El director del Gabinete del presidente del Gobierno y secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Iván Redondo, anunció la pasada semana que el Ejecutivo creará una agencia espacial española en el marco de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional.
La noticia corrió como la pólvora y abrió el debate sobre la necesidad de poner en marcha dicho organismo en época de crisis; cuando existe la Agencia Espacial Europea (ESA) y cuando nuestro país ya cuenta con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Sin embargo, España es de los pocos países de nuestro entorno que no cuenta con una agencia espacial, como es el caso de Portugal, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Bélgica, Polonia, Luxemburgo, Suecia, Suiza, Austria y Rumanía.
España sí la tuvo entre 1963 y 1986; de hecho fue el segundo país de Europa, después de Francia, en disponer de una ‘agencia espacial’. Se denominaba CONIE (Comisión Nacional de Investigación del Espacio) y estaba adscrita al Ministerio del Aire.
Tras su desaparición, la lucha por crear de nuevo un organismo de este tipo no ha cesado: el sector cree necesario que exista para, entre otras cosas, dar estabilidad, coordinar y dar un impulso a la industria y la ciencia.
Aunque a finales de 2014, bajo el mandato de Mariano Rajoy, los ministerios de Economía y Competitividad, así como Fomento, Defensa e Industria comenzaron a trabajar en esa futura agencia espacial o en un organismo que reuniese todas las competencias en materia de espacio, el proyecto nunca culminó.
Según explica a Vozpópuli Víctor Rodrigo, doctor Ingeniero Aeronáutico y exdirector de CRISA/Airbus DS, hay dos modelos de agencia: "Una oficina, como ocurre con Inglaterra o Italia, o bien un centro que además de defender los intereses desarrolle tecnología o productos, como en Francia o Alemania. Aquí en España por el momento lo más sensato sería tener una pequeña, sin más ambiciones, aunque lo ideal sería lo otro”.
Para ser considerada una agencia, tal y como expone Rodrigo, tienen que darse tres condiciones: una ley que le dé la función; que gestione todo el programa espacial en España, y que sea la única voz en organismos internacionales y en programas bilaterales con otros países.
Mucha gente asocia agencia espacial a astronautas, pero no es lo principal"
“Mucha gente asocia agencia espacial a astronautas, pero no es lo principal. Hay otras prioridades”, señala en conversación con este diario Alejandro Sánchez, astrofísico de la Universidad de Exeter (Reino Unido). Además de para su campo, considera que en el caso de nuestro país contar con una agencia espacial propia podría ser útil, por ejemplo, para la prevención de incendios, la lucha contra el cambio climático o el control de fronteras.
También para competir con el resto de países de Europa. "Si quieres desarrollar algo y no eres competitivo, no puedes rivalizar a nivel europeo. Qué mejor que una agencia espacial de tu propio país para gastarte el dinero en tu país", apunta Sánchez.
Sector espacial español
Según los últimos datos publicados por la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), correspondientes al año 2019, el sector espacial español facturó 863 millones de euros durante ese ejercicio, de los que 700 millones procedieron de la exportación (81%). Además, el informe apunta que el empleo experimentó ese año un crecimiento superior al 8%, alcanzando los 4.230 puestos de trabajo directos.
Sin embargo, Rodrigo cree que Europa está perdiendo nivel en este sector a "marchas forzadas": "Yo viví el esplendor y ahora estoy viviendo el declive". Por ello, defiende la creación de este organismo: "Sin una agencia espacial propia que controle, son miles de puestos de trabajo que se pierden en España y con la necesidad de tener satélites".