De haber resultado ganadora en Buenos Aires (Argentina) la candidatura madrileña para organizar los Juegos Olímpicos de 2020, el golf hubiese tenido un destacado papel en la celebración de este evento. Como aventuraba el presidente de la Real Federación Española de Golf, Gonzaga Escauriaza, que también formó parte de la delegación de Madrid 2020 en la cita bonaerense, la victoria iba a suponer el “empujón definitivo” para el golf en toda la región. El Club de Campo era el lugar elegido para acoger esta disciplina, que volverá a ser olímpica ya en Río de Janeiro 2016. Con sólo unas “pequeñas modificaciones” comentaba Escauriaza, estas instalaciones quedarían “maravillosamente”.
Sin embargo, Tokio arrebató todas las esperanzas y Madrid tendrá que esperar como sede de golf olímpico. Entretanto, la Real Federación Española de Golf se consuela con otras ayudas públicas, como la reciente adjudicación de un contrato por parte del Ministerio de Defensa para que preste “asesoramiento en materia deportiva, organización de campeonatos y servicios de ‘greenkeeper’ (técnico agrícola)” en la base aérea madrileña de Torrejón de Ardoz. La formalización de este acuerdo, cuyo importe asciende a 65.318,99 euros (IVA incluido), tuvo lugar la pasada semana. El plazo de ejecución de este contrato, según los pliegos de condiciones técnicas consultados por Vozpópuli, concluye el próximo 24 de diciembre de 2013. La Jefatura de la Sección Económico Administrativa 22 - Base Aérea de Torrejón (Agrupación de Base) aparece como firmante de la adjudicación, que ha seguido tramitación ordinaria y procedimiento negociado sin publicidad.
El Ejército del Aire concibe el campo como "un punto de encuentro donde se fomente la convivencia, social y deportiva, y que permita establecer lazos, tanto individuales como colectivos"
El campo de golf del Ejército del Aire en esta localidad madrileña fue diseñado por Marcelino Sota y consta de 18 hoyos, par 72, dos putting green, bunker de prácticas, driving range (puestos estáticos), vestuario, duchas, parking, escuela de golf y casa-club. Defensa concibe el campo como “un punto de encuentro donde se fomente la convivencia, social y deportiva, y que permita establecer lazos, tanto individuales como colectivos, entre los miembros del Ejército del Aire y aquellos que compartan las instalaciones”.
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 14 de Madrid obligó el pasado año a Defensa a pagar cerca de 450.000 euros en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) devengado por las instalaciones civiles de la base aérea de Torrejón de Ardoz, "no afectas al uso militar”, en 2008. El Ayuntamiento, gobernado por el popular Pedro Rollán, había ido girando al ministerio los recibos del IBI de “manera ininterrumpida”, pero el Ejecutivo recurrió tal decisión.
"Un paraíso fiscal", según el alcalde
El departamento de Defensa fue instado a abonar 449.528 euros por "tres recibos del IBI del 2008 correspondientes al uso comercial y civil de la pista de aterrizaje", pues, según el alcalde, en la base aérea operaban compañías comerciales de aviación privada y "por otros servicios generales de la base", es decir, "bolera, sucursal bancaria y campo de golf". Rollán calificó la zona aérea de Torrejón de "paraíso fiscal para las empresas que operan en el interior del acuartelamiento" y denunció como "agravio comparativo económico para la ciudad el hecho de que ciertas actividades no paguen sus impuestos por la sola razón de desarrollarse en el interior de la base".
Se da la circunstancia de que éste es el tercer contrato en sólo unos meses que Defensa adjudica para el cuidado de un campo de golf en suelo militar. El Gobierno dirigió 350.000 euros a sendos trabajos de “paisajismo” en las instalaciones de las bases aéreas militares de Cuatro Vientos (Madrid) y Zaragoza. En el primero de los casos y para un periodo de dos años, destinó 260.000 euros a los “servicios necesarios para el mantenimiento integral del campo de golf, escuela de golf, campo de prácticas y viveros del Centro Deportivo y Sociocultural del Ejército del Aire (C.D.S.C.E.A) Barberán y Collar”. En la segunda de las actuaciones, se invirtieron 89.400 euros en el “mantenimiento integral (por un año) de las instalaciones deportivas de precisión: campo de golf, zonas de prácticas y jardines aledaños a la oficina de las instalaciones” zaragozanas.
Ambos campos son de dimensiones inferiores al de Torrejón (la parcela aquí se extiende sobre 897.583 metros cuadrados) y no gozan de 18 hoyos, sino nueve. Mientras el de Cuatro Vientos posee 139.000 metros cuadrados de calles, 7.100 de greens, 10.650 de tees y 50.000 de rough, el de Zaragoza comprende 62.300 metros cuadrados de calles, 3.500 de greens, 26.500 de rough (terreno no segado, hierba alta o maleza) y 6.500 de tees (inicio del juego).