España

Rebelión en Podemos: presión total sobre Belarra para que rompa con Pablo Iglesias e Irene Montero

La secretaria general morada se está viendo arrastrada por la dinámica de confrontación del exlíder. Por eso, referentes como Monedero le piden que no empiece una "lucha cainita"

  • Ione Belarra en el traspaso de la cartera al exdiputado Pablo Bustunduy. -

Podemos es un partido que supura tensión. La salida de los morados del Consejo de Ministros está reventando las costuras de la organización. Hasta el punto de que empiezan a surgir voces relevantes pidiendo a la secretaria general, Ione Belarra, que tome de verdad las riendas del partido y emprenda un camino distinto al de la rabia, la furia y la confrontación. Una de ellas es la del cofundador Juan Carlos Monedero, quien recomienda a los suyos no perderse en una "lucha cainita".

Es más, en conversación con este diario, el cofundador morado asegura que Belarra debe ser quien desarrolle el mensaje de nueva etapa, porque le corresponde a ella por ser la líder. En cierta manera, el profesor, que conoce a todos y cada uno de los grandes rostros del partido, está pidiendo a quienes todavía hoy sustentan Podemos que vean más allá de las directrices de Pablo Iglesias e Irene Montero. Precisamente, la exministra de Igualdad se despidió este martes del ministerio con un par de bombas cargadas de ira y dolida porque Pedro Sánchez, en connivencia con Yolanda Díaz, la ha "echado" de Moncloa.

La sensación que recorre a toda la izquierda del PSOE, integrada en Sumar, es que Iglesias y Montero están "echados al monte" y "decididos a romper todo", según conceden varias fuentes del grupo político de Yolanda Díaz. El problema es que tanto Podemos como Sumar no solo no han frenado las hostilidades, es que han entrado en una competición por ver quién dice o hace la burrada más grande contra el otro, como dos amigos jugando a hacerse daño.

Si [Podemos] comienza una lucha cainita, el horizonte es oscuroJuan Carlos Monedero, cofundador de Podemos

El mismo Monedero lo sintetiza bien en una columna en el diario Público a la que él mismo remite: "¿Que Podemos sopesa ir en solitario a las europeas? -algo sensato e insensato al tiempo, porque los morados necesitan decirle de una vez a Sumar cuántos votos tienen pero, al tiempo, ir separados puede ser la debacle final-, pues Sumar amenaza con dejar a Podemos fuera del Gobierno. ¿Que Sumar veta a Irene Montero? Pues Ione Belarra le organiza un encuentro político de reivindicación diciendo que lentejas y que le devuelva, con todas las de la ley, el rosario de su madre. ¿Que Sumar no entrega ninguna portavocía en el Parlamento a Podemos? Pues Podemos reclama su soberanía al margen del grupo parlamentario de Sumar y amenaza con hacer valer sus cinco diputados. Todos con sus razones, todos cada vez más fragmentados".

Monedero, todavía considerado dentro del partido como un referente moral, avisa en X: "Lo peor que le puede pasar a Podemos es que empiece a morderse sus heridas. Si comienza una lucha cainita, el horizonte es oscuro. Lo mejor, que sea capaz de trasladar a España el mensaje de esperanza con el que nació. Hay una manera de hacer las cosas que ha llevado a la formación a este callejón oscuro. No hay que insistir en lo que ha dado malos resultados. Y, por el contrario, hay amplias avenidas para una fuerza que contagie de optimismo transformador la política española. El error de estar fuera del gobierno debe servir para concentrar los esfuerzos en decirle al país que Podemos es una fuerza necesaria".

Lo cierto es que las exministras moradas del Ejecutivo llevaban tiempo ausentes, preparándose para el final abrupto que tuvieron este martes. Ambas, como contó este diario, llevaban "tiempo sin estar en las zonas de gobierno" reservadas para los ministros en el Congreso. Un hecho significativo, porque las dos, en realidad, llevaban más tiempo fuera que dentro del Consejo de Ministros. Ese ninguneo es que ha soliviantado a Pablo Iglesias hasta el punto de anunciar por su cuenta la ruptura total de Podemos con Sumar.

El ímpetu del dúo Iglesias-Montero es desvincularse del grupo de Yolanda Díaz y actuar con autonomía con el fin de negociar por su cuenta con Pedro Sánchez. Aunque no deja de ser un brindis al sol. En Sumar están convencidos de que los morados no aguantarían la presión de torpedear los acuerdos que pacte la mayoría de investidura con abstenciones o votos en contra y aparecer en el panel de la Cámara alineándose con Vox y el PP. Es más, al núcleo duro de Moncloa no le preocupa la altanería morada: "Los cinco diputados han suscrito un programa de gobierno. Y este gobierno hace políticas progresistas", explica un estrecho colaborador del presidente.

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