Manuel García-Castellón, el juez que instruye el caso Tándem en la Audiencia Nacional, ha acordado imputar al presidente de Repsol, Antonio Brufau; y al expresidente de CaixaBank, Isidre Fainé, por contratar al comisario José Manuel Villarejo para investigar en 2011 al por entonces presidente de Sacyr, Luis del Rivero.
García-Castellón atiende así a la petición de la Fiscalía Anticorrupción, que la semana pasada remitió al magistrado un informe en el que solicitaba imputar a ambos empresarios tras apreciar indicios de un posible delito de cohecho activo. Además de Brufau y Fainé, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 imputa también a los directivos de Repsol, Luis Suárez de Lezo, Juan de Amunátegui y Joaquín Uris, y al ex director general de medios de Caixabank, Antonio Massanell.
La contratación de los servicios de Villarejo se produjo después de que Sacyr llegase a un acuerdo con Petróleos Mexicanos (Pemex) para tomar el control de Repsol. La contratación del polémico comisario fue presuntamente promovida por Brufau y Fainé.
Como informó este periódico en el mes de marzo, el consejo de administración de la petrolera ya analizó a finales de 2020 de manera interna la relación que había tenido con el excomisario. Repsol investigó a finales de 2020 los servicios realizados por el polémico excomisario José Villarejo. Las cuatro consejeras que integran la Comisión de Auditoría y Control de la petrolera revisaron el pasado 15 de diciembre un informe interno sobre la contratación de Cenyt, la empresa de Villarejo.
La comisión que preside la consejera Isabel Torremocha incluyó en su orden del día el análisis del "Informe sobre la contratación de Cenyt". Un aspecto sobre el que Repsol ha preferido no realizar comentarios ante las preguntas de Vozpópuli.
Casi un millón de euros
Este medio publicó el pasado 24 de noviembre de 2020, dos semanas antes de que la Comisión de Auditoría analizase este informe, que el excomisario pidió en 2011 hasta casi un millón de euros por frustrar el intento de Sacyr Vallehermoso de hacerse con el control de un tercio de las acciones de Repsol.
Ese era el precio que les presentó a sus clientes de la petrolera española y Caixabank en caso de que lograse el éxito en su operación. Consistía en espiar al, por entonces, presidente de Sacyr, Luis del Rivero, encontrar información confidencial tanto suya como de su entorno familiar y de ese modo apearle de la dirección de su empresa, según creen los investigadores.
Villarejo declaró sobre Repsol
En febrero de este año, José Villarejo admitía ante el juez que los exjefes de seguridad de CaixaBank y Repsol encargaron sus servicios coincidiendo con la presunta operación de Pemex y Sacyr para controlar la petrolera, aunque ha desligado de estos trabajos a las cúpulas de ambas compañías.
Según publicaba entonces la agencia Efe, el excomisario aseguraba en el Juzgado que nunca habló sobre el tema con nadie más que con los antiguos responsables de este área y que no le constaba que recibieran instrucciones. Una declaración que se producía en el contexto de la investigación del 'proyecto Wine', el cual habría sido encargado por los antiguos responsables de seguridad de Repsol y CaixaBank al excomisario supuestamente para espiar al expresidente de Sacyr, Luis del Rivero.
Según el auto del juez al que tuvo acceso Vozpópuli, se pudo "identificar entre la documentación intervenida en formato digital la existencia de determinados pagos fraccionados en el tiempo por parte de los clientes del proyecto, Repsol YPF y Caixabank al Grupo Cenyt”. Constan varias facturas intervenidas entre el 15 de diciembre de 2011 y el 16 de mayo de 2012 por valor total de 283.000 euros.
La Policía investigó la cuenta bancaria que figura en las facturas y acreditó esos pagos. Pero además, rastreó las cuentas de las empresas de Villarejo y detectaron un total de siete abonos con cargo a Repsol y a Caixabank que ascendían a 413.600 euros.