España

Así interceptan los Eurofighter del Ejército del Aire desde Sevilla un avión militar no identificado

El Ejército del Aire simula desde Morón la interceptación de un A400M en el espacio aéreo andaluz, atendiendo a lo que sería una alerta por 'alfa scramble'

  • Pilotos del Ejército del Aire a bordo del A400M -

El pasado viernes, los Eurofighter del Ejército del Aire y del Espacio con base en Morón (Sevilla) despegaron de emergencia para alcanzar la posición de un avión militar que sobrevolaba los cielos de Andalucía. Un ejercicio simulado del que fue testigo Vozpópuli y que pone a prueba la capacidad de sus efectivos para proteger el espacio aéreo nacional -o en misiones internacionales con la OTAN- ante irrupciones de aeronaves que no cumplen con la normativa de vuelo internacional.

El término clave en el procedimiento de interceptación es el de alfa scramble. Ante esa notificación, los pilotos del Ejército del Aire que están en alerta deben estar en vuelo a bordo de sus cazas de combate en menos de quince minutos. En ese escueto periodo de tiempo, los militares deben equiparse de todo lo necesario, arrancar los motores de las aeronaves asignadas y despegar. En la mayoría de las ocasiones logran hacerlo aún más rápido.

Nos ubicamos a bordo de un avión A400M, cuyo nombre designado en el Ejército del Aire es el de T-23. Se trata de un coloso del aire dedicado principalmente al transporte, cisterna y a misiones logísticas, con capacidad de adaptarse a sus diferentes cometidos. No en vano, se ha empleado en misiones de riesgo como la evacuación de Kabul, demostrando sobradamente sus capacidades en escenarios exigentes.

Ejército del Aire

En esta ocasión, a bordo del A400M viaja un grupo de periodistas que se trasladan desde Madrid a Morón para atender una conferencia de prensa en la que se hace balance del Pacific Skies, la odisea que ha llevado a un puñado de militares españoles a dar la vuelta al mundo con sus aviones de combate, participando en varios ejercicios internacionales y solventando los contratiempos que surgían en su circunnavegación.

Un Eurofighter del Ejército del Aire, con base en Morón, durante el ejercicio de interceptación
Un Eurofighter del Ejército del Aire, con base en Morón, durante el ejercicio de interceptaciónG. Araluce

Aprovechando el vuelo, el Ejército del Aire proyecto los Eurofighter basados en Morón para simular la interceptación del A400M que sobrevuela Andalucía. En un momento determinado, cuando el avión de transporte y carga irrumpe en la ciudad autónoma, dos cazas de combate irrumpen en las inmediaciones y le escoltan a corta distancia.

¿Cuál es el siguiente paso de la interceptación? Los cazas de combate españoles -en este caso, los Eurofighter de Morón- recopilan toda la información posible sobre la aeronave no identificada, incluidas fotografías, y la transmite a base. Si el avión interceptado sigue su ruta, lo escoltan hasta que finalmente abandona el espacio aéreo nacional, siempre en alerta por si efectúa algún movimiento sospechoso durante su vuelo.

Misiones en España y el exterior

Se trata de un procedimiento habitual del Ejército del Aire, tanto en territorio nacional como el exterior. Cabe recordar que una de las operaciones permanentes que se le asignan pasan por la protección del espacio aéreo en nuestro país. En los últimos tiempos ha habido algunos alfa scramble particularmente mediáticos, como cuando en 2020 dieron apoyo a un avión comercial de Air Canada cargado de pasajeros con un problema en el tren de aterrizaje. La misión del F-18 del Ala 12 fue crucial para hacer una comprobación visual de los daños.

Asimismo, en la noche del 5 de febrero se produjo una alerta sobre el País Vasco y Navarra, al detectarse la entrada en espacio aéreo de un avión comercial que no atendía a las habituales comunicaciones de control aéreo. Finalmente se restableció el contacto, sin mayor incidencia.

Son sólo algunos de los episodios que se viven en territorio nacional, si bien una parte significativa de los alfa scramble asumidos por el Ejército del Aire se han producido en el exterior; principalmente en su misión con la OTAN en los bálticos, al interceptar las aeronaves rusas que vuelan a Kaliningrado con el transpondedor (localizador) apagado.

Una misión siempre sensible, pero aún más tras la invasión de Vladimir Putin sobre Ucrania, con la consecuente inestabilidad que se vive en la región. En el último despliegue, en Lituania, atendieron a una treintena de alertas reales. Actualmente, ocho F-18 del Ejército del Aire también integran el destacamento Paznic, en Rumanía, con idénticas funciones que en los bálticos.

Así, desde Sevilla hasta los bálticos o Rumanía, cubriendo además todo el territorio nacional, los cazas de combate del Ejército del Aire protegen los espacios aéreos con sus alfa scramble en una misión que podría resumirse en dos palabras: siempre alerta.

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