España

Mónica Carmona ante el juez: el ‘alfil’ de Calvente en su pugna con Podemos

El exabogado del partido citó como fuente de su denuncia a esta exresponsable de cumplimiento Normativo de la formación, que en diciembre ya avisó a Iglesias de posibles consecuencias penales

  • Pablo Iglesias, Mónica Carmona y José Manuel Calvente

“Soy Mónica Carmona, responsable de Cumplimiento Normativo”. Así se presentaba esta abogada en un correo remitido el pasado diciembre al líder de Podemos, Pablo Iglesias. Le avisaba de las consecuencias que tendría su cese y el de su compañero José Manuel Calvente, provocado a su juicio por haber investigado las irregularidades del partido. Este martes declara ante el juez de Madrid que estudia una denuncia contra la formación morada. 

El suyo es un papel clave en el proceso si se tiene en cuenta que Calvente le citó como fuente original durante su comparecencia en el Juzgado en julio. Le situó como conocedora de los detalles más comprometedores contra el partido. Fuentes del entorno de la jurista informan de que ratificará en el Juzgado las acusaciones avanzadas por su compañero que comprometen judicialmente a Podemos.

“La decisión de sustituirme como responsable de Cumplimiento Normativo y el cese camuflado bajo despido disciplinario de José Manuel Calvente Redondo no es más que una represalia por haber detectado una serie de irregularidades graves que podrían comprometer seriamente al partido como entidad jurídica”, avisaba en su correo a Iglesias el 4 de diciembre del año pasado. Su salida de los órganos internos de Podemos desató una guerra en la formación -Calvente fue acusado incluso de acoso sexual-.

Los ecos de esa batalla interna se extienden todavía hasta hoy. Como vaticinó Carmona, Podemos se encuentra formalmente investigado en el Juzgado de instrucción número 42 que dirige el juez Juan José Escalonilla tras una denuncia que presentó Calvente. A lo largo de casi 50 folios y 40 documentos anexos el abogado daba cuenta de presuntas irregularidades en los contratos para reformar la sede de Podemos, los trabajos para las campañas electorales, el cobro de comisiones, el uso fraudulento de la caja de solidaridad, entre otras cuestiones. 

Mensaje y documentos enviados a Pablo Iglesias

Según informan fuentes conocedoras del caso, la persona que iba a emprender estas acciones legales inicialmente iba a ser Mónica Carmona, pero finalmente desistió al encontrarse de baja médica prolongada. Atendiendo a las tres horas de declaración que prestó Calvente ante el juez Escalonilla, Carmona custodia buena parte de los datos que sustentan la denuncia que abrió el caso. Es la fuente original de muchas de las observaciones realizadas por el ex abogado de Podemos. Su testimonio de este martes, por tanto, se antoja clave para determinar el alcance de la causa en el futuro. 

Contratos con Neurona

La semana pasada la Fiscalía de Madrid solicitó al Juzgado que prosiguiera su investigación, pero que se ciñera a lo que tiene que ver con los presuntos contratos fraudulentos firmados por el partido con una empresa de consultoría llamada Neurona. Fue durante la campaña electoral de las elecciones de abril del año pasado, se contrató con dinero público y los denunciantes tienen dudas de que se llegara a prestar el trabajo declarado. La propia Fiscalía del Tribunal de Cuentas ya puso el foco también en este punto y pidió su judicialización.  

Calvente, afincado en Barcelona, y Carmona siguen manteniendo contacto directo desde que fueron abruptamente cesados del partido. Se conocen desde hace años y llegaron a compartir una sociedad que disolvieron hace una década. Actualmente él le presta la dirección de su despacho para los pleitos que ella tiene que atender en Cataluña, según le dijo al juez ante las preguntas del abogado de Podemos, interesado en la relación que existe entre ambos.

Calvente declaró como denunciante el 29 de julio en el Juzgado. Su interrogatorio se extendió durante tres horas, pero a los cinco minutos ya interrumpió una de sus respuestas para aclarar que él en realidad solo era el responsable de Protección de Datos del partido y que era Carmona la responsable de Cumplimiento Normativo. Fue cuando estaba contestando al juez sobre presuntos contratos simulados sobre trabajos electorales. El abogado explicó que el conocimiento que él tiene sobre las presuntas irregularidades es a través de su compañera, que le pedía opinión porque no contaba con personal suficiente, “no daba abasto”. 

Le negaban información

Minutos después denunció que, cuando Carmona pedía información sobre contratos al partido, no se los daban o los conseguía porque “se los pasa personal de Izquierda Unida asustados”, pero no Podemos. La misma tesis reiteró después ante las preguntas del abogado de la formación morada con quien protagonizó un tenso enfrentamiento durante toda la declaración.

La semana pasada la Fiscalía pidió continuar las pesquisas pero solo en lo referente a la contratación de Neurona. Sobre las otras cuestiones  reseñaba que algunas de ellas son “rumores, sospechas o suspicacias” mientras que para el resto no existen indicios que demuestren la existencia hechos delictivos. El ministerio público pedía dejar fuera el resto de asuntos denunciados donde también se incluye el incumplimiento de los estatutos del partido al clausurar el portal de transparencia o saltarse la norma del límite salarial en los cargos directivos de la formación.

El juez todavía no ha tomado una decisión al respecto. Tiene fijadas diversas citaciones de declaración en su juzgado de testigos e investigados, empezando por la de Carmona de este martes. El día que esta responsable de Cumplimiento Normativo escribió a Pablo Iglesias, le informaba de que había remitido una carta al Consejo Ciudadano de Podemos para darle cuenta de todas estas circunstancias presuntamente ilegales que estaba investigando. “Considero que antes debo enviártelo como secretario general. Lamento escribirte por esta lamentable situación”, le decía al ahora vicepresidente. 

En su misiva al Consejo Ciudadano utilizaba palabras contundentes. Calificaba como un montaje la acusación de acoso sexual que atribuyeron a Calvente para justificar su despido y que acabó archivado en los tribunales. “El hecho más preocupante es que el despido llevará inevitablemente a una demanda laboral y que en este caso la judicialización de los hechos traerá graves consecuencias para el partido puesto que saldrán irremediablemente a la luz hechos tremendamente comprometedores para algunos cargos internos y responsables del partido”, avisaba Carmona.

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