Los animalistas de Pacma continúan de capa caída y las elecciones de Castilla y León son el último indicador. Tras una campaña electoral fuertemente marcada por el debate de las macrogranjas, el partido se deja por el camino más de 2.000 votos en comparación con las autonómicas de 2019. En aquellos comicios, la formación obtuvo 8.619 apoyos y, tres años después, estos se han reducido a 6.438 papeletas.
La agricultura, la ganadería y, en definitiva, el campo, han tenido un peso importante a lo largo de la campaña castellanoleonesa. Estos temas han ocupado el grueso de los actos y discursos de los candidatos. Y hay un álbum de fotos en distintas granjas que lo demuestra.
Al igual que ocurrió en la Comunidad de Madrid, los comicios adelantados por Alfonso Fernández Mañueco han sido interpretados en clave nacional. Si los partidos que conforman la coalición de Gobierno y los de la oposición se enfrentaron a cuenta de las "cañas y berberechos" allá por primavera, esta vez la contienda política ha girado en torno a la carne y las macrogranjas. Aunque Pacma fue más allá que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, en su entrevista para The Guardian, no parece haber sacado tajada de ello en las elecciones. Pasan del 0,63% de los votos que obtuvieron en 2019 al 0,53%.
Macrogranjas en Castilla y León
La formación presidida por Laura Duarte situó a Castilla y León como "la tercera comunidad autónoma de España a la cabeza de macrogranjas, con más de 631 explotaciones porcinas y avícolas, y con 81 macrogranjas más en trámite, según los datos facilitados por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León". En enero de 2021 -denunció- se registró un censo de casi cuatro millones y medio de cerdos en estas explotaciones, frente a las 2.394.918 personas censadas en la comunidad autónoma. "Segovia es la provincia más afectada, con casi 1,2 millones de cerdos para 150.000 habitantes, que no corresponde en absoluto con el consumo de carne de sus habitantes", apuntó.
Para Pacma, esta actividad supone "una vida de encierro y explotación extrema para los millones de animales que pasan por estas macrogranjas, así como un foco de contaminación del agua y aire altamente nocivo y perjudicial para la salud de las personas".
A pesar de los resultados del 13-F, la formación dice sentirse "esperanzada". En su lectura sobre los datos cosechados en Castilla y León, Pacma asegura haber "logrado frenar el fuerte descenso que estaba caracterizando nuestro porcentaje de voto en los anteriores comicios autonómicos, como ocurrió en Galicia, País Vasco o Madrid".
Según los resultados de las elecciones del 13-F recogidos por la Junta de Castilla y León, Pacma pierde votos en todas las circunscripciones y en todas las capitales de provincia
"Hemos conseguido un 0,53% de los votos, respecto al 0,63% obtenido en 2019 y a pesar del incremento de alternativas políticas y la fuerte entrada de partidos locales", justifica la formación a través de un comunicado.
"En ciudades como Segovia, explican los animalistas, hemos aumentado el porcentaje de voto del 0,69% al 0,71%, y nos hemos mantenido en Valladolid en un panorama especialmente revuelto. Sabemos que hay territorios en los que es especialmente difícil para un partido con nuestra justa causa", argumentan desde la formación.
Según los resultados de las elecciones del 13-F recogidos por la Junta de Castilla y León, Pacma pierde votos en todas las circunscripciones y en todas las capitales de provincia. También en Segovia, una de las zonas con más instalaciones para la ganadería intensiva.
Aunque reconocen no contentase con los resultados, desde Pacma señalan que su principal objetivo es "conseguir representación política para dar voz a los animales, al medioambiente y a las personas, pero sí tenemos más fuerza que nunca para aprender y cultivar las bases de nuestro futuro político".
Pierden fuelle también en las generales
Fundado en 2003, el Pacma tuvo en 2011 su primera participación en unas elecciones generales con papeleta propia en todas las provincias. En las elecciones generales del 10-N se quedaron a las puertas de entrar en el Congreso de los Diputados. Era la quinta vez que se presentaban a unos comicios de estas características y el partido de Duarte buscaba su primer escaño.
En 2015, Pacma consiguió más de 220.000 votos. En 2016, subieron a 286.000 y, en las elecciones del 28 de abril de 2019, acapararon 328.299 sufragios. Esta tendencia al alza se vio truncada el 10-N del mismo año, cuando cosecharon 226.376 papeletas y tuvo que conformarse, otra vez, con ser la primera fuerza extraparlamentaria. Partidos con menos votos, como Teruel Existe, sí lograron representación en la Cámara baja. A tenor de los resultados en Castilla y León, parece que la proliferación de las formaciones regionalistas todavía minan más sus aspiraciones.