La Seguridad Social ha decidido poner fin a uno de los problemas más importantes que existen hoy en día: el tabaquismo. Forma parte de la normalidad pasar por las calles y ver a la gente con un cigarro en la mano, grupos de amigos sentados en terrazas con el cenicero a rebosar, personas pasando el descanso de sus trabajos echando humo...
Fumar tabaco está vinculado a más de 25 enfermedades, destacando su relación con varios tipos de cáncer y siendo la principal causa de muertes por cáncer de pulmón. Por otro lado, es responsable de más del 50% de las enfermedades cardiovasculares.
Fumar genera una adicción tanto física como psicológica, por lo que una vez que se empieza es muy complicado dejarlo, ya que esta práctica genera síndrome de abstinencia. Aunque hay quien piensa que fumar ayuda a controlar la ansiedad y relaja, la realidad es que la nicotina es un estimulante, con lo que el efecto es el contrario.
Dejar de fumar ofrece beneficios tanto para la salud como para el bolsillo. Por un lado, dejar de gastar en cigarrillos libera un dinero que puede destinarse a otras necesidades. Por otro lado, el tabaquismo acelera el envejecimiento, contribuye a la aparición de arrugas y afecta negativamente la salud bucodental, la piel y el olor corporal, lo que puede influir en la percepción personal y social.
No importa la edad que se tenga, según un estudio realizado en la Universidad de Toronto, por investigadores de Unity Health Toronto, siempre es un buen momento para abandonar este mal hábito. Dejar de fumar reduce significativamente el riesgo de enfermedades y sus complicaciones, como las infecciones respiratorias, mejorando así la calidad de vida.
Las ayudas de la Seguridad Social para dejar de fumar
Si uno de tus objetivos este 2024 es dejar de fumar, debes saber que cuentas con ayudas de la Seguridad Social para cumplir tu propósito. Sanidad financia desde hace varios meses dos fármacos que alivian la ansiedad provocada por dejar de fumar.
Todacitan, el primero de los medicamentos, es un tratamiento de 25 días que consigue disminuir progresivamente la dependencia de la nicotina al aliviar los síntomas de la abstinencia. Se administra por vía oral y se aconseja su uso únicamente en personas mayores de 18 años y menores de 65 años. Su componente activo es la citisina y es importante tener en cuenta que debe utilizarse con precaución en caso de padecer alguna enfermedad respiratoria, cardíaca o vascular.
Durante los primeros tres días, el fumador debe tomar una pastilla cada dos horas. Del cuarto al duodécimo día, disminuirá a una pastilla cada dos horas y media, lo que equivale a cinco pastillas al día. A partir del día 13, la dosis diaria se reduce a cuatro pastillas hasta el día 16, luego a tres pastillas del día 17 al 20, y finalmente a una o dos pastillas al día hasta completar el tratamiento de 25 días, todo ello financiado por la Seguridad Social gracias a su ayuda para dejar de fumar.
El otro fármaco que ofrece la Seguridad Social es Recigarum, está disponible desde hace más de tres meses y actúa disminuyendo los síntomas psicológicos que proporciona el estado de abstinencia, es decir, el estado de ánimo deprimido, irritabilidad, ansiedad, insomnio etc. Al igual que el anterior, contiene el mismo ingrediente activo, la citisina, y su tratamiento tiene una duración de 25 días. Se desaconseja su uso en menores de edad y en personas mayores de 65 años.
Empezará con seis comprimidos diarios, concretamente uno cada dos horas durante doce horas. El paciente deberá dejar de fumar al quinto día del inicio del tratamiento. La Seguridad Social ha financiado un tratamiento al año para cada paciente.
La Seguridad Social cubrirá el costo de estos medicamentos si es necesario, lo que podría ser la señal que estabas esperando para finalmente tomar la decisión de dejar de fumar.