España

Más allá de Elena Cañizares: otros casos de acoso y rechazo por haber pasado la covid-19

La estudiante de enfermería saltó a la palestra esta pasada semana después de que sus compañeras de piso la invitaran a irse de casa por estar contagiada. Sin embargo, no estamos ante un caso aislado

  • Más allá de Elena Cañizares: otros casos de acoso y rechazo por haber pasado la covid-19.

Dio positivo trabajando en una residencia de ancianos en la que había residentes contagiados de coronavirus. Sus compañeros de piso y la propietaria de la vivienda le invitaron a marcharse incluso habiéndose hecho ellos pruebas de detección de covid-19 y habiendo pasado una cuarentena. Desde hoy vive en un albergue para personas sin hogar en la ciudad maltesa de Birkirkara.

Esta es la historia de Ahmed, un joven paquistaní residente en Malta. No se trata de un caso aislado ni ajeno a España. La estudiante de enfermería Elena Cañizares saltó a la palestra esta pasada semana después de denunciar en redes sociales que sus compañeras de piso querían echarla de casa por estar contagiada pidiéndole que se mudase con sus padres, algo que conllevaría saltarse el protocolo de rastreo. Su testimonio causó una gran indignación, pero también multitud de muestras de solidaridad; la que no encontró entre las personas con las que convive. 

Paula, nombre ficticio para mantenerse en el anonimato, vivió una situación semejante hace un mes y medio. Dio positivo en covid-19 después de que tres miembros de su familia se contagiasen. Tras haber estado en cuarentena en su casa y superar la enfermedad habiendo tenido multitud de síntomas como dolor de cabeza, pérdida de olfato y gusto e incluso ansiedad, Paula se incorporó a su puesto de trabajo, pero al hacerlo se topó con el rechazo de sus compañeros de trabajo.

Imagínate cómo me sentí al encontrarme este panorama tras haberlo pasado fatal con el virus y viviendo sola"

"Llegaron a preguntarme qué hacía acudiendo a la finca", explica a Vozpópuli sobre la vuelta a los campos de cultivo de la Comunidad de Madrid en los que desarrolla su trabajo como bióloga. Para su incorporación, Paula tuvo que realizarse una prueba de detección cuyo resultado, tras 10 días sin salir de casa, fue negativo. "Ni eso les valía", relata en referencia al comportamiento de sus compañeros. 

El estigma social del coronavirus

El caso de Raquel es similar. Ella dio positivo en covid-19 hasta en dos ocasiones. Tres semanas después de haber sido dado de alta, ya acudiendo a trabajar y haciendo una vida normal, se encontró con el rechazo de sus amigas, que declinaron invitarla a una celebración en el piso de una de ellas. "Los padres de una de las chicas son de riesgo y consideraron que era mejor que yo no fuese al cumpleaños", relata a este diario. 

El rechazo y el acoso vivido por estas personas se suma al malestar provocado por la enfermedad. "Imagínate cómo me sentí al encontrarme este panorama en el trabajo tras haberlo pasado fatal con el virus y viviendo sola", señala Paula. 

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