En una semana Podemos ha lanzado tres dardos contra el Gobierno del que forma parte. Los dirigentes morados han cuestionado el plan de inversión para el aeropuerto del Prat, con ataques muy duros de la alcaldesa Ada Colau, la venta de Naturgy y la ofensiva contra la Monarquía por la salida de Juan Carlos I. En el partido empiezan a escucharse voces que apuntan a una posible salida del Ejecutivo antes de tiempo para recuperar fuelle electoral, por ejemplo a lo largo de 2022 antes de las elecciones autonómicas. Irene Montero e Yolanda Díaz están divididas también sobre este asunto.
Primero fue Ione Belarra a través de un hilo de Twitter, y después la portavoz Sofía Castañón. Ambas cargaron contra la Monarquía en una ofensiva que, como es habitual, no ha encontrado respuesta por parte de Pedro Sánchez pero ha tensado la cuerda entre los miembros del Gobierno. El miércoles, otro dirigente morado, como el líder de Castilla y León y coportavoz, Pablo Fernández, había calificado desde la sede morada la venta de Naturgy como un "craso error". Otros miembros del partido morado, como el ecologista Juantxo Uralde, arremetieron contra el Ejecutivo por la inversión en el Prat que puede afectar a la riera del Llobragat.
Todas estas críticas, según sostienen miembros de Podemos, no son casuales, sino que responden a un doble objetivo: por un lado ganar visibilidad en los medios de comunicación tras asumir que Sánchez sigue ninguneando a sus socios en las decisiones más importantes; y por el otro marcar una línea dura de cara al debate presupuestario.
Elecciones autonómicas y Andalucía
Podemos sabe que los próximos presupuestos serán los últimos de la legislatura. Así que internamente empiezan a escucharse voces que abren a la posibilidad de salir del Ejecutivo antes de tiempo. No sería durante esa negociación, sino a lo largo de 2022, antes de que se celebren las elecciones autonómicas y municipales del año siguiente, donde los morados se juegan su futuro. Y en víspera de las andaluzas, que preocupan enormemente en la formación.
Los estudios internos que manejan los morados son preocupantes. A nivel territorial se han contratado empresas demoscópicas para comprender si la marca electoral aguanta. El resultado ha sido más que decepcionante. A la vez, existe un problema de liderazgo después de la salida de Pablo Iglesias. En este sentido, algunos aseguran que el discurso de Castañón del pasado jueves (muy duro con la Monarquía) y el de Fernández sobre Naturgy responden a una estrategia bien hilada para marcar distancia del PSOE.
El entorno de Irene Montero no se fía de Yolanda Díaz. La ministra de Trabajo es quien en teoría debería liderar la coalición en las próximas elecciones generales. Pero su silencio preocupa y mucho a Montero. De ahí que algunos dirigentes vaticinan que si Yolanda Díaz se descuelga, Podemos puede concurrir incluso con Irene Montero como cabeza de lista.
Una ministra con éxito
Montero colocó a Belarra como secretaria general para limpiar su imagen. Quiere apartarse de la primera línea para volver ya no como la compañera de Pablo Iglesias, sino como la ministra que ha logrado leyes como las Trans y el Solo sí es sí. "Una ministra que ha cumplido", resumen en el partido. Pero debe resolver un problema: la presencia en el Consejo de Ministros sigue desgastando a la marca morada.
De ahí que, según afirman algunos en el partido, ya se habla de una posible salida anticipada del Ejecutivo. El entorno de Montero, según estas fuentes, valora esta opción. Mientras que Yolanda Díaz puede no estar por la labor. Díaz está intentado crear de prisa y corriendo “su ejército”, y su fuerza depende mucho del cargo ministerial. Este verano los dirigentes de Podemos se tomarán un descanso, pero todos aseguran que a partir de septiembre habrá movimientos. “Todo se abrirá”, afirman.