El caso de Mario Biondo sigue dando que hablar una década después. El próximo 3 de agosto Netflix estrena 'Las últimas horas de Mario Biondo', una serie de tres capítulos que recoge dos años de investigaciones. Una muerte que para la justicia italiana es un asesinato, aunque desconocen al o los responsables, mientras que en España se archivaron las diligencias. La familia presentó hace dos meses una nueva denuncia en un juzgado madrileño para esclarecer los hechos que rodearon su fallecimiento, según aseguran fuentes jurídicas a Vozpópuli.
La familia de Mario Biondo colaboró en un principio con la serie de Netflix hasta que se sintieron "engañados" porque una de las personas que estaba embarcado en el proyecto era el exrepresentante de la exmujer del cámara. El día del estreno del documental los padres del cámara piensan sacar un comunicado para expresar los sentimientos que tienen. Por el momento, no han podido ver los vídeos aunque lo han solicitado a la plataforma.
Una nueva denuncia de los padres de Mario Biondo
No dan el caso de su hijo por perdido. Según ha podido conocer Vozpópuli, los representantes legales de sus padres, Vosseler Abogados, interpuso el pasado mes de mayo una denuncia contra dos personas en el Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid. Es por unos delitos que no se han perseguido y estos dos individuos podrían tener relación de forma directa o indirecta con la muerte del cámara. Si los plazos se cumplen está previsto que las querellas sean admitidas a trámite este próximo otoño. Vozpópuli se ha puesto en contacto con los abogados y, por el momento, no se puede conocer el contenido de la denuncia.
La muerte de Mario Biondo se remonta a la tarde del 30 de mayo de 2013 en el domicilio que compartía con su mujer Raquel Sánchez-Silva. Vivían en el número 4 de la calle de la Magdalena, cerca de Tirso de Molina. Ese piso actualmente es una escuela de artes marciales.
El sumario del caso Mario Biondo
Ese jueves la asistenta fue la que encontró el cadáver y el Summa se presentó en el domicilio a las 17.35 horas. Solo pudieron confirmar su fallecimiento y el médico forense situó la hora de la muerte a las cuatro de la madrugada. Mario Biondo estaba en la sala de estar ahorcado en la librería con los pies apoyados sobre el suelo y las piernas semiflexionadas, según el informe de los especialistas.
El expediente judicial fue archivado de forma libre el 16 de julio. Fue catalogado como un suicidio aunque el cámara nunca había expresado intenciones autolíticas ni, según el historial de su ordenador, había buscado formas de acabar con su vida.
Esta decisión generó desconfianza a la familia que luchó de todas las formas posibles para buscar la verdad en su país de origen. Uno de los pilares en los que se sustentaron fue Óscar Tarruella, ex policía judicial de los Mossos d'Esquadra, que realizó un informe para el juzgado de Palermo sobre el caso, a petición de la madre de la víctima.
'La curiosidad mató al gato'
Tarruella en su libro 'Diario de un agente de homicidios' explica con 'pelos y señales' los pormenores de sus diligencias en un capítulo: "La curiosidad mató al gato". El experto policial enumera las numerosas contradicciones que se vertieron en el proceso judicial de ambos países.
En su libro relata los cambios de versión de la mujer de Mario Biondo en sus declaraciones ya que primero aseguró que el día anterior a su muerte discutieron por el "intento de tener hijos" y ante los fiscales italianos declaró que ese choque se produjo porque se ofreció a llevarle a Palencia pero después cambió de opinión.
Tarruella también ahondó en las últimas llamadas del cámara, entre ellas a N.L., un "traficante afincado en Madrid", con quien mantuvo conversaciones. Este hombre negó en Italia dedicarse a la venta de sustancias estupefacientes. La última conversación de Mario Biondo fue con su hermano pasada la medianoche. Una llamada "incompleta" que finalizó como "si algo anormal le hubiera pasado", según relata Tarruella en su libro.
Los cables de la televisión
Sin embargo, las mayores revelaciones del investigador se centran en el análisis de la propia escena, que es su especialidad. Para este agente la etiología es "claramente homicida" con un lazo tipo cable cubierto. "Cualquier experto en homicidios sabe que es imposible encontrar el cadáver en la posición en la que se encontró el cuerpo", relata. Deja abierta la posibilidad de que Mario Biondo hubiera fallecido en otro emplazamiento .
Uno de los aspectos más sospechosos es que los "cables del televisor del domicilio habrían sido desconectados" y uno de ellos estaba enrollado sobre el mueble. "Ese relevante dato se obvió de forma inconcedible en la autopsia realizada en España", escribe en su libro. Otro de los datos importantes es el borrado de más de 900 gigas de datos del ordenador de la víctima a las pocas horas de su muerte.
Con todos estos datos sobre la mesa, 'Las últimas horas de Mario Biondo' buscará dar luz a algunos de estos datos. "Nuestro propósito ha sido acercarnos a los acontecimientos desde el punto de vista de la investigación periodística. A través de cientos de horas de trabajo, de conversaciones con expertos y testimonios clave", aseguró la directora de la serie documental, María Pulido. Todo ello el próximo 3 de agosto en Netflix.