La reacción del secretario general de UGT, Pepe Álvarez, a las protestas de los agricultores extremeños no han pasado desapercibidas en el sector primario.
"Deja de saltar de mariscada en mariscada. No nos representas", responden desde el seno de una de las tres asociaciones agrícolas que convocaron la manifestación en la localidad pacense de Don Benito a la que acudieron miles de pequeños empresarios y trabajadores del campo.
El sucesor de Cándido Méndez y militante en UGT desde 1975 se dirigió a la Junta de Extremadura y, por ende, al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, instándole a no dejarse llevar "por las grandes declaraciones de la derecha terrateniente, carca, que intenta mantener una situación en el campo de sumisión, y que piensen en la mayoría de los ciudadanos de Extremadura, que ya viven situaciones de miseria salarial. El SMI es el elemento requilibrador de rentas más importante para un país".
El líder sindical asturiano, afincado en Cataluña, tachó a los promotores de las protestas en Extremadura de "derecha terrateniente" y "carca", y los acusó de "intentar mantener una situación en el campo de sumisión".
Unas palabras que han generado un gran malestar en el agro, que defiende su derecho a manifestarse en contra de los "injustos precios" de los productos y de "la falta de medidas" que hagan rentable la actividad agrícola y ganadera.
No conoce la realidad de Extremadura. En la región hay 56.000 agricultores. Claro que hay empresas, y muy profesionales, pero la mayoría de ellos son autónomos"
"Es evidente que no conoce la realidad de Extremadura. En la región hay 56.000 agricultores, que suponen el 5% de la población. Claro que hay empresas, y muy profesionales, pero la mayoría de ellos son autónomos", explica Ángel García Blanco, presidente de la organización agraria Asaja Extremadura.
Tiene 20 años de experiencia como dirigente agrario y fue uno de los primeros en advertir que la subida del SMI podría agravar los problemas que padece el sector. "La doble subida del SMI no es el único problema, pero lo ha venido a dificultar. Percibimos precios inferiores a los de hace 30 años por nuestros productos, mientras los costes de producción no dejan de subir. Mucha gente no tiene dinero para asumir esas subidas", denuncia en Vozpópuli.
"Va de mariscada en mariscada"
Según García Blanco, el líder de UGT no representa a los agricultores y le aconseja dejar a un lado la "violencia dialéctica" con la que se refiere a ellos. "Salta de comilona en comilona, de mariscada en mariscada, mientras aquí hay muchas familias desesperadas. Nosotros apostamos por retomar los cauces del diálogo, somos pacíficos, pero sus palabras no ayudan", apunta.
Y advierte a Álvarez sobre UGT: "Si quiere ahondamos en el asunto del fiscal asturiano que ha visto probado el fraude en la gestión de los fondos públicos destinados a los cursos de formación". "Nosotros lo único que queremos es trabajar", zanja.
Pequeños autónomos, familias...
El secretario de COAG, Miguel Blanco, no comprende "los excesos" del líder de UGT. "Es una falta de respeto, porque la mayoría somos pequeños autónomos que vivimos del campo. Algunos están acostumbrados a dominarlo todo, a controlar y a creer que representa a todos. Nosotros decimos basta, no nos representa", aseveró en 'Herrera en COPE'.
Desde las filas de COAG ya han exigido que se declare la situación del campo como un "problema de Estado"
Desde las filas de COAG ya han exigido que se declare la situación del campo como un "problema de Estado", ya que el sector primario "es el encargado de alimentar a los ciudadanos". Los 'agricultores y ganaderos al límite', como se autodenomina el movimiento que ha salido a la calle, asegura que las protestas continuarán la semana próxima, y hasta que se observe un "verdadero cambio de actitud".
Miguel Ángel Gómez, gerente de la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex), insiste en que "con unos precios por debajo de lo que se cobraba hace 30 años y una subida salarial del 30% en el último año, es imposible sacar rentabilidad a las explotaciones". "Los productores no pueden asumir más costes", afirma.
"Esto no es contra la subida del SMI, pero claro que sí influye en la deriva de los agricultores porque muchos no lo pueden asumir ni pagar. El agricultor quiere subsistir, quiere dar de comer a su familia y quiere dar trabajo. Ojalá subiera el SMI más para todos los trabajadores, pero cada sector tiene sus peculiaridades y las explotaciones han dejado de ser rentables. Esas subidas no las asume el mercado", apunta Gómez.
365 días "pendientes" del campo
Evidentemente, añade, el sector padece otros grandes problemas. Pero el de la sequía y la robotización a la que apunta la ministra de Trabajo Yolanda Díaz no son precisamente los que afectan a la fruta. "Estamos en una zona de regadío, a nosotros no nos afecta la sequía como a otros sectores agrícolas... A no ser que esta sea drástica y los embalses se queden sin agua", explica.
"Tampoco tenemos robots ni máquinas. Es un sector muy social, como el del olivar superintensivo, el tabaco y el pimentón. Quienes mete la fruta en las cajas es una persona, no un robot. Estamos los 365 días del año pendientes del campo y trabajando en el campo", aclara.
¿Terratenientes? Si todos fuésemos terratenientes no habría superficie suficiente en Extremadura para que cada uno de los cerca de 60.000 agricultores tuviesen su parte"
Sobre las críticas recibidas estos días en las que les llaman "empresarios y no jornaleros", Gómez opina que "empresarios, agricultores y productores somos todos": "Desde la gran central hasta los autónomos y las familias que, en muchos casos, tienen uno o ningún empleado".
"¿Terratenientes? Si todos fuésemos terratenientes no habría superficie suficiente en Extremadura para que cada uno de los cerca de 60.000 agricultores tuviesen su parte", ironiza. "Trabajamos en campañas y necesitamos flexibilidad laboral y que el trabajador pueda ganar un buen dinero, pero siempre se recurre a medidas obsoletas que no se adaptan a la realidad", denuncia.
En declaraciones a La Sexta, Lorenzo Ramos, agricultor y secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), apuntó este jueves que "a quienes estamos mal, porque con estos precios estamos muy mal, si nos suben el SMI es una dificultad, pero no es el problema. Es una dificultad ante el hecho de que cubrir los costes de producción para mí es una dificultad".
"Todo el mundo tiene que poder criar a su familia y tener unos medios económicos para vivir. Yo no voy a cargar la responsabilidad del problema que yo tengo sobre el que está a mi lado intentando que a mí me salgan las cosas", manifestó.
Por otro lado, el dirigente de Afruex considera que las empresas extremeñas se ven perjudicadas por unas infraestructuras arcaicas. "Las empresas extremeñas están muy preparadas y son muy profesionales. Nos gustaría contar con unas infraestructuras adaptadas al siglo XXI para poder competir en el mercado en igualdad de condiciones que otras comunidades autónomas", lanza. Y advierte: "La situación se está volviendo insoportable".