Isaac Parejo es el nombre de uno de los tres integrantes del trío que irrumpió en el escenario durante el festival VIVA 22 de Vox para cantar aquello de "Vamos a volver al 36" que ha llevado a la Fiscalía a tomar cartas en el asunto y a Gabriel Rufián a rebautizarles como 'OBK facha'. Nació en la localidad pacense de Don Benito, estudió Comunicación Audiovisual en Madrid, pasó dos años por el Colegio Mayor Santa María de Europa, ahora tiene 35 y una cuenta de YouTube con el nombre de 'InfoVlogger' que suma 320.000 suscriptores. En las elecciones generales de 2019 su voto a Santiago Abascal contribuyó a que el Ensanche de Vallecas, hasta entonces aldea gala de la izquierda, se tiñese de verde. "Sigo viviendo ahí, no soy como Pablo Iglesias", comenta a 'Vozpópuli'.

Pregunta. Nació en el 87, pero canta 'Vamos a volver al 36'. ¿Por qué?

Respuesta. La canción, aunque la izquierda haya querido hacer otra interpretación, se refiere a que es la propia izquierda la que nos quiere hacer volver al 36. Todo este clima guerracivilista y toda esta polarización que se viene arrastrando desde hace años, no solo desde que está este Gobierno, nos va a llevar a un clima parecido al del 36, pero por su culpa. De ahí lo de "vamos a volver al 36". Entiendo que la izquierda siempre va con retraso. Esta vez no se han ido al 36, se han ido al 2019, que es el año en el que se publicó.

P. ¿Cómo terminó actuando con Los Meconios en el acto VIVA 22 de Vox?

R. Nosotros somos tres youtubers. Ellos hacen parodias y yo hago vídeos satíricos, hablo de política y a veces hago parodias musicales. Esta la hice hace tres años y hemos estado incluyéndola en un par de conciertos. Al primero acudió Isabel Díaz Ayuso, vinieron mil personas y petamos el Teatro Barceló. No pasó absolutamente nada, lo que pasa es que ahora, como la hemos cantado en el acto de Vox, necesitan crear esta polémica para intentar tapar el éxito de la convocatoria. Pero parece que les ha salido bastante mal porque gracias a que han sacado la actuación se han visto las miles y miles y miles de personas que estuvieron allí.

P. ¿Qué relación le une a Vox? ¿Es solo profesional o está afiliado al partido?

R. No, no. Es profesional exclusivamente. Por supuesto, yo no habría actuado en el festival si no tuviera una vinculación ideológica con Vox. En este momento es el partido que mejor me representa, aunque eso no quiere decir que me represente del todo, más que nada porque yo no apoyo 100% a ningún partido. Además, en el momento que yo vea que dejan de representarme, les atizaré exactamente igual que hago con todos. Y lo saben... En cuanto se desvían un poquito, ahí estoy: ¡zas! Intento que no me decepcionen. Pero no estoy afiliado a Vox, ni tengo un cargo en Vox, ni nada de nada. De hecho, yo ofrezco entrevistas a todos los políticos, PP y PSOE incluidos, pero, por lo general, solo acepta Vox. Por eso tengo más entrevistados de Vox que del PP. Eso ya no es culpa mía, es culpa de los equipos de comunicación de cada uno.

P. Entonces, ¿ha intentado entrevistar a alguien del PSOE y ha rechazado la invitación?

R. No pierdo el tiempo. A mí me encantaría, pero como sé que me van a decir que no, pues evidentemente ni lo hago. Son así de sectarios, solo van a sus medios de comunicación. No ocurre lo mismo con Vox y PP. Yo veo que van a La Sexta, van a RTVE... Pero el PSOE solo va a los suyos, así que yo ni me molesto en pedirles entrevistas.

Por mucho que la Fiscalía dependa de quien depende, sería un escándalo que se dedicase a investigar una canción satírica como ha sido un escándalo lo del Elías Ahúja

P. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha pedido a la Fiscalía General del Estado que investigue su actuación. ¿Le preocupa? ¿Cree que va a tener algún tipo de recorrido?

