El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se presentó en el debate de investidura con una oferta de pactos de Estado dirigidos especialmente al PSOE pero que en estos momentos reposan en el cajón a la espera de que los socialistas aclaren su liderazgo. Otro tanto pasa con muchos ministerios, no sólo porque ignoren quién o quiénes pueden ser sus interlocutores para los distintos asuntos, bien sea educación, justicia o exteriores, sino porque temen que dicha interlocución, en estos momentos, no sirva de nada ante la eventualidad de que el congreso socialista cambie todas las caras, tanto las del partido como las del Grupo Parlamentario así como la de los portavoces de comisión.
Todo, absolutamente todo, es provisional en el Partido Socialista hasta que el congreso de los días 3, 4 y 5 de febrero, a celebrar en Sevilla, elija a su nuevo líder. Por su puesto la dirección del partido y, con ella el resto de los pocos espacios representativos que le quedan al primer partido de la oposición. Porque si inexistente es la interlocución Génova-Ferraz también lo es entre la dirección de los Grupos Parlamentarios.
Los populares han terminado de adecuar el suyo tras los últimos nombramientos ministeriales, pero el del PSOE, con José Antonio Alonso al frente, está en tiempo de descuento. Tampoco cuentan mucho los tres presidentes de comisión parlamentaria (Presupuestos, Pacto de Toledo y Mixta para RTVE) y los portavoces que se elijan para el resto. Lo previsto es que las comisiones también echen a andar provisionalmente hasta que el PSOE elija a la persona que ocupe su secretaría general.
De momento, son dos los aspirantes al liderazgo socialista: Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, sin descartarse que pudiera haber una tercera vía que aún no se vislumbra con claridad salvo los pequeños amagos que hace el alcalde de Toledo, Emiliano García Page. En principio, también hay pendiente una reunión entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el o la líder del primer partido de la oposición, pero Moncloa ha optado por esperar a la celebración del congreso del PSOE.
En 2008, la situación fue a la inversa, con un PSOE gobernante y un PP abierto en canal con una fuerte crisis interna. Pero no hubo más que un candidato a la presidencia de los populares y para cuando Rajoy acudió a la cita de Valencia, su Grupo Parlamentario ya estaba capitaneado por Soraya Sáenz de Santamaría y un equipo joven que llegaba para quedarse. Eso sí, si en algo coinciden populares y socialistas es en el estado precario en que han quedado sus respectivos partidos, uno, por la estampida que ha habido hacia cargos del Gobierno, el otro, sumido en una crisis aguda tras la demoledora derrota del 20-N.
El PP quiere el concurso de los socialistas para sacar adelante una de las propuestas estrella de esta legislatura y de la que ayer se habló mucho en la reunión que el ministro Cristóbal Montoro mantuvo con los consejeros de Hacienda de las comunidades gobernadas por el PP, esto es, el plan de reestructuración del gasto de las administraciones públicas. Es cierto que hoy por hoy, casi todo el mapa territorial está dibujado del azul de las siglas populares, dado que gobiernan en once autonomías, pero quieren el acuerdo con el PSOE para dar estabilidad al modelo.
Cita en Exteriores
Además, habrá propuestas de consenso en torno a la Educación --con una reforma educativa que lleva pendiente desde hace años-- la Justicia --en este caso con una nueva modificación del Código Penal para atajar la multireincidencia-- o a la Política Exterior. Precisamente ayer, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, convocó en el Palacio de Viana a todos sus antecesores en esta cartera con el fin de intrercambiar opiniones respecto a la reforma del servicio exterior de nuestro país. Aunque el acuerdo final deberá alcanzarlo con el PSOE en el Congreso de lso Diputados.
La intención es redactar un Libro Blanco con aportaciones de todos, por lo que la de ayer no será la última cita. Margallo reunió a Marcelino Oreja, Javier Solana, José Pedro Pérez-Llorca, Abel Matutes, Josep Piqué, Miguel Ángel Moratinos y Trinidad Jiménez. Los ausentes Ana Palacio y Carlos Westendorp se encontraban de viaje y Fernando Morán no pudo acudir por problemas de salud.