Los fastos por el Día Nacional (National Day) de Gibraltar, que conmemora el primer referéndum favorable a la soberanía británica sobre el Peñón, celebrado el 10 de septiembre de 1967, se presentan este año en un clima muy enrarecido, en comparación a ediciones anteriores, por la escalada de tensión con España. En un clima donde los ánimos andan caldeados, tras el último atropello de un guardia civil en la Verja y las protestas del pasado 18 de agosto que enfrentaron a más de medio centenar de pesqueros españoles con patrulleras gibraltareñas, el Gobierno de Fabián Picardo ha extremado al máximo la seguridad de la colonia para que ningún incidente enturbie la efeméride.
En concreto, según los planes del Ejecutivo del Peñón a los que ha accedido Vózpopuli, la Royal Gibraltar Police (RGP) desplegará prácticamente todos sus recursos disponibles para poder intervenir “en cualquier punto” de su territorio y aguas colindantes. A diferencia de otros años, las fuerzas de seguridad del Peñón, entre las que se incluye el Escuadrón Gibraltar de la Royal Navy, ampliarán su número de efectivos, con una dotación extra en la zona marina, “particularmente en el área del caladero artificial”, objeto de la principal disputa este verano. El Gobierno de Picardo lanzó 70 bloques de hormigón al mar en esta ubicación el pasado 24 de julio y ahora quiere acometer la segunda fase de un proyecto en el que, con un importe de 165.000 euros, pretende construir “praderas marinas”. El vertido de estos monolitos ha impedido a los pescadores españoles faenar en las condiciones que lo hacían antes y se han visto obligados a realizar capturas en otros dos caladeros habilitados por el Gobierno español, que no son tan productivos.
La 'Royal Gibraltar Police' desplegará prácticamente todos sus recursos para intervenir “en cualquier punto” de su territorio y aguas colindantes; empleará a agentes de paisano e incrementará sus efectivos en los puestos fronterizos
Si bien la versión oficial de la Policía gibraltareña es que no esperan “ningún grave incidente”, fuentes de las RGP reconocen en privado que hay nerviosismo por la irrupción de dos tipos de protestas, las que puedan protagonizar los pescadores españoles, por un lado, y aquellas, de más difícil previsión y control, que realicen “activistas de ultraderecha” que consigan cruzar la Verja. Desde la Cofradía de pescadores de La Línea de la Concepción (Cádiz), su presidente, Leoncio Fernández, avisó de “más sorpresas” tras el acto reivindicativo del 18 de agosto. Tan sólo hace unos días, también advirtió a Picardo de que “él sabrá lo que va a hacer, pero, desde luego, nos encontrará delante si quiere crear arrecifes artificiales”.
La Policía del Peñón empleará a agentes de paisano y también incrementará sus efectivos en los puestos fronterizos, donde prohibirán el paso a cualquiera que entre el próximo martes a la colonia con la intención de quebrantar la paz. Así, precisan las mismas fuentes, hay orden de impedir el acceso tanto a personas a pie como a los pasajeros de vehículos que “lleven o desplieguen una bandera española, camiseta similar o cualquier otro elemento que la Policía considere susceptible de alterar el orden público” en el territorio británico de ultramar.
"Si no necesitas ir la frontera, no vayas"
Además, la RGP trabajará en estrecha colaboración con la Agencia Aduanera de Gibraltar, cuyos agentes también tiene potestad para restringir la entrada. Si a este macrooperativo de la colonia se une que la Guardia Civil mantiene el endurecimiento de los controles en el puesto fronterizo de la Línea, las colas están aseguradas para el próximo 10 de septiembre, día en que Gibraltar permanecerá prácticamente blindado. La consigna es: “Si no necesitas ir a la frontera, no vayas”.
Ocho líderes políticos de los Territorios Británicos de Ultramar visitarán la Roca para participar en los festejos de su Día Nacional. Dichos dirigentes provienen de Anguila, Islas Bermudas, Islas Virgen, Islas Caimán, Islas Malvinas, Montserrat, Turcas y Caicos y Pitcairn. Banderas de Gibraltar y de Reino Unido, en una explosión nacionalista de los vecinos del Peñón para revindicar su identidad, les darán la bienvenida. Desde ciertos foros españoles también se ha puesto la atención sobre los "problemas" que pueda ocasionar un elevado tono populista y soberanista de las autoridades gibraltareñas en sus discursos conmemorativos.
