El acercamiento de terroristas a cárceles próximas a sus lugares de origen es uno de los asuntos en política penitenciaria que más ampollas ha levantado entre las víctimas de ETA. El Gobierno asegura que no se corresponde con ningún acuerdo político con fuerzas como EH Bildu o PNV, aunque ambas formaciones inciden en que es uno de los ejes que vertebran su agenda. Las estadísticas reflejan la tendencia creciente: sólo en 2020 se autorizaron casi tantos traslados -119- como en los dos años anteriores juntos.
Los viernes se han convertido en el día en el que Instituciones Penitenciarias anuncia, desde hace varios meses, el traslado de más presos terroristas a cárceles próximas a sus localidades. La mayoría de ellos corresponden a miembros de ETA, aunque también los hay de otros grupos, como los Grapo. El último anuncio de Instituciones Penitenciarias -el pasado viernes, 19 de febrero- incluyó a los asesinos de Ernest Lluch y Joseba Pagazaurtundúa, entre otros.
De acuerdo a las cifras que maneja el Gobierno, en 2020 se llevaron a cabo 119 traslados de presos terroristas. Las cárceles que acogieron más acercamientos fueron las de Logroño (14), San Sebastián (11) y El Dueso (10). La cifra es notablemente superior a las que se registraron en los dos años anteriores juntos, con un total de 125 casos; 68 en el año 2020 y 57 en 2019.
Junto a esta, hay otras estadísticas que han aumentado en relación con la situación de los presos terroristas. Instituciones Penitenciarias aprobó un total de 14 concesiones del tercer grado a lo largo de 2020, frente a los 4 de 2019 y a los 5 de 2018.
Las cartas de arrepentimiento
En una respuesta escrita a preguntas del PP registradas en el Congreso, el Gobierno señala que “cualquier actuación que se lleve a cabo” con los presos terroristas “estará enmarcada en el estricto cumplimiento de la legalidad penitenciaria”. En la mayoría de esos casos, Instituciones Penitenciarias afirma que los presos han firmado cartas en la que reconocían el daño causado y manifestaban su voluntad de arrepentimiento. Y ese es precisamente uno de los puntos que ha suscitado una mayor polémica en los tribunales.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) denunció en un comunicado la existencia de una trama para que los terroristas firmasen cartas creadas ad hoc para lograr sus acercamientos por parte del Gobierno, sin asumir realmente ese arrepentimiento que firmaban. Como contó Vozpópuli, el sector duro de los presos de ETA manifestó su oposición a esa campaña, al considerar que suponía doblegarse a los intereses del Estado.
Unas cartas que han llegado hasta instancias judiciales. La Audiencia Nacional ya ha reprobado las cartas “genéricas” de arrepentimiento firmadas por los terroristas. A su juicio, no incluyen ninguna petición expresa de perdón y el único objetivo es alcanzar los beneficios penitenciarios que se recogen en la Ley Orgánica 1/1979.
El Gobierno niega el "canje"
Asimismo, desde la oposición y desde ciertos colectivos de víctimas del terrorismo se ha acusado al Gobierno de acelerar el traslado de presos terroristas para satisfacer las demandas de formaciones como PNV o EH Bildu; ambos reconocen que la gestión penitenciaria y el acercamiento de etarras es uno de los ejes sobre los que se vertebra su programa. El Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez ha requerido el apoyo de ambos en momentos cruciales de su legislatura: bien para sacar adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy, bien para aprobar los Presupuestos Generales del Estado.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, niega que el acercamiento de presos de ETA suponga ningún “canje” con ningún partido político. Y que cada traslado corresponde a los “tratamientos individualizados” en aplicación de la “legislación penitenciaria”.
La AVT, por su parte, acusa al Ministerio del Interior de asumir como “uno de sus objetivos principales” el “acercar a los presos etarras al País Vasco”: “Da igual si estos terroristas colaboran o no con la Justicia, da igual que para las víctimas del terrorismo este tipo de decisiones nos resulten lesivas o que atenten contra nuestra dignidad, lo que a este Gobierno le importa es contentar a sus socios de Bildu”.
