Más de cien ciudadanos marroquíes adultos y menores, entre ellos dos familias con niños, han accedido irregularmente a Ceuta durante la noche y las primeras horas de la mañana de este lunes bordeando los espigones marítimos fronterizos de Benzú, primero, y el Tarajal, después, ante la pasividad de las Fuerzas de Seguridad del país vecino, que según fuentes policiales españolas no han hecho nada para detenerlos.
Las entradas han comenzado poco después de las 2.00 de la madrugada por la zona de Benzú, en el extremo norte del perímetro fronterizo de 8,2 kilómetros de longitud que separa la ciudad autónoma del Reino alauita. Alrededor de setenta hombres, mujeres y niños han entrado en la localidad española rodeando el espigón que avanza unos pocos metros sobre aguas del Estrecho junto al municipio de Beliones.
Durante las primeras horas de la mañana las entradas se han repetido también por el espigón del Tarajal, la zona que más de un centenar de jóvenes marroquíes utilizaron el último fin de semana de abril para llegar a territorio español, aunque todos salvo una treintena a los que se consideró menores tras la realización de pruebas oseométricas fueron devueltos en 48 horas al país vecino.
Contactos con Marruecos
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta han explicado a Europa Press que las entradas irregulares de este lunes se han puesto en conocimiento de los ministerios de Interior y Asuntos Exteriores, que a su vez han establecido contactos con las autoridades marroquíes para coordinar una respuesta que de momento se desconoce si pasará también por la expulsión inmediata de los migrantes.
La Guardia Civil ha pasado toda la madrugada realizando tareas de "auxilio humanitario" para evitar que los marroquíes pudieran poner en riesgo sus vidas y Cruz Roja sólo ha tenido que trasladar a un varón al Hospital Universitario con un cuadro de hipotermia sin gravedad aparente.