Mascarillas caducadas, proveedores que piden el dinero por adelantado, envíos que pasan a costar el doble de forma unilateral… estas son algunas de las prácticas que la Policía Nacional se ha encontrado en los últimos meses en el salvaje mercado internacional de la compra de material sanitario. Hace días, el Cuerpo tuvo que renunciar a 100.000 mascarillas porque de forma repentina el proveedor les dobló el precio.
Fue el 26 de marzo cuando la Policía adquirió esa cantidad de mascarillas KN95 a un importador español. No obstante, dos días después, el Cuerpo tuvo que admitir que “las 100.000 mascarillas KN95 solicitadas no van a llegar, pues el proveedor ha duplicado unilateralmente el precio”. “Se mantienen negociaciones para la adquisición de 60.000 mascarillas KN95. El proveedor no acepta que sean menos de 100.000”, añade la información policial.
Estas incidencias vienen recogidas en un auto de la Audiencia Nacional en el que se rechaza la pretensión de un sindicato policial que pedía obligar al Ministerio del Interior a dotar a los agentes con material de protección contra el Covid-19. El argumento de los jueces es básicamente que no tiene sentido adoptar esa medida cautelar porque es evidente que no hay material suficiente.
"El Ministerio no cesa en sus actuaciones"
“Unas medidas cautelares como las solicitadas nada aportarían en este escenario, porque el Ministerio ya ha dispuesto la entrega de equipos y el cumplimiento de la normativa preventiva, y no cesa en sus actuaciones para intentar conseguir los medios necesarios y hacer efectiva dicha entrega”, dice el auto de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional. En su descargo, la Dirección General de la Policía facilitó un calendario detallando todas sus gestiones.
Una de las conclusiones de esa información es que el Cuerpo empezó en enero a gestionar la compra de material de protección contra la pandemia tal y como confirmó el director adjunto operativo, José Ángel González, recientemente en una rueda de prensa (de aquellas fechas son las primeras instrucciones internas a los policías de puestos fronterizos). También que el Cuerpo ha acusado en varias ocasiones las hostilidades de ese mercado saturado.
La Policía Nacional ha acudido a ese mercado a través de su División Económica y Técnica, según informan a Vozpópuli fuentes policiales. La información facilitada a la Audiencia Nacional da cuenta de un total de 35 gestiones entre el 25 de enero y el 1 de abril. “En relación con la situación de emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, el Servicio de Suministros de la Dirección General de la Policía ha realizado, entre otras, las siguientes actuaciones”, informa la institución.
Primeras gestiones
La primera tuvo que ver con “contactos con empresas suministradoras mascarillas y gel hidroalcohólico”. Un día antes, el Departamento de Riesgos Laborales de la Policía ya recomendaba a sus agentes en puestos fronterizos el uso de mascarillas y guantes. Unas semanas después y ante el avance de la pandemia en Europa, el mismo departamento ya recomendaba guardar distancias de seguridad de entre metro y medio y dos metros. En ese momento todavía no se habían aplicado medidas de restricción y en España se podía asistir a eventos deportivos masivos, actos políticos o manifestaciones.
Según la misma información cronológica, “las primeras compras de mascarillas” se produjeron el 30 de enero. Casi un mes después, el 25 de febrero, la Policía procedió a la “devolución de 94 cajas de mascarillas compradas por estar caducadas”. Dos días después, la Policía aprobó un “expediente de Emergencia por importe de 300.000 euros”. Los primeros repartos de material, siempre según esta información, fue a principios de marzo en los servicios centrales del complejo policial de Canillas y en la Academia del Cuerpo ubicada en Ávila.
El 12 de marzo, pocos días antes de que se decretase el estado de alarma, se aprobó una nueva “ampliación de la emergencia inicial por importe de 700.000 euros adicionales para la adquisición de equipos de protección y de servicios de limpieza y desinfección”. En el mes de marzo la Policía empezó también las gestiones con China para adquirir mascarillas o se incorporaron 70.000 mascarillas entre el 20 y 21 de ese mes. En total son varios cientos de mascarillas y guantes los gestionados por la Policía.
400 ordenadores para el teletrabajo
En esos días “se rechazan múltiples ofertas de importadores, porque exigen pagos por anticipado y transferencias a China, con garantías de que se no les va a incautar la mercancía en la aduana”. También “se rechazan ofertas puesto que los pedidos mínimos son de 1000.000 de mascarillas y se carece de presupuesto para afrontar estos gastos” o “se rechazan ofertas de mascarillas por precios desorbitados”.
El 25 de marzo se adoptó “una nueva resolución de emergencia por importe de 500.000 euros adicionales” (lo que ya eleva el gasto total a un millón y medio de euros). A esto hay que sumarle otros 300.000 euros para “la adquisición de 400 ordenadores personales portátiles, módems y licencias para potenciar el teletrabajo de los funcionarios policiales”.