El robo de un catalizador al día. Ese es el desafío al que se enfrentan cada jornada, desde que comenzó diciembre, los agentes de la Comisaría de Policía Nacional del distrito de Moncloa-Aravaca (Madrid). Hace semanas pillaron a dos ladrones tras meses de complejas investigaciones. Los delincuentes están obsesionados con estas piezas, que después venden en chatarrerías donde reciben suculentas ganancias por metales que forman su composición.
Para explicar este caso se debe comenzar por el principio. Los catalizadores tienen el objetivo de reducir la emisión a la atmósfera de los gases nocivos que emiten los vehículos. La 'moda' de sustraer estas piezas se ha incrementado en los últimos años por los beneficios que obtienen los ladrones con sus componentes.
Entre 100 y 500 euros por catalizador
Al revestimiento de cobre de estas piezas se le añade un panel de cerámica que está compuesto por metales como el paladio y el platino. Dos minerales que en la actualidad son más valiosos que el oro. "Después los venden en chatarrerías donde pueden conseguir entre 100 y 500 euros por estas piezas", explica a Vozpópuli Paloma, la Inspectora Jefa de la Policía Judicial de la Comisaría de Moncloa-Aravaca.
Los agentes de este distrito establecieron hace dos meses un dispositivo contra el hurto de este tipo de piezas. El aumento de las denuncias vecinales fue el comienzo de esta compleja misión que han desarrollado los agentes de Seguridad Ciudadana y de Policía Judicial.
Fueron muchas horas de vigilancia estática, de patrullaje, de visitar negocios... Finalmente, este trabajo dio sus frutos la madrugada del pasado 30 de noviembre. Después de semanas de cotejar datos identificaron el vehículo que conducían los dos ladrones de catalizadores.
Fijación por los Toyota
Los agentes camuflados dieron el aviso a Seguridad Ciudadana, quienes detuvieron a estos dos hombres. Sabían lo que hacían. Uno de los arrestados es de nacionalidad marroquí y el otro rumano. Este último contaba con antecedentes por este tipo de hechos delictivos.
Los agentes localizaron en el interior del coche seis catalizadores y diversas herramientas, tales como un cortatubos de escape y un gato elevador. Todo lo necesario para el robo de los catalizadores. La fijación de esta pareja eran los Toyota Auris. La mitad de las piezas que llevaban pertenecía a esta marca y modelo. Es el objeto codiciado por estos ladrones especialistas.
Una denuncia de robo al día
Son rápidos y expertos a la hora de cometer el hurto. En tan solo dos minutos pueden llevarse un catalizador, tal como explica la Inspectora Jefe de Moncloa-Aravaca. A pesar de esta brillante operación, los delincuentes, no se sabe si son los mismos, han vuelto a las andadas en el distrito.
En lo que llevamos de mes cuentan con una decena de denuncias por el robo de estas piezas de coche. Una al día. "Una de las complicaciones de estas diligencias es que los catalizadores no tienen identificación ni número de bastidor", lamentan.
El dispositivo contra el robo de los catalizadores sigue en marcha. Los agentes han visitado hasta chatarrerías para conocer cuál es el procedimiento que siguen los ladrones. En estos puntos venden las piezas pero los particulares mienten a los empleados sobre el origen de las mismas. Es difícil y complejo continuar el recorrido.
El misterioso mercado negro de los catalizadores
Esta modalidad delictiva es sufrida hasta por los taxistas en Madrid. Hace un mes salió a la luz un vídeo de cómo dos ladrones robaban un catalizador de un vehículo que estaba parado en la calle durante unos segundos. Un coche gris paró a su lado y en pocos segundos se llevaron esta codiciada pieza.
No es un problema que afecte solo a la capital. Hace meses, la Policía Nacional desarticuló una banda que se dedicaba al robo de estas piezas en Sevilla. Lograron llevarse 53 de ellas. Los delitos eran continuados y tenían definidas sus funciones.
Unos vigilaban mientras otros se metían debajo de los coches con una radial portátil para serrar el sistema de escape para llevarse el trozo donde está el catalizador. Después trasladaban los catalizadores a otra ubicación donde les extraían los metales preciosos. El destino final era el mercado negro. Los investigadores de la Policía Nacional siguen este misterio. ¿Quién está detrás del mercado negro en España de los catalizadores?