La importancia de proteger la libertad de información y la la independencia de los medios de comunicación es uno de los pilares fundamentales para preservar una democracia real. A raíz de la creación de una comisión interministerial para el control de los medios, la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha prenunciado en sus redes sociales y ha ironizado al compararla con la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda, un organismo de la Falange Española que posteriormente pasaría a formar parte de la administración de la Dictadura franquista.
La nota de prensa emitida en la página web oficial de La Moncloa afirma que estas reuniones trimestrales tienen por objeto el "seguimiento e impulso del Plan de Acción por la Democracia". A su vez, en este mismo plan hablan de "combatir los riesgos que sufren las democracias-como la desinformación-", así como de "mejorar el sistema con el que instar y lograr la rectificación de noticias falsas o abiertamente tendenciosas, con indemnizaciones y plazos adecuados".
¿Qué era la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda?
El debate político se pone sobre la mesa, y aunque Isabel Díaz Ayuso ironiza con el tema en su perfil de la red social X, no es la primera vez que se pronuncia en contra de la medida. El pasado 17 de septiembre, la presidenta ya rechazaba el Plan de Acción Democrática y alertaba del "desprestigio a jueces, periodistas y artistas".
Tras comparar esta nueva medida con la Delegación Nacional de Prensa y Propaganda -DNPP-, la publicación ha recibido más de 240 comentarios y 3.000 'me gusta'. Con opiniones a favor y en contra de la comparación de la presidenta, es importante conocer el contexto. La DNPP, creada en 1937, tuvo a su cargo el control de los medios de comunicación, especialmente aquellos en manos de la falange y Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, así como la propaganda franquista.
Finalmente, y al margen del panorama político, según Statista el 61% de los encuestados en España ya percibían en 2022 que los medios de comunicación son dependientes de la influencia política, y un 57,1% de las presiones empresariales. El pensamiento de que los medios anteponen sus intereses a los de la sociedad ha provocado el aumento de la desconfianza. Además, según esta encuesta, Filipinas es el país que más noticias falsas habría consumido en 2022, mientras que España se situaría en el octavo puesto, detrás de países como Perú, México o Rumanía.