los segundos niveles las zancadillas han sido constantes, según le dicen a este Buscón personas que han trabajado en la campaña.
El día y la hora en el que Cristina Cifuentes presentaba el programa de Transportes en una estación de Metro, en la recién inaugurada estación de Paco de Lucía, el consejero de la misma materia en la Comunidad de Madrid, Pablo Cavero, presentaba a la prensa una aplicación para móvil. Cavero fue consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid con Esperanza Aguirre, y en la actualidad con Ignacio González. La candidata al Ayuntamiento lo ha rescatado como concejal en la lista popular.
Curiosamente, el director general del Metro, Ignacio González Velayos, y el gerente del Consorcio de Transportes, Jesús Valverde, estaban en el acto de la candidata y no en el de su responsable político. La presentación de la aplicación fue considerada como una “contraprogramación” por la candidatura del PP a la Comunidad de Madrid.
También se han producido quejas por la rapidez y el número de fotos que los responsables de la página del PP de Madrid, en poder de gente de Aguirre, subían a la web. El equipo de Cifuentes fiscalizaba el número y el tiempo que tardaban en colocar las de la candidata a la Comunidad de Madrid, así como el número de las mismas.
Pero quizá el tema que más ha dolido a la gente de Cifuentes es la campaña que se montó con autobuses diciendo que no había que votar a la candidata a la Comunidad porque era favorable al aborto. El día que la Junta Electoral prohibió el autobús en el que se pedía que no se votara a Cifuentes, Esperanza Aguirre dijo en un desayuno: "Estoy a favor de la libertad de opinión, tanto de la de Cifuentes como la de estos señores que hacen esa campaña".
Estas declaraciones dolieron a la candidatura popular porque consideraron que no era el momento oportuno para apoyar a una organización que pedía que no votara a una compañera de partido. Se cree que detrás de esta campaña estaban personas cercanas al Partido Popular con buenas relaciones con militantes que van en la lista de Cristina Cifuentes por imposición de la presidenta del partido en Madrid.
Cuando la Junta Electoral prohibió el autobús anti-abortista se colocaron en algunas carreteras de entrada y salida de Madrid pancartas contra Cifuentes, así como carteles en algunas calles.