El conflicto gibraltareño no tiene visos de solucionarse. En esta ocasión, es la Policía Nacional la que sufre el descrédito entre los habitantes del Peñón. La Unión Federal de Policía (UFP) denuncia la circulación de panfletos que acusan a la Policía y Guardia Civil española de "torturadores", en consecuencia, las autoridades han anunciado que la propaganda se incorporará a las diligencias judiciales de amenazas.
“La propaganda gibraltareña ha traspasado la línea de lo tolerable: tacha de torturadores a quienes amenazó previamente. Y siempre desde el cobarde anonimato”, denuncia el vocal de Comunicación de la UFP, Serafín Giraldo, quien informa de que los nuevos hechos se pondrán en conocimiento de la Justicia.
Complementados con diferentes fotografías de agentes de seguridad de la frontera gibraltareña, en estos folletos no aparece firma alguna.
No es la primera vez que se dejan ver estos folletos por el Peñón. Las denuncias a los agentes españoles comenzaron ya hace algunos días, cuando una nueva serie de esta propaganda animaba a "escrachear" a la policía por sus presuntos actos “contrarios a los derechos humanos”. En esta ocasión, la policía tampoco lo dejó pasar, y denunciaron las amenazas a la Comisaría de la Línea de la Concepción.
La relaciones entre la policía española y la gibraltareña no son del todo fluidas. La oficina que servía de enlace entre ambas en Madrid quedó desmantelada hace tiempo y hoy solo se mantienen las colaboraciones en la frontera. Sin embargo, según Giraldo, la policía gibraltareña “mira para otro lado, porque -agrega- el Peñón es el burladero del delito y del delincuente”.
Policía y Guardia Civil denuncian presiones
Ante la insistencia de cierto sector de la población gibraltareña por desacreditar las labores de los oficiales españoles, la Confederación Española de Policía (CEP), se ha apresurado a asegurar que "no tienen problema en poner una cámara para que grabe permanentemente a los funcionarios policiales" del otro lado de la verja de Gibraltar.
Por su parte, el secretario general de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), Alberto Moya, ha denunciado este viernes que los guardias civiles que están trabajando en la zona de Gibraltar están siendo "muy presionados" porque del "acoso profesional se ha pasado al personal".
"En la aduana de Algeciras y en las aguas colindantes, realmente los guardias civiles sí que están siendo muy presionados, prácticamente estamos achicharrados frente al trabajo que estamos realizando", ha manifestado Moya.
El pasado día 8 de agosto, la Guardia Civil de la frontera detectó que un grupo de personas al otro lado de la verja, entre los que figuraban policías del Peñón y un eurodiputado británico, estaban grabando imágenes de los agentes españoles, lo que motivó que el Ministerio de Asuntos Exteriores pidiera al Gobierno británico el cese de esa actividad.