Desde que Isabel Díaz Ayuso accedió a la presidencia de la Comunidad de Madrid, solo ha acudido dos veces a Moncloa para reunirse con Pedro Sánchez. La primera, el 21 de septiembre de 2020, hace ya más de cuatro años, en aquel recordado encuentro que estuvo marcado por la pandemia sanitaria del Covid y la estampa de 24 banderas (12 de España y 12 de Madrid) engalanando la foto.
La segunda y última cita se produjo en 2021, tras ganar la líder madrileña las elecciones del 4 de mayo, rozando la mayoría absoluta y evitando la moción de censura que estaban preparando desde la oposición, en línea con las que ya se habían producido en otras regiones.
De aquel encuentro han pasado 1.182 días, una cifra que evidencia la Guerra Fría que existe entre ambas administraciones. El distanciamiento económico, ideológico y social entre el Gobierno central y regional ha llenado de momentos la política nacional en los últimos años.
El reguero de desencuentros, pullas y animadversiones tenía fecha de caducidad, puesto que el jefe del Ejecutivo tenía que iniciar la ronda de contactos para establecer reuniones bilaterales con los presidentes autonómicos. Unos encuentros que habían pasado a ser de importancia extrema tras el pacto entre PSOE y ERC para otorgar al independentismo catalán la total independencia fiscal, rompiendo así el principio de solidaridad.
Este acuerdo provocó un terremoto político de dimensiones bíblicas, y las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP acordaron junto a Génova una actuación común, la cual pasaba por exigir la convocatoria de la Conferencia de Presidentes, que lleva dos años y medio sin celebrarse.
Aunque regiones como Galicia, Comunidad Valenciana o Murcia ya han pasado por Moncloa, pues las llamadas se producen en orden cronológico de aprobación del estatuto de autonomía, todas ellas han ido con el mantra de no hablar, bajo ningún concepto, de financiación autonómica.
En algunos encuentros, como el de Imanol Pradales, lehendakari vasco, si hay constancia de que hubo un orden del día claro, con los puntos a tratar y qué asuntos requerían de una profundización. Para los presidentes populares, aunque ha habido esbozos, por lo general "han sido cafés de media hora", donde se ha pasado de puntillas por muchos temas.
Cuestión que Ayuso ha dejado claro desde el primer momento que era capital. La Comunidad de Madrid necesita, de antemano, un orden del día donde no esté incluida la financiación autonómica para poder acudir a Moncloa a ver al presidente Sánchez.
Con todo y con eso, desde el Ejecutivo no pueden asegurar al 100% que digan sí, pero lo contrario sería un acto bastante disruptivo, especialmente porque el resto de autonomías del PP están yendo al palacio presidencial.
La reunión entre Ayuso y Sánchez se acerca
Según ha podido saber este periódico, las estimaciones que hacen desde el Gobierno de Ayuso es que reciban la citación para la semana que viene, principios de la siguiente, fijando una fecha que será, con bastante certeza, a finales de la tercera semana de octubre, sobre el viernes 18. Si todo va por el camino correcto, esta reunión bilateral entre Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez será la tercera en cinco años de mandato de la madrileña.
Entremedias ha habido una guerra fiscal, envites del delegado del Gobierno, actos de Sánchez en el instituto Cervantes atacando a Madrid, filtración de datos personales de la pareja de la presidenta por parte del Ministerio de Hacienda, una crisis migratoria, problemas con Cercanías y un sinfín de descalificativos entre ambas partes.
El viraje de la política madrileña al ámbito nacional es evidente, y esta batalla económica e ideológica no hace más que agrandarse con el paso de los meses. Ayuso y Sánchez son, y seguirán siendo, enemigos íntimos.
