Es "humo" y "contraproducente". Así calificó ayer Pablo Casado la contrarreforma laboral del Gobierno de Sánchez después del pleno de aprobación de los Presupuestos en el Congreso. Con estas palabras, ratificó el 'no' de su partido al decreto ley del Ejecutivo, pese a las voces en el PP que se inclinan por una abstención. El presidente popular tiene clara su posición ante la debilidad parlamentaria del PSOE... y las discrepancias internas en CEOE con su presidente, Antonio Garamendi.
Según explican a Vozpópuli dirigentes del Partido Popular, importantes empresarios han hecho llegar a Génova su malestar por el acuerdo alcanzado entre el presidente de la patronal, los líderes sindicales, y el Gobierno.
Algunos no entienden esta nueva "cesión" de Antonio Garamendi, después de meses advirtiendo que rechazaría una derogación, aunque fuera parcial, de la reforma laboral de Mariano Rajoy de 2012.
División en la CEOE
Los cargos del PP consultados afirman que el último pacto con Yolanda Díaz ha provocado "mucho revuelo" en la CEOE, donde empieza a haber cierta contestación interna contra Garamendi: "Algunos le echan en cara haberse convertido en el socio de la ministra de Trabajo".
Cabe recordar, en ese sentido, que en la propia patronal se produjo un intenso debate para fijar la posición de la CEOE respecto a la nueva reforma laboral impulsada por el Gobierno de Sánchez. En ese sentido, y tal y como desveló El Mundo, Garamendi tuvo que imponerse a los díscolos de la CEOE, con el presidente de la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre al frente. Al ex diputado de CiU, de hecho, llegó a 'animarle' a votar en contra si no estaba de acuerdo con la propuesta del Ejecutivo.
Las fuentes consultadas por este diario añaden, además, que los representantes de la patronal madrileña, CEIM, y de la mayor organización profesional agraria de España, Asaja, también han sido de los más beligerantes en contra del acuerdo entre la CEOE y el Gobierno.
Ante esa circunstancia, apuntan desde el PP, "nosotros no podemos respaldar una contrarreforma a la que además nos hemos negado desde el primer momento". Respaldar ese real decreto, añaden, supondría "dar oxígeno a Sánchez" y, además, "no escuchar a aquellos empresarios que piden no ceder más ante el Gobierno". Una postura que reclaman tanto al presidente de la patronal como al propio Partido Popular.
"No compartimos su decisión"
Desde Génova afirman que la relación con Garamendi y la propia CEOE es "normal" y "la que tiene que ser", a pesar de las tensiones vividas en los últimos meses. En el recuerdo está, por ejemplo, el día en el que Garamendi respaldó ante el Cercle d' Economía los indultos a los presos del procés frente a la oposición de Casado, que mantuvo su rechazo a la medida de gracia en ese mismo foro apenas unas horas después.
Esa "cordialidad" existente entre el PP y el presidente de la CEOE, sin embargo, no impide que Pablo Casado se mantenga firme en su oposición a la contrarreforma laboral pactada por la patronal y el Gobierno: "Respetamos su decisión, pero no la compartimos".
En la dirección nacional del partido recuerdan, además, que la posición del partido no ha cambiado en este sentido, ya que "siempre mantuvimos nuestro rechazo a la contrarreforma y así lo ratificó el propio Casado el pasado jueves, antes de concretarse el acuerdo".
El PP, por tanto, comparte las críticas de importantes empresarios al acuerdo entre el Gobierno, la CEOE y los sindicatos, y llegará hasta el final con su rechazo: "Para empezar, una medida así debería ser aprobada como proyecto de ley y no real decreto. Puede ser recurrible ante el Tribunal Constitucional", avisan las fuentes consultadas.
Sin noticias de Sánchez
Desde el Partido Popular advierten, además, que el texto aprobado por el Consejo de Ministros está medido al milímetro y que cualquier modificación a nivel parlamentario puede tener consecuencias: "Si el Gobierno lo toca para blindar el apoyo de ERC o Bildu, Bruselas puede echarlo para atrás".
El Ejecutivo, por tanto, se encuentra en un callejón sin salida y el PP, tal y como aseguró ayer Casado, no puede ser la tabla de salvación a los "enjuagues que hace Sánchez con Podemos". Y menos aún, afirman desde Génova, "cuando nadie del Gobierno nos ha llamado para llegar a un acuerdo".
Nadie del Gobierno nos ha llamado para llegar a un acuerdo
En ese sentido, las fuentes consultadas afirman que ni la presidencia del partido, ni la dirección del Grupo Parlamentario, ni el equipo económico del PP han sido contactados por el Ejecutivo para tratar de acercar posturas o negociar un texto alternativo.
Ahora, advierten desde el partido, "no pueden pretender que apoyemos una contrarreforma que cambia lo que aprobamos nosotros en 2012 y que genera debate entre los propios empresarios, por el mero hecho de no contar con el apoyo de sus socios de investidura".
A Génova no le constan "reticencias"
El contundente rechazo de Pablo Casado a la contrarreforma laboral del Gobierno contrasta con la opinión de algunos líderes territoriales del PP y ex cargos del partido en la etapa de Rajoy, que no ven tan claro el 'no' rotundo a esta propuesta.
Tal y como aseguró el martes la Cadena SER, algunos barones, como Alberto Núñez Feijóo, ya han mostrado sus dudas sobre la posición de la ejecutiva nacional, mientras que otros sectores piden incluso la abstención del partido. Las fuentes consultadas por Vozpópuli reconocen que existen ciertas "reticencias" en algunos sectores sobre el rechazo a la contrarreforma, aunque "la mayoría apoya una oposición frontal" a la propuesta del Ejecutivo.
Nadie en el partido se fía de ese acuerdo. Y eso es lo que se ha querido transmitir públicamente
Desde la dirección nacional, además, confirman a este diario que "no hay constancia" de opiniones a favor de la contrarreforma dentro del PP y que Feijóo solo se limitó a asegurar que quería leer antes "la letra pequeña" del acuerdo antes de entrar a valorarlo: "Nadie en el partido se fía de ese acuerdo. Y eso es lo que se ha querido transmitir públicamente".
