Las técnicos del Ministerio de Transportes responsables de la auditoría que puso contra las cuerdas a José Luis Ábalos relataron en sede judicial que Víctor de Aldama era una persona especialmente valorada dentro del departamento. Una de ellas, Ana Balbás, expuso que consideraban a este comisionista que se embolsó 6,6 millones con la transacción, como "una persona más del Ministerio que de la empresa" de la trama.
Balbás compareció como testigo junto con la también técnico Sara Anguita, para que explicaran los entresijos de esta auditoría que encargó Óscar Puente. En sus comparecencias, celebradas el 14 de octubre y a las que ha tenido acceso Vozpópuli, ambas señalaron a Ábalos en relación con la adquisición de las mascarillas en pandemia y con la orden que duplicó la compra de unidades a la firma de la trama. En relación con el comisionista del caso -a quien el juez sitúa como "creador del entramado- Balbás dijo que parecía alguien más del Ministerio, llegando incluso a disponer de aparcamiento en la zona habilitada para los directivos.
"Ustedes hacen constar que el oficial mayor del Ministerio les manifestó que era una persona que iba con cierta frecuencia y siempre al nivel de ministro ¿No?", preguntó el fiscal Anticorrupción a Balbás, a lo que ésta respondió: "Sí, a nivel de ministro. De hecho, tenía acceso a una zona por donde entran los coches solamente de directores generales, subdirectores y asesores (...). Era un patio del Ministerio para altos cargos y coches oficiales. Parece ser que aparcaba allí. Para ser más concretos, un Porsche", expuso.
No hay acta de entrega de casi 3 millones de mascarillas
La investigación que apunta ahora hacia Ábalos habría demostrado que la trama seleccionó a la empresa zaragozana antes incluso de que se publicaran los contratos de emergencia. Sobre este asunto, la testigo reconoció la existencia de correos electrónicos en los que se gestionó la contratación de Soluciones de Gestión. De hecho, dijo que se les dio instrucciones para que remitieraon a Aldama los datos de facturación del contrato de Puertos del Estado y el cambio de la orden del ministro por la que pasaron de comprar cuatro a ocho millones de mascarillas.
"¿Ustedes preguntaron el por qué hizo de una forma tan inmediata esta remisión a Víctor de Aldama?"; requirió el fiscal Anticorrupción. La testigo respondió afirmativamente y dijo que la persona que dio la orden, que fue el entonces secretario general de Puertos del Estado, les dijo que Aldama era alguien "habitual" en el Ministerio y que él lo consideraba más una persona de este departamento que de la empresa externa. Además, indicó a estas técnicos que remitieran la documentación por orden del gabinete del ministro. "No recuerdo si llegó a personalizar (..) en Koldo García porque muchas veces se refieren al gabinete del ministro", matizó.
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El fiscal Anticorrupción también les preguntó por la ausencia de actas de la entrega de mascarillas una vez que aterrizaron en España. La testigo reconoció que no había constancia de parte de este material sanitario, tal y como confirmó también esta misma semana el que fuera responsable de Presupuestos y Contratación del Ministerio, Jorge Meana. El fiscal del caso Koldo se interesó específicamente por el número de mascarillas desaparecidas, a lo que Balbás dijo que formaban parte del primer lote que adquirió Puertos del Estado. "De los cuatro millones de mascarillas no se tiene constancia documental de 2.861.086 de ellas", matizó.
Misma versión ofreció Sara Anguita, la otra responsable del Ministerio de Transportes que compareció ese mismo día. Esta inspectora de servicios se refirió también a uno de los lotes adquiridos a Soluciones de Gestión asegurando que no se supo nada de una partida de cuatro millones de cubrebocas que se iba a distribuir para el transporte terrestre y personal del Ministerio de Transportes. "El seguimiento de las mascarillas para ver si llegaban a sus destinatarios finales no...", comenzó relatando, a lo que le preguntó el fiscal: "¿No consta documentado?", y la ingeniera remató: "No".
El comisario de confianza de Marlaska: "Yo llamé a Koldo"
Por su parte, el que fuera director del gabinete de Coordinación y Estudios del Ministerio del Interior, José Antonio Rodríguez, alias ‘Lenin’, explicó en su declaración como testigo que hizo de correa de transmisión entre el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska y la empresa de la rama. El comisario dejó claro que ni impartió órdenes ni tuvo nada que ver con esta contratación. Sí explicó que desde un organismo del Ministerio de Transportes le trasladaron que, ante la necesidad de adquirir mascarillas, se pusiera en contacto con el entonces asesor de Ábalos, Koldo Garcia.
A preguntas del abogado del Partido Popular -que ejerce la acusación en el procedimiento-, 'Lenin' dijo que Koldo "nunca le llamó a él, sino que fue él quien le contactó. "Fui yo (...). Me facilitan el teléfono a través de algunos de esos organismos del Ministerio de Transportes como persona que parece ser que estaba coordinando las compras que se pudiesen hacer y yo me puse en contacto con él", razonó. "¿Es decir, nadie en el Ministerio le dijo que usted tenía que ponerse en contacto con Koldo?", le preguntó el letrado de la acusación popular, a lo que Lenin respondió: "Nadie. Nunca nadie me dio instrucciones en relación con la compra de mascarillas".
Con todo, sí confirmó que el exasesor de Ábalos envió mascarillas al ministerio del Interior tras recibir los primeros lotes de China. "Koldo creo que en una ocasión, antes de recibir mascarillas, envió (...) pero no sé si físicamente las llevó él o no", dijo. Al respecto, expuso que él no se encargó de la compra de material sanitario pero que actuó porque, en su condición de responsable de CECOR, estaban pendientes de los servicios de seguridad en pandemia. El comisario dijo que el Ministerio del Interior, tras decretarse el estado de alarma, se emitió una orden ministerial para impartir criterios en plena crisis sanitaria, que incluía la creación de un centro de coordinación dependiente de su gabinete.
En ese contexto, el comisario de confianza de Marlaska advirtió que las mascarillas que recibieron entonces -provenientes del Ministerio de Sanidad de Salvador Illa- eran "totalmente insuficientes" y que necesitaban hacer un encargo. Conocedores de que el Ministerio de Transportes había conseguido las mascarillas de China y ante la urgencia de adquirir unos 12 millones de mascarillas, se puso en contacto con Koldo. Según indicó, él le dio, a su vez, el teléfono de Íñigo Rotaeche (de Soluciones de Gestión) y éste lo remitió a Daniel Belmar, quien estuvo al frente de la Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios de la Secretaría de Estado de Seguridad. Con todo, no llegó a aclarar quien le dio el teléfono de Koldo García.