Unas 3.000 personas, según datos de Delegación del Gobierno, se han manifestado este lunes en Madrid para pedir justicia para el joven Samuel asesinado en A Coruña el pasado sábado, que murió a consecuencia de las heridas provocadas por una paliza que le propinó un grupo de personas, y han reclamado al colectivo LGTBI pasar a la insurrección: "No queremos más desfiles, queremos barricadas".
La concentración ha comenzado en torno a las 20.00 horas en la Puerta del Sol entre gritos de consignas como 'Samuel no ha muerto, lo han asesinado', 'Insurrección contra toda vejación', 'La homofobia es fascismo' o 'Contra los nazis, mariconazos'.
Entre banderas del colectivo LGTBI y pancartas con mensajes como 'Cualquiera de nosotras podría ser Samuel', los congregados han guardado silencio por el joven, a quien también han recordado entre aplausos y llantos.
Asimismo, el centro de la plaza ha acogido la lectura de un manifiesto entre varias personas de la organización. "A Samuel le han matado por maricón (...) Seguimos siendo un trozo de carne sobre el que se puede ejercer cualquier violencia", han asegurado.
Miedo y rabia
También han trasladado su miedo porque, en sus palabras, por el simple hecho de existir se ven "cuestionades, silenciades y agredides". No obstante, han asegurado tener algo "aún más fuerte que todo eso: la rabia".
Tras la lectura de las palabras en homenaje al joven que han cerrado la concentración en la mítica plaza madrileña, se han movilizado hacia Plaza España, donde han protagonizado una sentada, provocando cortes de tráfico a su paso por la Gran Vía.
Asimismo, los asistentes se han desplazado hasta el Ministerio de Justicia pasadas las 21.15 horas, donde han leído un segundo manifiesto en el que han enfatizado que "el asesinato de Samuel no ha sido un hecho casual, sino que ha sido por tener una identidad": "Con tan solo 24 años recibió una brutal paliza en la puerta de una discoteca en A Coruña al grito de 'maricón'".
En torno a las 22.00 horas todavía permanecen personas a las puertas del Ministerio que dirige Juan Carlos Campo donde han dispuesto un cordón policial con unos veinte efectivos.