La actualidad política en España pasa, sin lugar a dudas, por la citación del juez Juan Peinado para que Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, declare como investigada en próximo 5 de julio en el Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid por presunta comisión de delitos de tráfico de influencias y corrupción en el sector privado.

Esta noticia hizo saltar por los aires todas las previsiones de la semana, obligando a los diferentes actores implicados a remover sus fichas del tablero. Uno de ellos fue la Comunidad de Madrid.

El Ejecutivo regional, dirigido por Isabel Díaz Ayuso, anunció en la tarde noche que habían registrado en la Asamblea de Madrid la apertura de una comisión de investigación para determinar si existen o no irregularidades en la relación de Begoña Gómez con la Universidad Complutense de Madrid.

Del mismo modo, esta averiguación también quiere dilucidar "qué favores hizo el rector de la institución", Joaquín Goyache, a la mujer de Pedro Sánchez. Dicha información puso en jaque al PSOE madrileño y a su líder, Juan Lobato, quien ya ha anunciado que se opondrá a escrutar las actividades de la Complutense en aras de confirmar la fuente de financiación de la cátedra de Begoña Gómez.

Para verbalizar qué supone exactamente esta comisión de investigación, el portavoz del Partido Popular en la Asamblea, Carlos Díaz-Pache, atendió ayer a los medios en la Cámara regional.

"Lo hacemos para devolver el buen nombre a la Universidad, que se ha visto salpicada por un escándalo que debemos investigar. Hemos conocido que Begoña Gómez ha obtenido una cátedra y que la ha estado usando para buscar financiación y relacionarse con empresas. Queremos saber si esto ha estado bien hecho o mal hecho", señaló Díaz-Pache.

Sin embargo, quedaban muchas incógnitas en el aire ante esta comisión de investigación, la cual, por haber sido registrada el martes, no se podrá debatir en el pleno de hoy, sino en el siguiente, que sería el penúltimo del curso político en la Asamblea de Madrid.

El PP perfila la comisión sobre la cátedra de Begoña

Pese a la objeción del PSOE, la mayoría absoluta del Partido Popular en la Asamblea y el apoyo de Vox sacarán adelante sin ningún tipo de problema esta comisión de investigación contra la Universidad Complutense de Madrid, su rector y el papel de Begoña Gómez en la financiación de su cátedra.

Los plazos, no obstante, no serán inmediatos. Fuentes populares confirman que la comisión dará comienzo en octubre, durando su labor hasta el mes de febrero del año que viene. En cuanto a la lista de posibles comparecientes, el PP confirma que "aún no tiene hecho el listado", pero serán personas "que tengan responsabilidad en esta cuestión".

La gran pregunta que gira en torno a esta comisión tiene que ver con el objeto y fecha de anuncio de la misma. A nadie se le escapa que quedan cuatro días para las elecciones al Parlamento europeo, y que la situación demoscópica del PSOE es bastante delicada tras la citación a Begoña Gómez. Por lo tanto, esta presión al Gobierno puede repercutir en las urnas el próximo día 9 de junio.

Desde el PP madrileño señalan que el objetivo de la investigación no solo se reduce a aclarar la situación financiera en la cátedra de Begoña Gómez, que, por supuesto centralizará la comisión, con el objetivo de saber "si ha habido nepotismo o tratos de favor a esta cátedra", sino también a otros casos.

El aperturismo de la investigación pondrá encima de la mesa, no solo a la Complutense de Madrid, sino también a otros centros adscritos y al resto de cátedras. Hasta el papel del rector, como cabía esperar, será analizado con detenimiento para saber si favoreció o no a Begoña Gómez y sus supuestos negocios.

Quieren conocer si la información destapada sobre el origen de la financiación de la cátedra de la mujer de Pedro Sánchez es la única que se encuentra mal regulada o si existen otras donde se hayan empleado técnicas similares.

La comisión, por tanto, aspira a examinar a gran escala qué papel juega la Universidad Complutense de Madrid en su totalidad en todo este caso, uno que está poniendo patas arriba al Gobierno central y dinamitando sobremanera la campaña electoral de las elecciones europeas. Unas donde todos los partidos se juegan mucho.