2019 ha cerrado una década que muchos no dudan en calificar de gloriosa para el deporte español. La consecución del primer mundial de fútbol, el deporte más popular, disparó a partir de 2010 el orgullo de un país que se ha acostumbrado a disfrutar de auténticos héroes deportivos como Rafael Nadal, Andrés Iniesta, Íker Casillas, Fernando Alonso, Marc Márquez, Carolina Marín, Mireia Belmonte o Lydia Valentín, entre muchos otros.
"Soy español, dime a qué quieres que te gane", es la frase popular en las redes sociales que resume ese sentimiento de orgullo que se ha nutrido de sucesivas proezas de representantes españoles, grupales e individuales, en el fútbol, baloncesto, tenis, natación, Fórmula 1, motociclismo, ciclismo, balonmano, bádmington, halterofilia, etcétera.
Lo anterior, con el matiz de que el número de medallas olímpicas españolas se ha mantenido igualmente discreto, muy lejos de los números de las grandes potencias del deporte como son hoy en día EE.UU. y China, e incluso la vecina Francia: España consiguió 19 medallas en Pekín 2008, 20 en Londres 2012 y 17 en Río 2016.
Cae la inversión pública y crece el interés privado
Y ello en paralelo a una década de recortes en la inversión pública en deporte, que ha caído un 10% en España frente a la subida del 4,2% de la media europea. Según las últimas cifras de Eurostat, las administraciones europeas invierten de media 100 euros por habitante en deporte. Francia dedica 183 euros por habitante y Alemania, 99,4.
España forma parte de la tendencia de la Europa occidental a la baja, con Reino Unido como mayor exponente (allí ha caído a los 60 euros por habitante). En nuestro país se invierten en estos momentos unos 4.300 millones, esto es, 92 euros por habitante. En la Europa del Este, la tendencia es la contraria, y Hungría, su mayor exponente: invierte ya 155 euros por habitante en deporte. Paralelamente, Suecia, Finlandia, Holanda y Dinamarca siguen abanderando la inversión en Europa con 200 euros o más por habitante en el ámbito deportivo.
El número de empresas vinculadas a actividades deportivas (que no de fabricación de artículos deportivos ni comercio al por menor) se ha casi duplicado, de 15.000 en 2008 a 28.000 en 2018
Profundizando en la situación española, un informe gubernamental revela que la inversión pública en deporte ha caído, desde 2010, en todos los niveles. Respecto al PIB, la inversión estatal ha bajado del 0,02% al 0,01%, la autonómica del 0,05% al 0,03% y la local, del 0,28% al 0,18%.
En el mismo tiempo, el número de empresas vinculadas a actividades deportivas (que no de fabricación de artículos deportivos ni comercio al por menor) se ha casi duplicado, de 15.000 en 2008 a 28.000 en 2018. El deporte, además, ha pasado de representar el 0,7% del gasto de los hogares en 2008 al 1,1% en 2018, y las matriculaciones en cursos de enseñanza del deporte se han duplicado.
Viejos (y algunos nuevos) héroes
Dentro de ese contexto, en 2019, varios triunfos españoles han mantenido igualmente vivo el mito del "soy español, a qué quieres que te gane". Han sido conquistas que suenan en algunos casos a los últimos coletazos de generaciones doradas de otro tiempo, cuando no hazañas individuales.
El caso del baloncesto ha sido quizá el más paradigmático. La veterana selección masculina del italiano Sergio Scariolo consiguió de manera sorprendente el título mundial de baloncesto en China. Fue un torneo pinchado por la decisión de EE.UU. de asistir con un equipo que no se podía considerar ni 'B', pero lo cierto es que incluso la propia NBA también se ha encargado de poner de relieve este año la estela gloriosa de un baloncesto español hijo de otros tiempos: Marc Gasol (34), hermano de Pau, protagonizó el histórico primer anillo de un equipo no estadounidense, los 'Raptors' de Toronto.
Paralelamente, la madura selección femenina de baloncesto ha conseguido este año la que es su tercera corona en los últimos cuatro Eurobasket y la séptima medalla consecutiva sobre sus últimas siete participaciones en competiciones internacionales. El incipiente deporte femenino despierta también esperanzas sobre el balonmano, donde la selección nacional se ha erigido este año, contra todo pronóstico, en subcampeona mundial.
Triunfo español incontestable ha sido, en cualquier caso, el dado en la Copa Mundial de Tenis o Copa Davis celebrada en Madrid en noviembre. El nuevo formato, de tres partidos por eliminatoria, favoreció las posibilidades de un combinado español que al fin y al cabo necesitó de que el número uno del mundo de ese deporte, el ya legendario Rafael Nadal (33), ganara todos sus partidos, tanto de single como dobles.
Por su parte, Marc Márquez ha vuelto a evidenciar que, a sus 26 años, es la mayor promesa individual de títulos mundiales para el deporte español en el presente y el futuro, tras conquistar su octavo título mundial de Moto GP, la categoría madre del motociclismo y una de las más importantes del automovilismo.
El ya histórico Fernando Alonso (38), igualmente, volvió también a hacer de las suyas ganando las míticas 24 horas de Le Mans, dejando la puerta abierta a un epopéyico regreso a la competición reina del automovilismo, la Fórmula 1, en 2021.