La Guardia Civil ha detenido en Barcelona a un ciudadano marroquí que había jurado su fidelidad al Estado Islámico y que había desarrollado planes para perpetrar un atentado en fechas inminentes, coincidiendo con el confinamiento por el coronavirus. La operación ha sido liderada por los servicios de Información del Instituto Armado, junto a la Dirección General de Seguridad del Territorio (DGST) marroquí y el FBI de Estados Unidos.
Según la Guardia Civil, el individuo presentaba un extenso historial de radicalización que venía proyectándose en los últimos 4 años. Se trataba de un proceso de radicalización discreto, tanto en el plano físico como en el virtual. En las últimas semanas, coincidiendo con el confinamiento por la pandemia del coronavirus, habría asumido aún más los preceptos del Estado Islámico, llegando a jurar fidelidad a la organización terrorista.
Los investigadores sostienen que el detenido tenía planes para llevar a cabo un atentado terrorista, desconociéndose la concreción del mismo. Los agentes explotaron la operación por el alto riesgo que el individuo representaba para la seguridad nacional.
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