Joaquín Jiménez Silva murió acribillado a tiros a plena luz del día en marzo de 2022 en la Plaza de Alsacia del distrito madrileño de San Blas. Uno de sus presuntos asesinos se entregó horas después en la Guardia Civil de Sevilla. Sin embargo, las diligencias no acabaron. Ahora, tras meses de investigaciones, la Policía Nacional ha detenido a los seis presuntos autores del clan de los 'Vargas' que ese día diseñaron una emboscada para acabar con la vida de este hombre.
Joaquín, de la familia de los Milagrones, contaba con numerosos antecedentes en su historial, incluso había quedado absuelto de un delito de asesinato. Esos errores del pasado quedaron enterrados tras entregarse a la fe y convertirse en pastor evangélico.
El clan de 'Los Limpios'
Su asesinato se produjo el pasado 16 de marzo a plena luz del día ante la mirada de decenas de testigos. Las pesquisas apuntaron que Joaquín había quedado con sus presuntos asesinos que debían pagar unos 11.000 euros de una 'dote' por un mal matrimonio. Algo salió mal y tuvo que huir del lugar. Delante tenía al clan de 'Los Vargas'.
Su Citröen C5 gris fue perseguido por un BMW X5 y otro vehículo más. Le embistieron y cuando el coche estaba parado realizaron ocho disparos. Poco o nada pudieron hacer por la vida de este hombre, de 46 años, los sanitarios del Samur-Proteccción Civil.
Varias horas después, de madrugada, el novio del matrimonio fallido, de 23 años, se presentó en la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla y dijo ser el autor de los disparos. Una teoría que no era compartida por los investigadores del caso: el Grupo V de Homicidios.
Unas semanas después, el 31 de marzo, se entregó voluntariamente en Madrid otro hombre que confesó haber participado también en el homicidio. Una vez que fue interrogado, el Juzgado de Instrucción número 13 de Madrid decretó su ingreso en prisión provisional como presunto autor de un delito de homicidio. Este individuo pertenece a la misma familia del primer autor confeso del crimen.
Dispersos por toda España
Posteriormente, los presuntos responsables del suceso huyeron a distintos puntos de la geografía española para dificultar su localización y detención (Sevilla, Madrid, Valencia, A Coruña y Palma de Mallorca). Los investigadores determinaron que un vehículo embistió en primer lugar al coche en el que circulaba la víctima. Posteriormente, un segundo turismo se situó en paralelo al accidentado, efectuando el copiloto varios disparos que alcanzaron a la víctima provocando su muerte.
La búsqueda, desarrollada a nivel nacional, dio como resultado la localización del presunto autor material del homicidio, que fue identificado el pasado seis de mayo en un control de pasajeros realizado en el puerto de Valencia, cuando se disponía a viajar en ferry hasta Palma de Mallorca, procediendo de forma inmediata a su detención.
En el mes de septiembre, los agentes lograron situar en A Coruña a un cuarto implicado en los hechos, concretamente al conductor del vehículo desde el que se abrió fuego. Para dificultar su localización, este varón y personas de su entorno adoptaban numerosas medidas de seguridad, lo que obligó a los investigadores a establecer complejos dispositivos de vigilancia que culminaron con su localización y detención a finales de ese mes.
Últimas detenciones en Madrid y Palma de Mallorca
Por último, entre octubre y noviembre, los agentes arrestaron a los dos últimos presuntos responsables del homicidio, un hombre y una mujer. En el caso del varón, fue detenido en el aeropuerto Madrid Barajas-Adolfo Suárez, tras permanecer varios meses oculto en Palma de Mallorca.
Precisamente en esta última localidad se produjo el arresto de la mujer, quien viajaba de ocupante en el vehículo que colisionó con el turismo de la víctima. Todos ellos pasaron a disposición judicial como presuntos autores de un delito de homicidio, decretándose su ingreso en prisión.
Antonio Vargas, el asesino
Las investigaciones policiales han determinado que el autor material del asesinato fue Antonio Vargas, de 44 años, que contaba con diversos antecedentes. Fue detenido el pasado 6 de mayo en Valencia. Este hombre iba en un coche conducido por su hijo, de 23 años, que disparó a la víctima hasta en siete ocasiones, cuando marchaba en paralelo al vehículo de Joaquín.
Otro de los hijos de Antonio realizó labores de vigilancia para perpetrar el crimen mientras que en otro de los coches iba una familia, de 44 años, y su hijo, de 23. La motivación del homicidio fue que Joaquín, en sus labores de pastor, iba a mediar entre dos familias y finalmente fue atracado.