El juez del caso Púnica, Eloy Velasco, ha citado a 40 personas, aproximadamente la mitad imputados y la otra mitad testigos, vinculadas todas ellas con municipios de la Comunidad de Madrid y la de Valencia y relacionados con las últimas confesiones que hizo el presunto líder de la trama David Marjaliza. El magistrado les ha llamado a declarar a raíz de las declaraciones que prestó Marjaliza el pasado julio durante tres días a lo largo de unas trece horas y que permanecen bajo secreto de sumario.
Entre los citados, se encuentra el exalcalde del PP en Gandía Arturo Torró y también había sido llamado a declarar el que fuera concejal de contratación en ese mismo Ayuntamiento Víctor Soler, cuya citación el juez ha dejado sin efecto al conocer su condición de aforado como actual diputado autonómico en las Cortes Valencianas, institución a la que se ha dirigido para confirmar el aforamiento.
Las citaciones las hace el juez en el marco de la pieza separada número 9 que se refiere a la trama internacional de presunto blanqueo de capitales, así como en relación a las comisiones rogatorias internacionales y "otros flecos que se están investigando", según las fuentes.
Tras Marjaliza declaró también su secretaria Ana María Ramírez, que días después quedó en libertad tras pagar una fianza de 40.000 euros
Las declaraciones se prolongarán hasta diciembre
Los interrogatorios comenzarán este septiembre y se prolongarán en octubre y diciembre, si bien habrá un parón en las declaraciones por el traslado a finales de este mes de los jueces centrales de instrucción a la reformada sede de la Audiencia Nacional en la calle Génova, han informado hoy fuentes jurídicas.
El pasado julio, Marjaliza, que permanece en prisión al igual que su amigo y también presunto cabecilla de la trama, el exconsejero madrileño del PP Francisco Granados, declaró a lo largo de tres días ante Velasco después de haberse negado a hacerlo cuando fue detenido hace ya casi un año.
Tras la confesión de Marjaliza, cuyo contenido no ha trascendido por estar bajo secreto, fue llamada a declarar su secretaria Ana María Ramírez, que tras comparecer durante dos horas y media volvió a prisión, aunque días después el juez la dejó en libertad tras el pago de una fianza de 40.000 euros.
Ramírez está considerada la "mano derecha" de Marjaliza y en el registro de su casa se encontraron ocultos, detrás de cómodas, debajo de los colchones, dentro de una maleta y en bolsas situadas bajo las camas, documentos con correos sobre cuentas de Suiza y Singapur de su jefe.
En esos lugares aparecieron también organigramas de empresas de la red Púnica y contratos privados que, según el juez, ponen de manifiesto la verdadera titularidad de las sociedades de la trama.