La batalla por acabar con el tabaco continúa. Nueva Zelanda ha aprobado una ley que prohibirá fumar a todos los ciudadanos que hayan nacido a partir del 1 de enero de 2009, con vistas a que el país pueda estar libre de humo en el año 2025. Se ha convertido así en el segundo país en ilegalizarlo después de Bután. También reducirán la cantidad de nicotina en los productos de tabaco y limitará los puntos de venta, de los 6.000 actuales a un máximo de 600 a partir de finales del próximo año.

Es cierto que la concienciación sobre los peligros del tabaco se extiende cada vez más rápido, pero para que podamos llegar a este punto de destabaquización en España, y "en otros muchos países de características socio-culturales similares", queda todavía un largo proceso. "Lo ideal sería que consiguiéramos una Ley Seca del tabaco en el mundo entero, pero hay que ser consciente de que esto es, por desgracia, una utopía y que es prácticamente imposible conseguir 0 tabaquismo", explica a este periódico el jefe del Servicio de Neumología del Hospital Príncipe de Asturias, José Miguel Rodríguez. Una idea que también comparte el cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla, Fernando Fernández Bueno: "Efectivamente, la aspiración tendría que ser alcanzar un mundo sin ninguna consumición de tabaco, como una especie de Ley Seca".

Sobre si realmente es necesario aplicar medidas tan restrictivas, algo criticado entre algunos fumadores porque consideran que "es una exageración", ambos expertos aseguran que "por supuesto que es fundamental tomar medidas drásticas: la situación a nivel mundial es grave, porque el tabaco es una droga y los índices de tabaquismo no caen drásticamente".

Pese a que consideren que es necesario y urgente, ambos son conscientes de que para que esta medida se pueda implantar en España todavía faltan muchos años ("100 te diría yo", como indica Fernández Bueno). "En España necesitamos educación sobre lo perjudicial del tabaquismo. Hay que tomar medidas, pero siempre acompañadas de concienciación, que es lo que verdaderamente cambia los hábitos", explica el mismo experto. En la misma línea, el neumólogo del Príncipe de Asturias asegura que "en España es absurdo por ahora implantar este tipo de medidas y hay que centrarse en la educación". "Dónde esté el informar y el educar, que se quite el prohibir", añade.

El motivo de esta "absurdez" de aplicarlo en España, aparte de porque supondría un problema con la sociedad, que podría "enfadarse mucho con esta medida", es que "el arraigo del tabaquismo es tal en España que se fomentaría mucho el mercado negro", algo que "lógicamente", no soluciona el problema. "Ojalá pudiéramos seguir el ejemplo de Nueva Zelanda, pero ellos llevan mucho tiempo realizando una hoja de ruta basada en la concienciación. Uno de sus últimos pasos era la prohibición total del mismo, como si se tratase de drogas. Nosotros vamos mucho más atrasados en eso todavía", explica Fernando Fernández Bueno. "Además, hay que hacerlo muy bien para que no ocurra como con la verdadera Ley Seca del alcohol, que disparó las ventas en el mercado negro", agrega.

Los datos del consumo de tabaco

Uno de los motivos que explican por qué no va a funcionar en España, y en la gran mayoría de países de Europa, es el alto porcentaje de fumadores que todavía existe. Mientras que en Nueva Zelanda solo el 6% de la sociedad es fumadora activa, en España el porcentaje se eleva al 32, 8%, según la última encuesta EDADES 2019/2020. Si bien ambos expertos destacan que tras la ley del 2007 el porcentaje de fumadores disminuyó "llamativamente", la realidad es que ahora mismo "estamos igual que antes".

Aparte de la concienciación, los expertos proponen aplicar herramientas de reducción del año y la consideración de productos que, de una manera científicamente probada, sean alternativas menos dañinas que los cigarrillos para los fumadores.

Sin embargo, aunque el número de fumadores no ha disminuido, sí que lo ha hecho la cantidad de cigarrillos consumidos. "Es verdad que ahora se ve menos a la gente fumar, porque hay muchas restricciones. Esto hace que cada fumador, consuma menos cigarrillos, porque no es tan sencillo como antes fumar" agrega Fernando Fernández Bueno.

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