José Manuel Albares cierra otro frente de Arancha González Laya con la elección de un nuevo director de Casa de América, Enrique Ojeda, quien en los últimos años ha estado destinado en Chile como embajador. De esta manera se cierra un bloqueo de nueve meses al descartarse la candidatura de Borja Cabezón en la que se empeñó la anterior jefa de la diplomacia como gesto hacia el entonces jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo.
El nombramiento impulsado por Albares se ha producido "tras consultar y recabar el consenso" de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, miembros del consorcio de Casa América. El ministro destacó en un comunicado que con este acuerdo se da "un buen ejemplo de colaboración entre Administraciones en una prioridad compartida como es Iberoamérica. Creo que es la mejor forma de avanzar”.
Ojeda es un diplomático experimentado con 27 años de carrera, dedicada en su casi totalidad a Iberoamérica. Antes de su actual destino en Chile, ha sido embajador de España en Bolivia y en Salvador, y previamente ha estado destinado en las legaciones de Guatemala y Bolivia.
El escaso currículum de Cabezón fue una de las causas esgrimidas por Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida para oponerse a esa candidatura. Cualquier nombramiento al frente de esta institución exige la unanimidad.
Albares colabora con Madrid
El nuevo director de Casa de América cuenta además "con acreditada experiencia" de gestión cultural, habiendo dirigido durante cinco años la Fundación Tres Culturas, una de las principales instituciones dedicadas al diálogo intercultural en España.
Exteriores destacó en un comunicado que esta decisión se enmarca "en el espíritu de colaboración institucional" entre el Gobierno central, la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, que se vio reflejado el pasado 25 de julio con la "candidatura exitosa" del eje Prado-Recoletos a Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Las elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid para el 4-M echaron por tierra los esfuerzos de Moncloa y el equipo de Laya por desbloquear el nombramiento para dirigir Casa de América de Borja Cabezón, el candidato de Sánchez y Redondo.
Tras varios meses de acercamientos entre el Gobierno y la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, la decisión de Isabel Díaz Ayuso de apretar el botón nuclear de los comicios dio al traste con los planes del Ejecutivo central y prolongó el bloqueo en esta prestigiosa institución que llevaba sin director desde noviembre.
El elegido por Sánchez para Casa de América fue visto tanto por el PP como por Ciudadanos, los socios de gobierno tanto en la Comunidad -hasta hace unas semanas- como en el Ayuntamiento, como un 'dedazo' de Iván Redondo para colocar a su antiguo subordinado en dicha institución pese a su nula experiencia diplomática y tras engordar su currículum vitae.
Cabezón apostó fuerte en diciembre al renunciar a su acta en la Asamblea de Madrid, por la que pasó sin pena ni gloria con cinco iniciativas en año y medio, y una sola intervención ante el pleno. Así que prescindió de la comodidad del escaño autonómico -y del suculento sueldo- para demostrar que quería dirigir Casa de América, cargo en el que cobraría 93.000 euros brutos anuales.
La jugada le salió mal pues fueron pasando los meses y el Gobierno de Sánchez no logró torcer el brazo y la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. Además, el PSOE no le incluyó en su lista electoral del 4-M, por lo que Cabezón subió la apuesta a un todo o nada. Y fue lo segundo tras la salida del Gobierno de Redondo y Laya.
Ayuso y Almeida vetaron de inicio la candidatura de Cabezón, al considerar que tenía un pobre currículum, y manifestaron su deseo de que el departamento de Laya presentase otra opción, a ser posible un diplomático como ha sido en la mayoría de los casos durante el período democrático.
Sin embargo, Exteriores mantuvo la candidatura a toda costa durante las reuniones que hubo del patronato. Y se movió para que organismos e instituciones como la Secretaría General Iberoamericana (Segib) o la Fundación Carolina avalasen el nombramiento de Cabezón. También las empresas privadas que ayudan a la financiación de Casa de América respaldaron al candidato de Moncloa. Así que al PP se le cerraban las puertas.
La propia secretaria general de la Segib, Rebeca Grynspan, habló con el alcalde Almeida para recomendar la incorporación de Cabezón a la dirección de Casa de América. Ante esta tesitura y viendo que el Ejecutivo no se movía un ápice, desde el Ayuntamiento se valoró la conveniencia de de desbloquear el nombramiento.
Así se lo hicieron saber al Gobierno, al que pidieron que convenciese a Ciudadanos para que la elección de Cabezón se aprobase en enero. Pero Exteriores pinchó en hueso pues los representantes de la formación naranja se mostraron entonces inflexibles.
Maremoto en el PSOE
El caso de Cabezón provocó un maremoto en Exteriores, pero también en el seno del PSOE. Primero se cuestionó la idoneidad de su candidatura a Casa de América por la falta de currículum y la intervención directa de Sánchez y Redondo en la propuesta. Cabezón trabajó junto a Redondo en el Gabinete de la Presidencia tras la moción de censura de 2018.
Este diario ya informó del enfado en el seno del PSOE de Madrid por el trabajo que desarrolló contra Sánchez y a favor de Susana Díaz en las primarias de 2017. Una de las quejas que desveló Vozpópuli fue el supuesto registro irregular de afiliados en la agrupación de Majadohanda (Madrid) que Cabezón controlaba.
Además, el dedazo de Cabezón soliviantó a buena parte del PSOE. El malestar con la operación para colocarle en Casa de América tuvo varias vertientes. Por un lado, hay quienes recordaron que Sánchez estaba colocando a personas que apoyaron a Susana Díaz en las primarias del 2017. Y aseguraron que la lealtad al partido se demuestra día a día y no solo cuando le colocan a uno en un determinado cargo.
"Es humillante"
Por otro, hubo sectores del socialismo madrileño vinculados al mundo académico, la Universidad y la diplomacia que se tomaron la propuesta de Cabezón "como una afrenta". "Es humillante", dijeron desde el PSOE. La crítica se centró en su "escaso bagaje" para un cargo como el de Casa de América.
Cabezón fue comisionado por el propio Redondo para dirigir la campaña de Ángel Gabilondo en las elecciones autonómicas de mayo del 2019. El dirigente socialista, según recordaron varias fuentes, llegó con el trabajo muy avanzado y acabó dándole la vuelta a todo. El resultado de hace dos años fue un desastre pues el PP logró retener la Comunidad con Isabel Díaz Ayuso.