Hace unos días se hacía viral el vídeo de un velero inglés que quedó a la deriva en las Illas Sisargas (A Coruña) después de que unas orcas, en una serie de acercamientos e interacciones sorprendentes, destrozaran el timón del barco. Este hecho confirmaba algo que lleva semanas preocupando a los propietarios de embarcaciones, especialmente en las costas gallegas, donde se han producido la mayoría de incidentes: las orcas interactúan cada vez con más frecuencia con los barcos, provocando situaciones complejas e, incluso, peligrosas.
Pese a la preocupación que existe, "más que entendible", los expertos llaman a mantener la calma, porque "en ningún caso las orcas están teniendo actitudes violentas", explica afirma Alfredo López, biólogo especializado en orcas y miembro del Grupo de Trabajo de la Orca Atlántica, a Vozpópuli.
Por un lado, López asegura que no es algo tan novedoso "como los medios y las redes (sociales) están haciendo creer".
Ya desde el año 2020 los expertos llevan observando una actitud totalmente nueva en una subespecie de la orca atlántica: la ibérica. "Pero es verdad que aunque lleven un par de años comportándose así, no se había visto nunca nada parecido en ninguna parte del mundo. Las crías de vez en cuando jugaban con barcos pequeños. Pero nunca había pasado que familias enteras de orcas se relacionaran de esta manera con veleros", destaca. "Lo que nosotros encontramos más llamativo no es tanto la interacción en sí, si no que es un comportamiento muy insistente, porque ya llevan muchos meses actuando de esta manera".
¿Una nueva rutina o un mecanismo de protección?
La curiosidad de los especialistas es todavía mayor porque, aunque saben que no supone un peligro real para el ser humano, ya que la orca no está dando ninguna muestra de que tenga intenciones de matar, no saben cuál es el motivo de este nuevo comportamiento.
Desde el Grupo de Trabajo de la Orca Atlántica barajan dos hipótesis. Por un lado, que sea una actitud autoinducida, es decir, que hayan desarrollado ellas mismas y que hayan incorporado como parte de su rutina. "Las orcas son animales muy inteligentes que, al igual que nosotros los humanos, funcionan con hábitos. Es posible que poco a poco, a lo largo del recorrido por los mares españoles en busca de atunes, hayan ido incorporando estas comunicaciones con los veleros, siguiendo, probablemente, el comportamiento de las crías, que siempre han sido más tendentes a 'juguetear' con los barcos".
La otra teoría, también compleja de confirmar, es que en algún momento hayan tenido un desencuentro con un velero que haya provocado la muerte de algún animal y que, por ende, les esté llevando a tomar una actitud de protección frente a este tipo de embarcaciones.
Si de verdad actuaran con violencia y con intención de atacar, el barco quedaría destrozado"
Evitar que se genere rechazo a las orcas
Mientras los expertos continúan con las investigaciones para esclarecer estas nuevas y constantes interacciones de las orcas con los veleros, tanto desde asociaciones de especialistas como desde organizaciones ecologistas llaman a mantener la calma y a comprender que no hay que sentir rechazo hacia estos cetáceos, porque no hay ningún tipo de actitud agresiva por su parte.
"Entendemos la preocupación que puede haber, porque es cierto que las orcas, aunque inteligentes, son animales muy patosos y pueden provocar destrozos grandes en las embarcaciones, especialmente complicados si lo que se daña son los timones", explica Alfredo López en relación a las muestras de preocupación que se están lanzando desde diversos puertos.
Pero, como especialista y amante de estos animales, pide que no se las "criminalice" ya que "claramente", no se puede hablar de ataques por su parte. Para poder calificarlo como tal, tiene que haber una actitud violenta. Y por las observaciones de los expertos, esto no ocurre "ni de lejos". "Las orcas tienen una fuerza abrumadora. Si de verdad actuaran con violencia y con intención de atacar, el barco quedaría destrozado. Por eso pedimos con insistencia que no se utilice ese término, que solo genera miedo y rechazo", añade, sumándose así al mensaje de decenas de ONGs que piden que se respete y se entienda que el mar es el hábitat de estos animales, y hay que respetarlo.
