Con el tema de Madrid Central y las ZBE todavía reciente, el Ayuntamiento de Madrid ha dado un paso más en su lucha contra la contaminación y la protección del medio ambiente urbano con la reciente actualización de la Ordenanza de Movilidad Sostenible sobre los coches madrileños.
A partir de 2025, los vehículos sin distintivo ambiental, conocidos como de categoría A, estarán completamente prohibidos de aparcar en la zona verde y azul del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER).
Esta medida es un golpe más hacia los coches más contaminantes, que ya ven restringido su acceso y circulación en varias zonas de la capital.
Coches sin distintivo: adiós definitivo al SER
La normativa, recogida en la Ordenanza 10/2021, establece que, para proteger la salud pública y mitigar la contaminación en la ciudad, los vehículos sin distintivo ambiental (los más antiguos y contaminantes) tendrán prohibido aparcar en todas las plazas del SER de Madrid.
Esta restricción aplicará durante las 24 horas del día, todos los días del año, lo que marca un endurecimiento de las medidas medioambientales ya existentes.
El distintivo ambiental de la DGT clasifica a los vehículos en función de su nivel de emisiones. Los vehículos de categoría A son aquellos más contaminantes, y corresponden, en su mayoría, a los vehículos de gasolina matriculados antes del año 2000 y los diésel anteriores a 2006.
Excepciones a la prohibición hasta 2024
Aunque la norma general es clara, el Ayuntamiento ha establecido algunas excepciones para ciertos tipos de vehículos que podrán seguir estacionando hasta el 31 de diciembre de 2024:
- Residentes en el barrio donde hayan obtenido la autorización de estacionamiento del SER.
- Vehículos auxiliares que apoyen la operación del transporte público colectivo urbano.
- Motos y vehículos de dos y tres ruedas.
- Vehículos destinados al transporte de personas con movilidad reducida que dispongan de la tarjeta de estacionamiento correspondiente.
Sin embargo, estas excepciones solo estarán en vigor hasta el 31 de diciembre de 2024. A partir del 1 de enero de 2025, los vehículos sin distintivo quedarán completamente excluidos del estacionamiento regulado, salvo aquellos adaptados para personas con movilidad reducida y que figuren en el Sistema de gestión de accesos del Ayuntamiento.
¿Cómo afecta esto a los conductores?
La prohibición de aparcar en las zonas verde y azul de Madrid es un nuevo esfuerzo del consistorio para reducir la contaminación y cumplir con los objetivos de sostenibilidad de la ciudad.
Los conductores que posean un coche sin distintivo ambiental se enfrentan a la necesidad de buscar alternativas de movilidad o a plantearse la renovación de su vehículo.
Con la ZBEDEP Distrito Centro y Plaza Elíptica como áreas especialmente controladas, esta normativa busca reducir el número de coches contaminantes en las calles de Madrid, fomentando el uso de vehículos eléctricos o con bajas emisiones.
Movilidad sostenible y los próximos pasos
La entrada en vigor de estas restricciones es parte de un plan más amplio que busca consolidar a Madrid como una ciudad más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Con estas medidas, el Ayuntamiento también pretende reducir los niveles de NO2 y otras partículas contaminantes que afectan la calidad del aire.
Además, los servicios esenciales como las ambulancias, los bomberos y los vehículos de policía, podrán seguir aparcando en las plazas reguladas hasta la fecha que determine la Junta de Gobierno, lo que garantiza que no se afectará el funcionamiento de estos servicios críticos.
En conclusión, la prohibición definitiva de aparcar en zonas verdes y azules para los vehículos sin distintivo ambiental será un cambio importante en la movilidad de Madrid. Con esta medida, la ciudad sigue avanzando hacia su objetivo de convertirse en un referente en sostenibilidad, pero los propietarios de vehículos más antiguos deberán buscar alternativas antes de que finalice el plazo de 2024.
Para quienes estén considerando cambiar de coche, las ayudas a la compra de vehículos eléctricos y las restricciones cada vez más estrictas en las grandes ciudades como Madrid, hacen que sea un momento clave para repensar la movilidad.
