Siete de julio San Fermín. Pamplona, ciudad a la que esa popular canción invita a ir durante las fiestas, ha estado marcada en los últimos años por el acoso sexual a las mujeres provocados, presuntamente, por el exceso de alcohol. Como si se tratase de un thriller psicológico, desde los encierros de 2016 hasta hoy, van trascendiendo las distintas versiones y las claves del juicio contra los cinco jóvenes sevillanos por supuesta violación a una joven madrileña de 18 años conocidos como 'La Manada', por el nombre con el que bautizaron su grupo de WhatsApp, y con ellas, las teorías sobre si este tipo de actuaciones podrían evitarse a través de la educación.
Si el pasado año el Instituto de la Mujer de Castilla La Mancha presentaba una campaña pionera en el país para prevenir la violación "en cita" con el lema 'Sin un sí, es un no' -una forma de agresión que, según los artífices de la iniciativa, ocurre en encuentros pactados con un amigo, un conocido, o con alguien que quieres conocer a diferencia de las que ocurren en un asalto callejero-, este noviembre ha sido una editora la encargada de lanzar una propuesta desde la plataforma Change.org dirigida al Ministerio de Educación con el fin de prevenir el acoso sexual, abusos o violaciones como la denunciada por la supuesta víctima de 'La Manada'.
Pacto de Estado
"España está conmocionada por el caso de 'La Manada'. Se ha convertido en un tema de debate sobre el que debemos pararnos a pensar y tratar de buscar soluciones para que no se vuelva a producir nunca. Y, como siempre, la mejor forma de evitar este tipo de situaciones es desde la educación", considera la editora Iria Marañón.
"Necesitamos que en el Pacto de Estado sobre Educación, que se discute ahora mismo en el Congreso, se implante, desde ya, contenido afectivo-sexual obligatorio en el nuevo currículo de Secundaria, que prevenga comportamientos que atentan contra la dignidad de las mujeres", añade en una petición que ya cuenta con más de 300.000 firmas.
Si contra el 'bullying' hemos empezado a adoptar protocolos y modelos que buscan la prevención, ¿por qué no hacerlo también con la violencia sexual?"
En el caso de 'La Manada', dice, hemos visto las conversaciones que estos jóvenes mantenían por WhatsApp, el tipo de vídeos que compartían, los insultos y la constante humillación que dirigían hacia las mujeres: "Estas conversaciones son el reflejo de un sistema más extendido de lo que pensamos, que hay que cambiar desde la educación, ya que muchos chicos, por culpa de la cultura de la violación, el fácil acceso a la pornografía y a la prostitución, consideran a las mujeres como simples objetos a merced de sus fantasías sexuales".
Si contra el 'bullying' hemos empezado a adoptar protocolos y modelos que buscan la prevención, como el programa KIVA importado desde Finlandia, "¿por qué no hacerlo también con la violencia sexual?", se pregunta la promotora de la campaña. "Hoy, los jóvenes, desde muy pronto, están sometidos a muchos impactos en medios de comunicación, redes sociales, etc. y necesitan herramientas para enfrentarse a contenidos pornográficos, humor degradante o conversaciones que humillen o menosprecien a las mujeres. La familia y el sistema educativo son básicos para crear los pilares de una educación afectivo-sexual sana, que no fomente el machismo, ni la violencia", considera.