R. Absolutamente ninguno. Yo estoy tranquilísimo porque sé que esto ha sido una manera de intentar amedrentarnos, silenciarnos y que no volvamos a cantar más esta canción. Pero vamos a seguir cantándola en próximos conciertos. Ha sido una amenaza, pero por mucho que la Fiscalía dependa de quien depende, sería un escándalo que se dedicase a investigar una canción satírica como ha sido un escándalo lo del Colegio Mayor Elías Ahúja. Si al final ocurre, trataré de sacar rédito y de ganar dinero. Es una polémica estéril y mientras más la alarguen, más dinero ganaré, así que ellos verán.

P. ¿Qué le parecieron los gritos profesados desde las ventanas del Elías Ahúja?

R. Yo he estado dos años en un colegio mayor y sé perfectamente lo que ocurre en los colegios mayores, sé cómo son las novatadas y cuando vi la polémica me eché las manos a la cabeza. Si esto ha ocurrido este año quiere decir que ocurre todos los años. Las novatadas son todos los años las mismas y si este año lo han sacado es porque interesaba. Las alumnas estaban alucinadas. Si por el día saltó la noticia, por la noche estaban todas las chicas y todos los chicos de esos colegios juntos de fiesta. Ocurre siempre. Es absurdo que por la mañana se acuse a unos chicos de machistas y se hable de unas chicas oprimidas por el patriarcado, que intervenga la Fiscalía, y por la noche estén todos de fiesta como si no hubiera pasado nada. Este país se está convirtiendo en una distopía y en un esperpento.

P. Tras el acto de Vox, os apodaron el 'OBK facha'. Fue tendencia en Twitter, ¿le gustó el término?

R. Sí, de hecho, fue Rufián el que nos llamó OBK facha. A mí Rufián es un tipo que no me cae mal, yo intento que me caiga mal, pero es un tipo que, bueno, se tomó la canción como lo que es: un sátira. Se lo tomó con humor, puso ese tuit y me hizo hasta gracia. No descartamos versionar una canción de OBK, al final nos ha hecho publicidad. Me encantaría entrevistarle, por cierto.

P. Echenique se refirió a ustedes como Take That nazis...

A ver, lo de Echenique es muy gracioso porque Echenique se vino a España porque en su país se moría de hambre. Tiene una enfermedad y no recibía las ayudas correspondientes para sobrellevarlo y se vino a España porque aquí sí tenía las condiciones y recursos que le permitían sobrevivir. Pero hoy en día se dedica a insultar a todos los españoles que pagan los tratamientos de los que él se beneficia. Es un odiador profesional, un saco de odio y se ha convertido en un meme. Así que otro abrazo muy grande para él.

P. ¿Cuál es la crítica que más le ha sorprendido estos días? O quizás no le ha sorprendido ninguna...

R. No me ha sorprendido ninguna, pero hay una que se repite con asiduidad que es la de llamarme homófobo. Me encanta porque mucha de la gente que me lo llama no sabe que soy homosexual. Otra me lo llama a sabiendas. Es gracioso que me tachen de homófobo y de hacer una canción contra el colectivo LGTBI cuando es imposible que yo haga nada contra el colectivo LGTBI. Sí lo hago contra el 'lobby' y contra ciertas personas que están paniaguadas y reciben paguitas por estar en chiringuitos donde lo único que hacen es tratar de amedrentar, agredir y censurar a los gais que no son de su cuerda. Por eso digo en la canción que el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) reparte los carnets de buen homosexual. Para ellos hay buenos homosexuales y malos homosexuales. Y el bueno solo es de izquierdas y es el único que tiene derecho a ir al Día del Orgullo.

El COGAM reparte los carnets de buen homosexual. Para ellos hay buenos homosexuales y malos homosexuales. Y el bueno solo es de izquierdas y es el único que puede ir al Orgullo

P. ¿Usted va al Orgullo?

R. Yo he ido al Orgullo LGTBI hasta el año 2019. Pero hubo agresiones a los miembros de Ciudadanos y ya no volví más. Dije 'aquí se acabó' porque esto se ha convertido en un circo y un festival de odio. Por cierto, no hay que olvidar que Marlaska defendió y justificó esas agresiones.

