La Guardia Civil ha detenido a los dos responsables de una guardería canina situada en el municipio madrileño de El Álamo como presuntos responsables de la muerte de dos perros y del maltrato a otros cinco.
Vecinos de la localidad se concentraron el pasado mes de agosto frente al centro para denunciar que, tras dejar a sus mascotas durante sus vacaciones con un supuesto educador, algunas aparecieron muertas y otras maltratadas, y varias habían desaparecido.
Algunos de los afectados dijeron que este hombre les explicó por teléfono cómo su mascota había enfermado y después había escapado o muerto. Hay una tercera persona investigada por estos hechos y a los encausados también se les imputa el delito de estafa.
La investigación de los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se inició cuando se interpuso una denuncia por la desaparición de un perro y la muerte de otros dos en la supuesta residencia canina.
Los efectivos de seguridad realizaron una inspección en la cual constataron el estado de semiabandono en el que se encontraban los animales, que carecían de agua y alimento pese a la ola de calor. En el interior de las instalaciones localizaron dos perros muertos y cinco en estado grave por deshidratación, informa la Guardia Civil.
El centro de protección animal de la localidad estaba siendo utilizado de forma ilegal para su uso como residencia canina.
Posteriormente los agentes trasladaron a los perros recuperaros a un centro de la Comunidad de Madrid para que fueran atendidos y sometidos a diferentes tratamientos y ser devueltos a sus propietarios.
Los investigadores detectaron que el centro de protección animal de la localidad estaba siendo utilizado de forma ilegal para su uso como residencia canina, cuando carecía de autorización alguna y de control municipal.
Evitaban que los dueños conocieran las instalaciones
El hombre que gestionaba el centro actuaba siempre de la misma manera, ofreciendo el alojamiento canino vía internet y telefónica, y se trasladaba hasta los domicilios de los animales para recogerlos.
De esta forma evitaba que los dueños fueran conocedores de las circunstancias e instalaciones en las que dejaban a sus mascotas.
Los investigadores han comprobado además que exigía los pagos de los clientes vía bizum, con tarifas diarias por el cuidado de sus animales que oscilaban entre los siete y quince euros.
Durante los pasados años 2018 y 2019, agentes del Seprona en diferentes inspecciones detectaron y tramitaron al Ayuntamiento del municipio infracciones administrativas relacionadas con el mal estado de las instalaciones, carencia de documentación e irregularidades en el control de los animales.
El Ayuntamiento de El Álamo denunció que el hombre detenido había hecho una "utilización ilícita" de unas instalaciones municipales.
En estas instalaciones municipales no debía haber ninguna "residencia" de animales y por ello el Ayuntamiento abrió diligencias administrativas.
No debía haber una residencia
En un vídeo difundido por redes sociales, el concejal de Medio Ambiente, Antonio Gómez, explicó que estos "hechos desagradables" se han producido tras licitar por concurso un contrato para el servicio de recogida de animales.
En estas instalaciones municipales no debía haber ninguna "residencia" de animales y por ello el Ayuntamiento abrió diligencias administrativas.