La década de los veinte del presente siglo está poniendo a prueba las capacidades de las Fuerzas Armadas, aunque con desafíos -todos ellos en territorio nacional- que difícilmente se podrían haber imaginado: la pandemia del coronavirus, la erupción del volcán de La Palma y, ahora, ante la DANA de Valencia. Es precisamente en este último escenario donde se encuentra el mayor despliegue militar en tiempos de democracia. Más de 8.500 efectivos, lo que duplica en número a todos los contingentes en misiones en el exterior.
Hacer un repaso de los principales desafíos a los que se ha enfrentado el Ministerio de Defensa en 2024 remite inequívocamente a Valencia. “Estamos acostumbrados a ver cosas así, pero que pase en tu casa…”, apuntaba en una reciente entrevista con Vozpópuli el teniente coronel Briones, jefe de fuerza del Ejército del Aire y el Espacio en apoyo a las inundaciones de Valencia. Un sentir extendido por los miembros de las Fuerzas Armadas que aún están desplegados sobre el territorio, con el objetivo de restablecer la normalidad operativo a la mayor brevedad posible.
Porque la normalidad emocional difícilmente será recuperable: 222 muertos y daños catastróficos en propiedades y estructuras, para dejar una herida que difícilmente cicatrizará. “Hay gente que ha perdido su casa. Hay gente que ha perdido su casas y su negocio. Hay gente que ha perdido su casa, su negocio y a sus seres queridos”, definía a este diario la comandante María Romero García-Aranda, del Cuerpo Militar de Sanidad y desde hace un año en la Brigada Paracaidista.
Ella es psicóloga militar. Y forma parte del equipo de 25 especialistas que, tras la tragedia, llamaban puerta por puerta interpelando a los vecinos de Paiporta, Alfafar, Benetúser, Sedavi… sobre sus necesidades y su estado. “No es habitual que tratemos con civiles. Pero ante situaciones extremas, medidas extremas”, apuntaba la comandante.
Medidas extremas
Y esas medidas extremas se traducen en el mayor despliegue militar en tiempos de democracia. Al menos, en número de efectivos. Según datos oficiales del Ministerio de Defensa, sobre el terreno se han llegado a desempeñar más de 8.500 efectivos de las Fuerzas Armadas en una sola jornada. Una cifra que supera el máximo de tiempos de pandemia de coronavirus.
Unidad Militar de Emergencias (UME), Ejército de Tierra, Ejército del Aire y del Espacio, Armada, Guardia Real, Inspección General de Sanidad de la Defensa (IGESAN)… más los efectivos que desde cuarteles generales coordinan los diferentes dispositivos. A todo ello hay que sumar capacidades terrestres, navales y aéreas, con el objetivo de despejar los espacios públicos, reabrir colegios y resodencias -entre otros-, rastrear las zonas asoladas en busca de personas desaparecidas y atender directamente a los vecinos afectados.
Desde el Ministerio de Defensa apuntan que “ya está todo preparado de cara al mantenimiento del despliegue durante las próximas fechas navideñas y todo el tiempo que sea necesario, tal y como ha afirmado la ministra desde el primer momento de la emergencia”. Aunque eso suponga mantener la cifra de 8.500 efectivos sobre el terreno.
Misiones en el exterior
Por trasladar una comparación, la cifra duplica el número de militares desplegados en el exterior. Como contó Vozpópuli, las Fuerzas Armadas registraron el pasado mes de junio su cifra récord de efectivos en misión, hasta alcanzar los 5.200 efectivos. No se trata de una estimación habitual, ya que este listón se ubicaba habitualmente en la cifra de los 3.000.
En ese momento, no obstante, confluyeron varios factores que engrosaron el cómputo total. Por ejemplo, la presencia de efectivos en Mali, en la misión que la Unión Europea ya ha replegado; o la actividad de la del grupo naval Dédalo en el Mediterráneo, con cuatro buques, aviones o helicópteros, con 1.725 efectivos.
Desafíos en un mundo en crisis que se complementan a los que se registran en territorio nacional, con Valencia como epicentro de los esfuerzos militares. Y así se mantendrá, según Defensa, “el tiempo que sea necesario”.