P. ¿Cómo ha sido la evolución de las fiestas? ¿Se han politizado?

R. En el momento en que ya hay carrozas de los partidos, el Orgullo se empieza a politizar. Pero yo recuerdo cuando iba en 2007 y 2008 era una fiesta en la que todo el mundo estaba invitado, no había mal rollo, podías ir con la bandera que te diera la gana, pero hoy en día es un festival político y es un esperpento. Prima el sexo en la calle con niños delante, insultos, violencia... Dejé de ir ese año y decidí no volver. Creo que las personas LGTBI poco tienen que ver con eso que se ve en el Orgullo. Que no quieran disfrazarlo de reivindicación ni de manifestación porque estar orgullosos de ser homosexual es como estar orgulloso de ser rubio o de tener los ojos claros. Para mí es igual de normal que cualquier característica física o psicológica, así que no estoy de acuerdo con querer hacer de eso una bandera. ¿Se han conseguido derechos? Vale. Pero hoy en día todos somos iguales y no hay ningún derecho que reivindicar. Las agresiones que se cometen por parte de quienes todo el mundo sabe, al menos en su mayoría, no les conviene que se sepan. Solo les conviene que se sepan si tiene agravantes como ser policía, ser heterosexual o pertenecer a algún partido político, por ejemplo, Vox.

P. En la canción también apeláis a la "resistencia facha". ¿Facha ha dejado de ser un insulto? ¿Os lo tomáis como un halago?

R. Claro. Al final lo han repetido y banalizado tanto que nos lo tomamos como una bandera. Ellos no han podido hacer lo mismo con "progre,". Somos más listos y hemos conseguido convertir la palabra "progre" en despectiva y no son capaces de apropiársela. Nosotros sí... Nos llamamos fachas, fascistas y nazis a nosotros mismos porque son términos tan manidos que... Llaman nazis a todos. A uno que lleva a una esvástica y a mí, que soy una persona de derechas, liberal, a favor del matrimonio homosexual, ateo, republicano y antitaurino. Aún así soy "fascista". En ese momento en que llamas facha a un grupo tan inmenso y casi infinito de personas, estás banalizando el significado. Nosotros tenemos muy bien acotados a los que llamamos "progres".

P. Como ha deslizado, sí hay gente que sigue llevando esvásticas en 2022 y hace apología del fascismo. ¿Cree que es un movimiento creciente o no lo ve así?

R. Toda la vida han existido nazis, personas homófobas, racistas... Pero todo el mundo estará de acuerdo conmigo en que se trata de una minoría y que no representan a España. El nazismo no representa a España. Quien piense que en España hay 4 millones de nazis no vive en el mismo país que yo. Pensar que los 4 millones de personas que votan a Vox son nazis es... De hecho, antes de que existiera Vox, el partido al que llamaban fascista era al PP. Y al PP llegaron a votarle 10 millones de personas. ¿Había 10 millones de fascistas? Es absurdo. Otra cosa es que haya personas que comulgan con el nazismo y hagan cánticos a Hitler, pero son una minoría, no tienen cabida en la sociedad y no representan a ningún partido.

Los votantes de izquierda se estén dando cuenta de quién vela por sus intereses porque en el 'cinturón rojo' también hay negocios, bares y familias que tienen tiendas

P. Como vecino de Ensanche de Vallecas y votante de Vox, ¿a qué atribuye la pérdida de votos de la izquierda en el 'cinturón rojo' de Madrid?

R. En Madrid, la gente no vota por ideología. Y la izquierda lo sabe. En Madrid, como dijo Fernando Díaz Villanueva, tú tienes que venir a hacer cosas. El que gobierna tiene que hacer cosas, no puede venir con el cuento del identitarismo, el no binarismo, el machismo o del patriarcado. Aquí el que gana las elecciones es porque ha hecho algo y si Ayuso está gobernando en la Comunidad es porque ha hecho cosas. No hay más que ver lo que hizo durante la pandemia. Yo entiendo que los votantes de izquierda se estén dando cuenta de quién vela por sus intereses porque en el 'cinturón rojo' también hay negocios, bares y familias que tienen tiendas. La gente ha visto quién le ha permitido llevar un plato de comida a su casa. Y esa ha sido Isabel Díaz Ayuso con la ayuda de Rocío Monasterio. La gente de izquierdas se ha preguntado si usa su voto para alimentar su ideología o para alimentar a su familia y ha optado por lo segundo.

P. ¿Son las residencias de ancianos el talón de Aquiles de Ayuso? Esta semana se ha enfrentado con Monasterio por este asunto.

Yo creo que está bien que se investigue todo para que se descubra la falacia en torno a las residencias. Es un asunto del que se lleva hablando desde el principio de la pandemia y si se tienen en cuenta los datos porcentuales de los ancianos fallecidos en las residencias no es Madrid la región que encabeza la lista.

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