El presidente del Gobierno ya no sabe qué más teclas tocar y a cuántas nuevas puertas llamar para acabar con la deriva de un país a merced de los mercados. La única carta que le queda es la de las Comunidades Autónomas y eso que se trata ahora de uno de los eslabones más débiles de la cadena, asfixiadas por las deudas y en procesos de rescate financiero, puerta que abrió Valencia, siguió Murcia y a la que se ha apuntado también Cataluña. Mariano Rajoy ha convocado para el próximo lunes en la sede nacional del PP a sus presidentes autonómicos y a los regionales de aquellas Comunidades en las que no gobierna, ante los que hará un análisis descarnado de la situación y reclamará un mayor esfuerzo, en la línea de su intervención en la última reunión de la Junta Directiva Nacional.
Y es que el déficit de las Comunidades continúa siendo el gran quebradero de cabeza para el Gobierno a la hora de cumplir los compromisos europeos. Las autonomías están en el ojo del huracán y los hechos vienen a dar la razón a aquellos que desde Bruselas cuestionaban su solvencia. Oficialmente, no se trata más que de una reunión del Consejo Autonómico del partido, órgano consultivo en materia de política terrritorial, que también se reunió el pasado 14 de abril. Por ello Rajoy les ha citado en la sede nacional del PP, aunque para ese mismo día tiene previsto entrevistarse con el presidente del Ejecutivo andaluz, José Antonio Griñán, en Moncloa.
El portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, echó ayer mano de un juego de palabras para explicar que con la cita del lunes se pretende explicitar que "el compromiso es mantener un compromiso, que vamos juntos y estamos juntos, de manera coordinada, primero en nuestra casa, luego todos en España, pero primero en nuestra casa. Hay que hablar de coordinarse y de salir juntos de la crisis". A partir de ahí, agregó, "cada uno tendrá que tomar decisiones" a sabiendas de que la Administración central va a garantizar su solvencia, "que se pueden financiar, con un compromiso de reducción del déficit", a través del fondo de liquidez de 18.000 millones de euros puesto en marcha en la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. A su juicio, "el modelo no es sostenible y hay que hacer cambios".
Cospedal ha citado hoy a los presidentes provinciales para articular una estrategia territorial que sirva de soporte a las decisiones del Gobierno
Pero esa pretendida unidad no fue tal en la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, el pasado jueves 12, donde las Comunidades de Extremadura y de Castilla y León, gobernadas por el PP, se abstuvieron en la votación del objetivo de déficit del 0,7 para el año que viene mientras que Galicia dio un "sí" crítico. Rajoy tendrá ocasión de echarse a la cara a José Antonio Monago y Juan Vicente Herrera.
Forma parte también de esta ofensiva interna la reunión que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, mantendrá hoy con los presidentes provinciales del partido. La idea es tener movilizado al PP en la defensa del paquete de reformas, ajustes y recortes aprobado por el Consejo de Ministros el pasado viernes, lo que no pone tampoco en una posición muy fácil ni a los dirigentes territoriales ni a los parlamentarios que todos los fines de semana se patean su región y reciben reproches de sus votantes. La última vez que todos se vieron las caras fue el pasado 27 de abril y Cospedal aprovechó para ponerles deberes en su obligación de servir de soporte a las decisiones del Gobierno.
Cospedal estará acompañada por los tres vicesecretarios del PP, el de Organización, Carlso Floriano; el de Estudios y Programas, Esteban González Pons, y el de Territorail, Javier Arenas.
