La crisis migratoria que sufre España se ha intensificado sobremanera en este 2024. Tanto por vía marítima, a través de los puertos de las Islas Canarias, como aérea, mediante los diferentes aeropuertos del país, decenas de personas en situación irregular llegan a nuestro país.
Muchas de ellas son menores de edad en situación de no acompañamiento, lo que comúnmente se conoce como menas. Este repunte se ha repartido a lo largo de los diez meses que han transcurrido del año, llegando a tener picos tan brutales como los 274 menores que aterrizaron en Barajas provenientes de África para buscar un nuevo porvenir.
El Gobierno de la nación, ante la imposibilidad de gestionar de forma correcta esta situación, empezó a mandar a todos los inmigrantes a las diferentes Comunidades Autónomas, provocando en muchos casos un colapso sin parangón. A esto se suma la deriva en política exterior del Ejecutivo esta semana, apostando por una sobreocupación en todas las regiones para que la Unión Europea apueste active el plan de crisis migratoria y acepte derivaciones para algunos de ellos.
Hay dos grandes ubicaciones donde desplazar a estas personas. En primer lugar, los centros de primera acogida, donde las autonomías están haciendo sitio a los menores no acompañados. La Comunidad de Madrid cuenta con más de 100 centros de este estilo, siendo el último en abrirse el de La Cantueña (Fuenlabrada), con 96 plazas habilitadas.
Al margen de estos centros de primera acogida, en la capital existen dos grandes macrocentros para extranjeros en situación irregular de toda índole. El primero, en el cuartel Primo de Rivera de Alcalá de Henares, el cual lleva reconvertido desde el pasado mes de noviembre en un Centro de Acogida de Emergencia y Derivación para Inmigrantes (CAED). El otro, el cuartel general de Arteaga en el madrileño barrio de Carabanchel.
Entre los dos, suman 2.700 inmigrantes acogidos en la actualidad, una cantidad que ha llegado tras las actualizaciones de esta semana. El pasado miércoles, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, a través de su portavoz, Miguel Ángel García Martín, informó que la Delegación del Gobierno les había notificado, vía correo electrónico y sin más preámbulos, que se habilitarán un total de 108 plazas más en Carabanchel y 105 en Alcalá de Henares.
Un hecho que vuelve a poner de manifiesto el pésimo estado que atraviesa la relación entre ambas administraciones, algo que no solo se ciñe a la llegada el año pasado de Francisco Martín, también a las diferentes personas que han ocupado el cargo en los seis años de Gobierno del PSOE y Pedro Sánchez.
Falta de transparencia y hacinamiento
Esta ampliación ha sido considerado un "ejercicio de cinismo" por parte del Ejecutivo de la CAM, ya que el mismo Gobierno que llena los macrocentros pone el grito en el cielo con Ayuso por levantar centros de primera acogida. La principal autoridad de Alcalá de Henares, la alcaldesa popular Judith Piquet, ha criticado con dureza en sus redes a Moncloa. "Nos dijeron que llegarían 50 inmigrantes, que no habría menores y que sería temporal. Ni una sola verdad y sigue mintiendo. Llevamos más de 6.000".
Ambos centros han sobrepasado con creces sus capacidades, un hecho que desde el consistorio municipal achacan a la falta de información y transparencia del Ejecutivo, en este caso, de la Secretaría de Estado de Migraciones. Por tanto, la situación se está volviendo cada día más insostenible en el plano migratorio. Hacinados, confusos y sin políticas que pueda solucionar esta crisis.