Desde Barcelona a Marinaleda (Sevilla) hay unos mil kilómetros, pero este fin de semana, ambos puntos geográficos estarán más cerca que nunca en España, gracias a la celebración de un evento en el habitualmente conocido como “santuario de la izquierda andaluza”, que reúne a numerosas fuerzas centrífugas e independentistas.
Hasta Marinaleda llegarán Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, Oskar Matute, diputado de Bildu o la diputada del BNG Noa Presas y la parlamentaria de la CUP Laure Vega para formar parte de la I Escuela de Otoño de Adelante Andalucía que se celebra el 27, 28 y 29 de septiembre. Adelante Andalucía atrae a líderes nacionales del independentismo catalán, vasco o gallego.
El movimiento de izquierdas andaluz ofrece un corte más andalucista que actualmente tiene importante impronta en la actualidad política andaluza, a pesar de contar solo con dos diputados en el Parlamento. La Escuela de Otoño pretende interconectar con otras regiones las reivindicaciones regionalistas de Adelante. Desde la organización detallan que se pretende crear un espacio para la formación, debate, discusión y aprendizaje.
El alcalde de Marinaleda, Sergio Gómez, ejercerá de anfitrión junto a la promotora de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, “¿qué más quieres, por Dios y por la Virgen?” apela Rodríguez en la convocatoria al evento, detallando que gastos en matrícula, comidas y alojamiento serán gratuitos, “vente con nosotros al corazón de la Andalucía rebelde”.
Conexión independentismo-Marinaleda
Adelante Andalucía, tras un traumático cisma parlamentario, quedó fuera de los cuadros de Podemos y de las confluencias de la izquierda, con Teresa Rodríguez como alma mater. Adelante aboga por un discurso reivindicativo de lo andaluz que, salvando las distancias y evitando el rango de independentista, podría asemejarse al de nacionalistas como BNG, ERC o Bildu. En cualquier caso, no es la primera vez que se produce esta conexión entre independentismo y Marinaleda.
La sombra del antiguo alcalde, Sánchez Gordillo es alargada. El de Marinaleda fue un rostro visible en un mitin de Anna Gabriel, en plena vorágine independentista en 2017, año en el que los 2.500 vecinos de la localidad sevillana vieron con asombro colgar como única bandera en su ayuntamiento un estelada antes del 1 de octubre de aquel año.
El santuario del puño en alto A Marinaleda "no llegan trenes o aviones, pero tiene un significado especial y gran simbología por su papel histórico de la lucha de los jornaleros por la tierra", dice la responsable de Organización de Adelante, Mari García.
Probablemente, no haya ningún otro punto geográfico en Andalucía con tantas connotaciones políticas como Marinaleda. El pueblo de los comunistas, el soviet de la Sierra de Sevilla, el infierno de las empresas privadas… Marinaleda es sinónimo de la izquierda más combativa y la culpa la tiene Juan Manuel Sánchez Gordillo. Adelante escoge Marinaleda porque la localidad “consiguió escribir las mejores páginas de la historia de Andalucía mediante la lucha”.
44 años de alcaldía
Sánchez Gordillo es un personaje mítico para unos y caricaturesco para otros, con su pañuelo palestino y su puño en alto. Se trata de un alcalde eterno que gobernó Marinaleda durante 44 años. Su nombre es sinónimo del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) o de orquestar un asalto organizado a supermercados con los vecinos del pueblo durante la crisis, un expropiador de estanterías o un Robin Hood para los suyos.
También fue diputado andaluz en dos periodos, un personaje exótico en el paisaje parlamentario. Finalmente, en 2023 dio un paso al lado dejando de la política, eso sí, dejando como epílogo una condena por violar los derechos fundamentales de la plantilla del Ayuntamiento.
Sentencia que partió de una inesperada denuncia del sindicato CGT, en defensa de la plantilla municipal, denunciando contratos en fraude de ley, salarios que incumplían el SMI, o imposibilidad de conciliación para empleados del municipio que se presentaba como un laboratorio del cooperativismo en pleno siglo XXI.