El exprimer secretario del PSC, Pere Navarro, está imputado en el marco de la operación Mercuri por un presunto delito de tráfico de influencias que habría cometido en 2012, cuando era el líder de los socialistas catalanes.
Navarro recibió la llamada de Manuel Bustos, entonces alcalde socialista de Sabadell, en la que el edil le pedía su mediación para conseguir la adjudicación de un canal de TDT. En concreto, Bustos quería conseguir este favor de Nicola Pedrazzoli, empresario italiano que por entonces estaba al mando del local barcelonés Canal Catalá, según La Vanguardia.
Bustos negó más tarde que Navarro intercediera en favor de Pedrazzoli. La operación Mercuri arrancó en 2012 en el Ayuntamiento de Sabadell y ha salpicado a varios líderes socialistas, como el concejal de Barcelona Jaume Collboni.
Collboni ya fue citado a declarar como investigado en diciembre pasado en relación con dos llamadas que recibió de Bustos para pedirle que mediara en el Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) a favor de esa licencia de televisión, una gestión que el propio exalcalde aseguró que había resultado infructuosa.
Navarro, a total disposición de la Justicia
En un comunicado, Pere Navarro ha manifestado su "total disposición" a colaborar con la justicia para aclarar lo sucedido, "esperando que el proceso se produzca con la máxima celeridad posible".
"Manifiesto mi absoluta convicción de que, tanto en mi vida privada como en el ejercicio de todos los cargos públicos que he ostentado, incluido el de primer secretario del Partido de los Socialistas de Catalunya, he actuado en todo momento dentro de la legalidad", añade Navarro, que asegura que no tuvo conocimiento de su citación hasta anteayer.
Además de Navarro, la juez ha citado a declarar como testigos para el próximo 24 de febrero a varios responsables del Grupo Godó en relación con las gestiones de Pedrazzoli, que pretendía abrir el nuevo canal de TDT alquilando la señal de que dispone la editora de La Vanguardia, en una operación que no salió adelante.