Ni a Hacienda ni a la Justicia. El verdadero temor de Luis Bárcenas tenía rostro de ladrón de datos bancarios. El extesorero del PP reconoció en su declaración del pasado 25 de febrero ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que uno de los "principales" motivos que le llevaron a poner de titular de sus cuentas en Suiza a empresas fantasmas era que alguien como Hervé Falciani, el empleado del HSBC que sacó a la luz una lista con miles de evasores de todo el mundo, destapase sus millonarios saldos secretos en entidades financieras del país helvético. "Ante el robo de documentación en un banco, [...] llegar a quién es la persona final, el nombre, es más complicado para el [juez] de turno [con una mercantil tapadera] que si es una persona física la titular", aseguró cuando la fiscal del caso le interrogó por las razones que le llevaron a poner sus depósitos a nombre, primero, de la fundación panameña Sinequeanon y, después, de la empresa uruguaya Tesedul.
"Ante el robo de documentación en un banco, llegar a quién es la persona final es más complicado para el juez de turno [con una mercantil tapadera] que si es una persona física la titular", recalcó el extesorero del PP
Bárcenas comenzó en 2005 a utilizar empresas 'pantallas' para ocultar su fortuna en Suiza. Entonces, las cuentas que tenía a su nombre en los bancos suizos Dresdner Bank y Lombard Odier pasaron a ser propiedad de la 'fantasma' Sinequanon, una fundación creada en Panamá por Impala Limited, una mercantil asentada en otro paraíso fiscal, las islas Bermudas. El extesorero del PP aseguró al magistrado que el repentino cambio vino motivado porque entonces ya era senador. "Me movía entre políticas (sic) en 2004. Como he dicho, nos planteamos, me planteo, si es razonable estando en política que vayan comentado mi nombre, por ese motivo se crea la fundación", aseguró. "Lo que tenía claro es que teniendo una fundación constituida, evidentemente, era más difícil saber quién era el titular real de los fondos", añadía poco después según se ha sabido ahora tras salir a la luz la transcripción literal de su declaración judicial.
En el momento en el que comenzó a utilizar 'pantallas' para ocultar sus cuentas suizas, el 'caso Falciani' aún no había sacudido el secreto bancario del país helvético. Lo haría varios años después. Sin embargo, para 2005 sí había tenido ya repercusión mediática un caso similar, el del alemán Heinrich Kieber, un empleado de la entidad financiera Liechtenstein Global Trust (LGT) quien en 2002 vendió los datos de cerca de 6.000 evasores a los servicios secretos alemanes por 5 millones de euros. Berlín facilitó entonces dicha información a trece países, entre ellos España, donde residían 67 de los presuntos defraudadores. De hecho, Bárcenas, que en ningún momento cita por su nombre ni a Falciani ni a Kieber, es a éste último al que parece refiere en otro momento de su declaración ante el juez Ruz, aunque mezcla datos de este caso con el de Falciani:
Juez Ruz: Entonces entiendo que el objetivo era ocultar la titularidad suya de la cuenta, ¿no?
Luis Bárcenas: No, en ningún caso.
JR: No, como dice que le preocupaba tener una cuenta a su nombre dado que pasaba a la política, ¿tenía usted intención de ocultar esa cuenta?
LB: En absoluto, es que es mucho más sencillo el comunicar una cuenta con el listado este que hemos visto que compraron las autoridades alemanas donde figuran desde don Emilio Botín [uno de los afectados por la lista Falciani, no por la de Kiebes] hasta 18 personas más, es mucho más sencillo si son personas físicas que si son sociedades o son fundaciones, pero al final el owner [propietario] de la sociedad siempre he sido yo, y a los efectos del banco, la persona que daba las órdenes siempre he sido yo.
Parapetado en la amnistía fiscal
Más adelante, una de estas empresas fantasmas que utilizó para blindarse ante un nuevo Falciani, la uruguaya Tesedul, también le sirivió al extesorero del PP para acogerse a la polémica amnistía fiscal a finales de 2012. Según aseguró en otro momento de su declaración, desde que estalló el 'caso Gürtel', Bárcenas barajaba la idea de regularizar su situación con Hacienda. Sin embargo, esperó a que su partido, el PP, anunciara la Declaración Tributaria Especial (DTE) para acogerse a ella. De hecho, aseguró que tuvo que pedir prestado a una de las entidades financieras de Ginebra donde ocultaba su dinero, el Lombard Odier, un préstamo de 1,5 millones de euros para pagar las tasas correspondientes a la misma.
Cuando la fiscal le preguntó por qué, si realmente pretendía aflorar el dinero, no lo hizo en su nombre o, al menos, incorporando al impreso la documentación que le relacionaba con dicha empresa, el exsenador lo dejó claro: "Según declaró el ministro [Cristobal] Montoro, eran secretas, no se han podido facilitar. No se han podido facilitar [ininteligible] la posibilidad de que la inspección incluso pudiera tener acceso a los listados de personas que regularizaron, ¿no?. En este sentido, no se aporta la documentación, lo que se aportaba era la descripción de lo que se estaba regularizando [...]".
Fiscal: ¿Usted se leyó la normativa para comprobar si se podía aportar o no esa documentación?
Luis Bárcenas: Si recurro a un asesor fiscal no voy a revisar la normativa.
Tras esa respuesta desafiante, Bárcenas incluso presumió de que la empresa tapadera que utilizó para acogerse a la amnistía fiscal había supuesto, finalmente, unos beneficios económicos para la propia Hacienda ya que abonó más dinero por elegir hacer la DTE por medio de una empresa: "En definitiva, que no ha habido perjuicio para la Hacienda Pública porque me haya acogido como sociedad y no como persona física a la regularización", recalcó.