Ana María Cameno, alias la reina de la coca, conoció a José Ramón Mora Parra cuando ambos estaban en la cárcel. Después, la burgalesa y el roceño comenzaron una relación sentimental que solo duraría cuatro meses. En esa época, ella ya tenía reputación mientras que él entraba y salía de prisión por delitos menores, según informan a Vozpópuli fuentes cercanas al caso.
Cuando ambos salieron de la penitenciaría, José Ramón pasaba algunas temporadas en casa de Ana María, en una urbanización privada en la localidad madrileña de Majadahonda. "Su novio se aprovechó de su figura. Era una persona enganchada a la cocaína y que lo único que hacía era robar", analizan estas mismas fuentes.
Quien le conoce le describe como un "tarado agresivo" que vivía con paranoias y era capaz de dormir con un cuchillo debajo de la almohada. "Pasó de ser un ladrón de pacotilla a ser la pareja de Ana María", advierten. Gracias a ese interés, por el que se juntó con la reina de la coca, disponía de ingentes cantidades de droga para saciar su adicción. Llegaba a consumir más de 300 gramos diarios.
"Yo no soy la jefa de nadie"
Varios meses después de iniciar su relación, en 2014, ambos fueron detenidos. Vozpópuli se ha puesto en contacto con Cameno para conocer su versión sobre esta relación pero ella solo quiere defender su inocencia. "Yo no soy la jefa de nadie. Me juego 25 años en un juicio para demostrar que no soy la jefa de nadie", reitera.
Una causa que está siendo especialmente tormentosa ya que ha sufrido varios aplazamientos. La primera fecha de inicio del juicio fue en enero de 2020. La pandemia y otros problemas dificultaron su comienzo.
Ana María acudió este martes a sentarse en el banquillo de la Audiencia Nacional vestida totalmente de blanco y con unas gafas de sol. La Fiscalía Antidroga pide para ella 25 años de prisión por delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas.
Parra tiene problemas con la cocaína
Ya en la Audiencia, la reina de la coca se acogió a su derecho a no declarar pero decidió quedarse en el interior de la sala. Por contra, su expareja aún no ha aparecido en el juicio a pesar de estar citado. Ambos ya no tienen ningún tipo de relación desde que fueron arrestados. El tribunal ha solicitado para él una orden de búsqueda y captura. Si es detenido por las fuerzas de seguridad tendrá que ingresar en prisión para "asegura su presencia" en las vistas, según afirmó el juez José Antonio Mora.
"Estará tirado en algún punto drogado perdido", se aventuran a pronosticar fuentes cercanas al caso. En las primeras vistas de la causa su abogada ha dicho que le es imposible dar con su paradero, a lo que esgrime que tiene un "grado alto de toxicomanía".
Para este hombre, la Fiscalía pide una pena de 21 años de prisión ya que también le atribuyen delitos de narcotráfico, blanqueo y tenencia ilícita de armas. La investigación en torno a este grupo de personas comenzó en 2013 ya que, según la Fiscalía, los agentes detectaron que Cameno "continuaba desarrollando" actividades relacionadas con el tráfico de sustancias.
Otros 11 acusados
Según el informe preliminar del Ministerio Público, esta mujer "mantenía contactos regulares tanto con suministradores como con los encargados del transporte", mientras que su pareja "se ocupaba de los pagos correspondientes a las ventas de esta sustancia, así como de los contactos con la red que garantizaría la ocultación" de los beneficios.
Cameno y Parra no son los únicos acusados en este juicio. Otras seis personas que fueron arrestadas en Madrid, Cádiz, Alicante y Valladolid se enfrentan a 13 años de cárcel por traficar con sustancias estupefacientes. Hay otros cinco individuos a los que se les acusa de blanquear el dinero de la droga y se enfrentan a 4 y 5 años de prisión. Un juicio que ha comenzado con demora y que tiene cuentas pendientes. Para empezar, la del presunto 'socio' de la trama que aún sigue en paradero desconocido.