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Forn ocultó a Llarena que los Mossos le avisaron de que habría violencia el 1-O

“Yo en ningún momento preveía que pudiera haber ningún acto de violencia”, le dijo al juez antes de que Trapero desvelase esta alerta en la Audiencia Nacional

  • Forn ocultó a Llarena que los Mossos le avisaron de que habría violencia el 1-O

El exconseller de Interior Joaquim Forn no le dijo toda la verdad al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. El máximo responsable político de los Mossos durante la consulta del 1-O ocultó al magistrado que su policía alertó a la Generalitat de que el día del referéndum habría violencia en las calles. A pesar de ello, el Ejecutivo autonómico optó por seguir adelante con la convocatoria, una decisión que algunos juristas consultados consideran clave a la hora de sostener la acusación de rebelión contra los investigados por el procés.  

Forn rechazó ayer salir de la cárcel este martes para asistir a la vista en el alto tribunal sobre su recurso contra su permanencia en prisión preventiva. Será a las 10 de la mañana y media hora después se celebrará la vista sobre el recursos en el mismo sentido del exlíder de ANC Jordi Sánchez. El exconseller podría haber dispuesto de un turno de última palabra en el que podría haber aprovechado para explicar las razones de aquel olvido. Tal y como publicó Vozpópuli, los Mossos llegaron a plasmar sus advertencias por escrito en un informe elaborado por su Comisaría General de Información.

El informe vaticinaba "escenarios de conflicto" con los CDR y una "escalada de violencia"

Sin embargo, hasta en tres ocasiones negó Forn en su declaración que se pudiese prever la violencia que luego tuvo lugar durante la jornada electoral. Fue a los 47 minutos de su declaración a la que ha tenido acceso íntegramente este periódico: “Yo en el 1 de octubre en ningún momento preveía que pudiera haber ningún acto de violencia. Es que ni la preveía ni la podía aceptar que hubiera ningún tipo de violencia porque era una cosa trabajada, que se abordaba por órdenes del TSJC y con la concurrencia de las policías de Cataluña, del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil. Por tanto, yo no podría prever en ningún momento ningún tipo de violencia”.

En ese momento, el exconseller de Interior -que llegó al Ejecutivo para sustituir a Jordi Jané- había sido preguntado si los incidentes del 20 de septiembre durante el registro en la sede de Economía y Hacienda eran un buen precedente para convocar el referéndum. “Para mi hay una diferencia sustancial: el 20 de septiembre fue una concentración espontánea que nosotros no controlábamos”, replicó al tiempo que hizo en hincapié en que no fue convocada por el Gobierno autonómico sino por diversas entidades en las que incluyó al Ayuntamiento de Barcelona de Ada Colau.

Forn ocultó el aviso de los Mossos en el Supremo un 11 de enero y un mes después el exmayor del Cuerpo Josep Lluís Trapero desveló en la Audiencia Nacional la existencia de dos reuniones previas al 1-O en las que los mandos de la policía autonómica trasladaron a los responsables políticos su preocupación por la seguridad ciudadana de cara al referéndum. Esos encuentros tuvieron lugar el 26 y el 28 de septiembre y contaron con la presencia de Puigdemont, el vicepresidente Junqueras y el propio Forn, según Trapero.

Dos reuniones previas a la consulta

También estuvieron otros comisarios como el actual jefe de los Mossos, Ferrán López, el jefe de Información, Manel Castellví, así como el responsable de Coordinación, Carlos Molinero, y el de Planificación, Emilio Quevedo. Todos ellos declararon como testigos en el Tribunal Supremo donde también corroboraron esos encuentros.

En su comparecencia Forn se refirió a estas reuniones celebradas el 26 y 28 de septiembre, pero se limitó a explicar que el objetivo era trasladarle al presidente de la Generalitat que los Mossos iban a cumplir los mandatos judiciales y dar cuenta de los pasos a seguir el 1-O. Obvió ante Llarena que los mandos policiales que él dirigía le avisaron además del riesgo de actos violentos. En concreto, el informe policial al que tuvo acceso Vozpópuli hacía un análisis de los distintos escenarios posibles antes, durante y después de la consulta.

Entre otras cosas, el documento decía: “Los CDR (Comités de Defensa del Referéndum) podrían llevar a cabo una práctica combativa en caso de acciones policiales contundentes de alguno de los cuerpos que tienen instrucciones para impedir el referéndum. En este hipotético escenario de conflicto es muy probable que los CDR reciban el apoyo de gran parte de los actores soberanistas presentes. Esta situación de mantenerse en el tiempo o producirse en diversos puntos a la hora, podría provocar una escalada de violencia”.      

Además, tres días antes del referéndum se produjo la reunión de la Junta de Seguridad. Según la declaración del coronel de la Guardia Civil y coordinador del dispositivo de seguridad el 1-O, Diego Pérez de los Cobos, en esa reunión el expresidente Puigdemont les advirtió a los representantes del Ministerio del Interior del riesgo de violencia en caso de que las fuerzas de seguridad actuasen para impedir la consulta tal y como reflejaban los avisos de los Mossos. En ese sentido, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, y el propio coronel le replicaron que si desconvocaba la consulta en ese momento no habría ningún riesgo de violencia. Forn fue testigo de ese intercambio con la perspectiva de escenarios de tensión como telón de fondo.

El "ideario soberanista"

El exconseller, quien a pesar de su cargo admitió haber votado el 1-O, tiene el reto de convencer al juez Llarena para que le deje en libertad provisional sin renunciar a su ideología independentista. El pasado febrero el magistrado confirmó el encarcelamiento de Forn alegando “su ideario soberanista”. Argumentó que “el convencimiento que mantiene posibilita una reiteración del delito” y que esto no sucedería si tuviese “la ideología contraria”.

De nada le sirvió a Forn renunciar a su acta de diputado del partido de Puigdemont o asegurar que nunca más aceptaría el cargo de conseller de Interior. “No renuncio a mis objetivos, pero en estos momentos la actuación política tiene que ir muy marcada por la legalidad, en este caso la Constitución y cualquier modificación del mapa territorial tiene que hacerse de acuerdo a los principios constitucionales sin descartar la posibilidad de una modificación constitucional. Es cierto que nos apartamos en un momento dado de la vía del acuerdo, pero yo expreso aquí esta voluntad de revisar las estrategias, de poder acceder a los mismos objetivos de una manera diferente”, le dijo a Llarena en su comparecencia de enero.

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